Nunca he esperado nada de mi padre pero siempre termino decepcionada, esta no ha sido la excepción. Vi el dolor en cada miembro de mi familia, vi la humillación y la indiferencia, pero también vi la motivación. El odio es como el amor no se da solo porque si, nace con las acciones y cada día se alimenta. — § Diario personal de la princesa Oriane Targaryen §.
Caminaron por la orilla de la playa. La luz del día ya se había escondido, la brisa marina se sentía sobre su piel como un beso fresco.
— ¿Qué crees que suceda ahora? — preguntó Aegon.
Oriane acarició su cabello con cariño mientras la cabeza del príncipe reposaba sobre sus piernas.
— ¿De qué hablas? — preguntó sin dejar de mirarlo.
— Quiero decir, Lady Laena murió. No hay nada que ate a Daemon a Marcaderiva, ¿crees que vuelva a la fortaleza? — Oriane detuvo las caricias por un momento, pero luego continuó.
— No me imagino tener que soportar a las hijas de Daemon también, supongo que se las dejará a la tía Rhaenys y se irá.
Aquél pensamiento era demasiado inocente viniendo de una jovencita tan vivaz como lo era la princesa Oriane, sin embargo ella no conocía los designios de los dioses.
— ¿Qué es eso? — preguntó —. No lo había visto.
— Nada importante seguramente — murmuró el príncipe.
— Si, hay algo ahí — dijo ella moviéndose.
Aegon suspiro con fastidio al tener que levantarse, estiró la cabeza y siguió la vista de su hermana. Miraba un pequeño trilichadero en la arena, no muy lejos de donde ellos estaban.
— Por los dioses rojita, ahí no hay nada, ¿ahora puedo volver a recostarme? Mi cabeza me duele.
Oriane le miro con un poco de severidad.
— Bebimos la misma cantidad de vino, no seas ridículo — le empujó, moviéndose.
La princesa como toda una joven curiosa se puso de pie, no tuvo que acercarse mucho para detenerse a tiempo. A pesar de que estaba a una distancia considerable no era una tonta para no saber que estaba sucediendo ahí, habían dos personas y a juzgar por los movimientos apenas perceptibles no estaban conversando nada más, es mas, probablemente no estaban conversando en absoluto.
— Que inmoral, después de un funeral — susurró Aegon.
Oriane soltó una risita.
— Cállate código de honor — bromeó.
— Si te da envidia, podemos ir adentro y estar en igualdad de condición — le susurró Aegon rodeandola con los brazos por detrás.
Oriane no pudo evitar cerrar los ojos cuando sintió una mano del platinado en su vientre deslizandose hasta sus pechos, mientras la otra la presionaba de la cadera hacia su masculinidad. Podía sentirlo en la parte baja de su espalda, casi al inicio de los glúteos.
— ¿No hay día que no pienses en coger? — le preguntó aun con la poca cordura que le quedaba.
— ¿No habrá un día en el que cedas finalmente? — preguntó cerca de su oído, dejando el aliento cálido sobre su piel.
Todo su cuerpo se estremeció.
El rugido de dragón los hizo separarse de inmediato, ambos alzaron la mirada cuando vieron a Vhagar en los cielos, más la sorpresa fue aún mayor cuando vieron que el gran dragón no iba solo, consigo iba su nuevo jinete.
— Mierda, ese es... — dijo Aegon con palabras entre cortadas.
Oriane sonrió con orgullo.
— Por supuesto que es Aemond, ¡lo hizo Aeggie, lo hizo! — la pelirroja se colgó de su cuello abrazándolo con emoción — ¡Es jinete de dragón! ¡Nuestro hermano tiene un dragón!
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Kingdom Fall - Aegon II Targaryen
FanfictionOriane Targaryen, amada por todos en la corte; nombrada por los caballeros la reina de corazones. Aegon Targaryen x Oc 💚