Parte 5

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Aquella ahora joven pareja formada iban rumbo a la gran ciudad para la aprobación del abuelo de Claus. Ambos miraban a direcciones opuestas con la vista perdida, no miraban a un punto fijo, solo reflexionando de sus decisiones, sus acciones y el como llegaron a ese momento. Era un silencio incómodo para ambas partes, ya no era su habitual silencio agradable en el cual se dedicaban tiernas sonrisas, era uno sofocante que ninguno de los dos sabia llenar. Pasado ya unas horas de viaje, el silencio ya era agotador;
-¿Por qué lo hiciste?- se atrevió a preguntar Claus.
-Porque queria- se limitó a decir la femina restandole importancia. Un quejido salio de parte del rubio que llamo la atención de la osita.
-Te dije que tenia novia, te lo dije, y aun asi decidiste mentirle a mis padres- recriminó apretando sus puños.
-Tu tampoco hiciste algo como para frenar la mentira- menciono sentándose frente a él, acomodando su vestido en aquel carruaje.
-Ese no es el punto, ¡lo que hiciste fue completamente egoista, mujer!- grito molesto -¡Yo amo a Lucia!- iba a seguir con la palabra, pero el cierre del espejo de la femina lo detuvo.
-¿Lucia?, ¿ese es su nombre?- pregunto con una voz seria, con una mirada punzante capas de hacerle sudar frio. -Bien, sere sincera contigo "Coquito"- se acomodó para verlo directamente -Me importa muy poco como te sientes ahora, no iba a permitir llevarme esa humillación-
Coco quedo pensante de las palabras de la linda muchacha que tenia en frente, apretó más sus puños al punto de volverlos blancos, algo furioso y dolido por sus palabras.
-¿Qué yo no importo?- dijo con el mismo tono frio de la peliceleste.

-Así es, los actos tienen consecuencias, Claus-

En ese momento, Claus sintio un gran balde de agua fria cayendo sobre él, esas palabras despertaron algo dentro de su ser, una furia incontrolable.
Paso demaciado rapido, no entiende como llego a ello, pero lo unico que sabia ahora es que estaba sobre la femina ahorcando su fino cuello.
-¡VAMOS, DILO OTRA VEZ!- gritaba una y otra ves, estaba furioso y ni él sabía el porqué, solo sabia que se habia perdido a si mismo.
-¡Y-ya...bas-ta!- pedia debilmente la chica por culpa de la falta de aire, en otro intento por hacerlo reaccionar, saco sus garras y rasguño el rostro del chico. Aquello habia funcionado, Claus afloja el agarre, mantuvo sus manos alli, pero ya no hacia fuerza para dañar la. Un fino hilo de sangre recorrió la mejilla de Claus hasta caer al rostro de la muchacha, quien lo veía tranquilamente mientras recuperaba el aire.
-¿Ya volviste en si?- pregunto con simpleza; no era la primera vez que Claus tenia una especie de ataque de locura, no era algo que Azula no pudiera controlar, aveces hablando o, como ahora, a los golpes.
-...Si, yo, otra vez paso...lo lamento- soltó por fin su cuello y volvio a sentarse frente ella, posó su mano en su cara y trato de relajar su temperamento. Paso un minuto para que sintiera un peso en su hombro, al girar su rostro, se encontro con la cabeza se Azula allí, abrazaba su brazo con tranquilidad, sin miedo a ser atacada, realmente no entendia eso de ella. Claus solo tomo la mano que la chica le ofrecía y empezo a reflexionar《¿No se supone que Pople la queria a ella?》《¿Cómo termine unido a ella?》《¿Cómo de ir a castigar la, paso a ser mi prometida?》

En eso, los recuerdos invadieron su mente, el como empezo realmente a conocerla.

Fue cuando Pople presentó una de sus primeras serenatas a Azula y ella (su padre) los hecho a baldes de agua, fue un dia curioso. En una de las bancas de aquella plaza, tocando su guitarra para ves si no recibió daños, sucedio;
-Tienes mucho talento con la guitarra- la voz de la femina sono a su espalda. Claus decidio ignorarla completamente, pasando de ella. Escucho los pasos de la peliceleste acercarse a él, miro de reojo su costado y la vio apoyarse en la banca, lucia un hermoso vestido morado, con su largo pelo recogido en una coleta, toda una flor exótica en su opinion.
-Hablo enserio, lastima la voz de tu hermano, parece un gatito siendo torturado- mencionó con algo de gracia, y aún que Claus queria reirse, no permitiria que digan eso de su hermano mayor.
-Claro, y tu puedes hacerlo mejos- dijo a la defensiva y con sarcasmo.
-Claro que puedo- Apesar de la afirmación que dio, Claus decidio ignorarla y seguir tocando su melodía. Por eso mismo, Azula movio sus orejas atenta a la música, tratando de adivinar la canción, era un ritmo tranquilo, de tristeza, pero a su vez relajado y jugueton a su parecer, cuando capto cuál era, sonrio y dando pequeños golpes al banco de madera, aclaro su garganta.
-🎶Mejor me duermo otro rato para poder verte otra vez🎶- canto con una angelical voz, sorprendiendo al chico, quien la miro con la misma sorpresa inicial y siguio tocando.
-🎶y baila lento flor morada, que me recuerdas a mi amada🎶- siguio cantando.
-🎵Ella me esta esperando en casa, y yo muriendo por volver 🎵- continuo la canción el rubio. Ambos se dirigieron la mirada y unieron su voz en una sola armonia.
-🎶🎵así es la vida, flor morada. Aveces suele ser malvada🎵🎶- él vio como ella zarandeaba su falda al ritmo de la musica, un movimiento tranquilo y elegante. -🎵🎶tu de mí estás enamorada, y yo muriendo por volver🎵🎶- ambos volvieron a mirarse ya de forma algo coqueta -🎵🎶y yo muriendo por volveeer🎵🎶- ambos alargaron la "e" de forma melódica, terminando de cantar juntos. Cuando la cancion llego a su fin, ambos se miraron sin saber que habia pasado. Claus ya no sabia que decirle a la muchacha, que aun que odiaba admitir, pintaba sus mejillas de carmesí.
-Te dije que era mejor- hablo la femina de aspecto hermoso, sentandose a su lado. -Creo que no tuvimos oportunidad de presentarnos bien- dijo para extender su mano a él -Azula Escobar, es un placer-
-...Arrumacos Claus, supongo que el placer es mio- dijo sosteniendo su mano y estrechando la con suavidad.

La Joya Maldita (la primera reencarnación) Au unicorn wars Donde viven las historias. Descúbrelo ahora