ʟᴀ ʀᴇɪɴᴀ ʏ ᴇʟ ᴘʟᴇʙᴇʏᴏ

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Asta ahora se encontraba decidido, abandonó aquel laboratorio, el cual estaba escondido en medio de un bosque, era ya de tarde

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Asta ahora se encontraba decidido, abandonó aquel laboratorio, el cual estaba escondido en medio de un bosque, era ya de tarde. El sol se escondía dejando sus últimos rayos a la vista, el hombre sin magia inhalo el aire puro del exterior, al momento pequeños flasheos asaltaron su mente...

 El sol se escondía dejando sus últimos rayos a la vista, el hombre sin magia inhalo el aire puro del exterior, al momento pequeños flasheos asaltaron su mente

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— ¡Bakasta! ¡Date prisa o llegaremos tarde para reportar la misión! –lo regañaba Noelle con impaciencia.

Asta había estado entrenando sin descanso y se había retrasado demasiado. Finalmente terminó su última serie de flexiones y se dirigió hacia donde lo esperaba Noelle para partir. Pero de pronto, sus piernas flaquearon y se desplomó cual pesado saco sobre el polvoriento suelo.

Noelle puso los ojos en blanco, creyendo que se trataba de otra de sus payasadas. Cruzándose de brazos, esperó con el pie golpeteando que terminara su fingida "actuación".

— Ya está bien, ¿no? –lo taladró con la mirada–. Deja de perder el tiempo y vámonos.

— Espera...Noelle...–jadeó Asta con evidente dificultad para respirar–. En serio...me siento...mal...

Trató de incorporarse, pero sus brazos cedieron y volvió a caer de espaldas, levantando una pequeña nube de polvo.

— Eso te pasa por nunca saber cuándo detenerte –lo amonestó Noelle–. Cuántas veces tengo que decirte que no te excedas o tu cuerpo va a...

No pudo completar la reprimenda. Frente a sus incrédulos ojos, la respiración de Asta se estaba volviendo tremendamente irregular, jadeando por bocanadas de aire. Su rostro habitualmente bronceado por el sol se tornó blanco como la cera. Con manos temblorosas se agarró fuertemente el pecho. Y de pronto, un hilo de sangre brotó de su nariz, manchando sus labios y barbilla.

— ¡Asta! –gritó Noelle presa del pánico, corriendo a arrodillarse junto a él...

— ¡Asta! –gritó Noelle presa del pánico, corriendo a arrodillarse junto a él

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...ᴇʟ ᴜ́ʟᴛɪᴍᴏ ʜᴏᴍʙʀᴇ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora