1| NORA

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Mi padre es un lobo.

Mi padre es un lobo.

Mi padre es un lobo.

Eso era lo único en lo que podía pensar. Mis manos sudaban. Mis ojos abiertos de par en par. No podía estar pasando esto. No podía moverme. Temblé.

Mi padre dio un paso hacia adelante, yo lo di hacia atrás chocando contra el pecho de Victor. Tragué saliva ante su mirada de desconcierto. ¿Estaba sorprendido de que no quisiera que se acercara a mí? Después de 10 años ignorándome, ¿ahora quería acercarse a mí? No. Ni hablar. Ahora era yo la que no quería hablar con él.

Mi padre levantó las manos como si quisiera asegurarme con ese gesto que no iba a hacerme daño; desde luego, no era lo que me preocupaba.

—¿Rapha? —preguntó la mujer desconcertada mirándolo—. ¿Qué ocurre?

—Nora... —susurró Victor en mi oído poniendo su brazo a mi alrededor. Sabía que quería cogerme y sacarme de aquí, y sí, eso era justo lo que necesitaba. Con su mano en mi cintura empezó a moverme, pero frenamos en cuanto lo escuchamos de nuevo.

—¡Espera! —gritó Rapha, yo me tensé—. ¡Nora, por favor, espera!

Dio un par de pasos despacio, pero urgentes hacia a mí, sin embargo, no podía lidiar con esto ahora. ¿Mi padre nos abandonó porque era un lobo? ¿Formaba parte del clan? ¿Mi madre lo sabía? No lograba entender nada.

—Victor... por favor... —susurré.

No necesité decir nada más para que se pusiera en marcha de nuevo. A pesar de mis ojos empañados en lágrimas pude ver su determinación así que, sin decir nada, me agarró la mano guiándonos hasta dejar atrás aquella familia. Fui vagamente consciente de la presión que ejercía la mano de Victor, de la puerta abrirse antes de que llegáramos y de Aaron enfadado pidiendo explicaciones.

—¿Estáis locos? —preguntó Aaron—. ¿Qué hacéis ahí fuera?

—Aparta Aaron —dijo Victor empujándolo a un lado.

Victor me llevó hasta el sofá y me sentó antes de que se agachara delante de mí. Apretó suavemente sus manos en las mías intentando darme confort.

—¿Qué le pasa? —preguntó Aaron acercándose lentamente.

—Está en shock —murmuró Victor alzando mi barbilla para buscar mi mirada—. Cariño, háblame. ¿Has dicho que Rapha es tu padre?

Lo miré a los ojos y asentí antes de cerrar los ojos. Me estaba mareando y sentí unas ganas inmensas de vomitar.

—¿Padre? —preguntó Aaron. Victor se levantó y lo llevó a un lado del salón para hablar sin que los escuchara, pero todavía podía hacerlo—. ¿Cómo que padre?

—No lo sé —susurró Victor.

—No lo entiendo. ¿Qué ha pasado ahí fuera?

—Hemos visto a una familia y Nora ha reconocido al hombre como su padre.

—¿En el clan? —Aaron estaba tan atónito como yo.

—Sí.

—¡Pero eso es imposible! Eso significaría que...

—¿Que su padre es un lobo? Eso es exactamente lo que significa Aar.

Todo era demasiado extraño. Mi padre era un lobo. ¿Y quiénes eran esa mujer y ese niño que tenía cogido en brazos? Con los ojos cerrados apreté las manos en puños volviendo a visualizar la escena que había tenido delante de mí hacía apenas unos minutos. Alcé los ojos y vi a los chicos hablando en un rincón sin prestarme mucha atención. Me sequé las palmas sudadas en los pantalones intentando seguir su conversación.

3. La Profecía (Saga «La Única»)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora