the lake

before.

hace siete años.

nunca le gustó que lo mandoneen. muchísimo menos que le dijeran que le dijeran qué era lo mejor para él, ¿cómo alguien podría saber lo que es mejor para él que el propio yoongi? ni aunque aquella persona fuera la mujer que más amaba en su vida entera, no tenía ningún tipo de sentido en su cabeza.

no le daba impotencia a la situación, él estaba tranquilo con su vida, no necesitaba amigos ni tampoco socializar. " nana es una exagerada " pensaba cada vez que la anciana trataba de hacerlo salir de casa para a jugar con los chicos del barrio, u obligarlo a invitar a algún amiguito suyo a tomar el té a casa. su abuela no tenía problema alguno en recibir niños en su casa, por eso es que siempre se encontraba rodeada de sus nietos y su recién nacida nieta en la tranquilidad de su hogar, o siempre ofrecía su morada para las reuniones de jeon con sus compañeros de escuela; por que ella adoraba a los pequeños con todo su corazón, tal vez eso le rompía un poco el corazón al ver a yoon tan solo todos los fines de semana y cada tarde sin falta, si su nieto era tan carismático, inteligente y hasta cariñoso ( a su manera) ¿por qué no tenía amigos? no lo entendía.

pero min si lo entendía.

era tímido, tanto que a veces ni siquiera le respondía a las amigas de su abuela cuando estas se interesaban en sus pasatiempos o actividades de pre-adolescente. las únicas personas con las que se sentía cómodo para relacionarse eran jungkook y su abuela, con ellos podía ser el mismo y hablar de lo que fuera, o hacer lo que tuviera ganas en el momento; desde comentarles sobre el último lanzamiento de la saga de Batman hasta cocinar galletas con formas de gatito por toda una tarde.

era feliz estando solo, no sentía necesitar a nadie más.

pero si alguien viniera y le preguntaría si le gustaba sentarse solo en cada almuerzo escolar, o si no le daba un sentimiento extraño en el pecho cada vez que veía a sus compañeros del kínder interactuar entre sí y tener grandes grupos de amigos mientras el se veía mayormente apartado de aquella sociedad, respondería que no.

aún así, no creía ser capaz de algún día cambiar su panorama. no se imaginaba así mismo charlando con varias personas al mismo tiempo ni conociendo gente de su edad con sus mismos intereses (cabe recalcar que para min en aquella época, no existía gente con sus mismos intereses), no parecía tener intenciones en crear vínculos amistosos de a corto o largo plazo ni tampoco tener a alguien con quién compartir las tardes o noches de verano pues no se imaginaba a andie lo suficientemente interesante o compatible con él cómo para hacer de aquello disfrutable. se sentía distinto a los demás, y eso no lo hacía sentir triste ni nada por el estilo, solo diferente.

por eso, cuando vio que la invitación al campamento de verano que organizaba la escuela de instrumentos a la que asistía se trataba más de una organización con fines sociales que de aprendizaje musical, perdió totalmente el interés en ir. ya se había resignado, como todo su curso iría y él sería el único en faltar, más allá de tener el viaje previamente pagado gracias a su beca, disfrutó de verso a sí mismo todo el verano en su casa con tiempo de sobra para sí mismo y su soledad, o al menos se regocijó de tales vacaciones hasta que entró a su cuarto luego del último día de clases encontrándose con su abuela empacando su ropa en una maleta no muy grande.

¿nana? preguntó abriendo la puerta de par en par, observando a su abuela doblando sus prendas de verano y acomodandolas en aquella mochila para viajes con una tranquilidad casi pulcra en su totalidad. ¿qué estás haciendo?

pues empacando, yoon. respondió juguetona la señora, casi burlona de su nieto. ¿qué te parece que estoy haciendo?

sí, puedo ver qué estás empacando mi ropa. dijo obvio, sin despegar sus ojos de sus camisetas favoritas que iban directo dentro del objeto. lo que no comprendo es el porqué. dijo algo obvio, aún observando cada movimiento que su abuela hacía sobre sus pertenencias.