Un Niño Común

223 39 17
                                    

Tooru, el Director de la Agencia de Talentos, preguntaba por Natsu a Chūya. Tenía un nuevo proyecto Dorama en mente, y quería que el pelirrojo menor fuera el protagonista infantil.

—Natsu salió con uno de mis parientes, Tooru-san. Pero puedo traerlo si lo necesita.

Ofreció Chūya, quien desconocía de las intenciones del Director con su pequeño hermano.

—No hace falta. ¿Podrías llevarlo a mi casa por la noche? Le daré los libretos para que comience a ensayar en casa.

Chūya había logrado convertir en un actor infantil reconocido a Natsu, y tenía la esperanza de que el niño continuara su camino en el transcurso de los años y fuera tan famoso como lo eran ambos ahora.

Por su parte, Dazai había llevado a Natsu a la clínica a chequeos médicos, recibiendo malas noticias. El niño había sido víctima de abusos de parte del Director Tooru Saotome, y debía llevar un control en un nuevo tratamiento para aliviar sus heridas.

Se encontraba en una camilla de hospital, con una bata blanca y siendo un pequeño valiente y obediente a las indicaciones de su médico. Osamu se mantenía sentado a su lado, acariciando una de sus manitas, la cuál tenía un moretón producto de otro abuso.

—Natsu, debiste decirle a tu hermano todo lo que vivías con ese hombre maldito.

Tooru-san me amenazaba, papá. Si le decía algo a Chūya-niisan, él iba a matarlo. Y yo no quiero que Chūya-nii muera.

Sus ojitos empezaron a llenarse de lágrimas, que pronto limpiaba con sus puños. Dazai se acercó más a él para abrazarlo y dar pequeñas palmaditas en su espalda a manera de consuelo.

—Hijo, estoy trabajando en una Agencia de Detectives. Nosotros nos encargaremos de ese tal Tooru. Hablaré con Chūya y le contaré todo...

—¡No, pero Tooru-san va a matarlo! ¡No quiero que Nii-san muera, papi!

—Le diré que sea discreto. Yo no quiero que tú mueras por culpa de ese maldito asqueroso.

•°•°•°♠°•°•°•

Horas más tarde, una vez que Natsu salió de la clínica. Dazai lo vistió con ropa casual y le compró un sombrero para ocultar su cabello. Debía hacerlo pasar por un niño cualquiera y no famoso para evitar ser reconocido en las calles de la ciudad.

El menor no podía dejar de sonreír por la libertad que sentía. Disfrutaba incluso las calles caminando y no en auto. Todo era hermoso a sus ojos.

"El niño recibió abusos de todo tipo. ¿Cómo es que no parece que tenga traumas o dolor?".

Dazai recordaba las palabras del médico luego del chequeo y pensaba en lo mismo una y otra vez. Natsu era bastante valiente como para ocultar su dolor, y parecía superar sus traumas con facilidad. Era su ejemplo a seguir, puesto a que él pasó por cosas similares siendo muy joven.

—¡Que bonito está todo, papi! ¿Podemos llegar a comprar un helado? Y luego al parque, como aquellos niños que juegan mucho.

Decía emocionado. El castaño sonrió y se puso a su altura, sujetando sus manitas sin decir nada hasta que...

—¿Estás bien? ¿Estás feliz, Natsu?

El pelirrojo asintió con la cabeza y con una sonrisa cálida.

—Si puedo estar con papi soy muy feliz.

—Bien. ¿Qué hay de Chūya? Él seguramente está muy molesto porque no le avisé que vendrías conmigo tanto tiempo.

—Chūya-nii, ¿Podemos vivir con él? ¿Los tres juntos?

—Eso... Natsu, papá tiene una casita dónde vivir. ¿No te gustaría conocerla? Claro, primero buscaremos a Chūya para...

—¡¡Atrevido roba menores!!

Fue en ese momento en el que Chūya los miró desde su auto, pidió bajar y se aproximó a ellos y se agachó también.

—¡Natsu, hermanito! ¿Estás bien? Los busqué toda la tarde. ¿Dónde estaban? Tooru-san quiere mostrarte un libreto de tu nuevo protagonismo.

Chūya, Natsu ya no actuará en las producciones de ese Tooru. Cancélalo y dile que tu hermanito no irá.

—¿Eh? Creo que te estás entrometiendo demasiado. Natsu es un buen actor infantil. ¿Acaso no viste lo famoso que es?

Estaban de pie otra vez, iniciando una discusión.

—Chūya, no puedo hablar de esto en la calle pero...—. Se acercó a su oído a bajar la voz. —Tooru abusa de Natsu. Deberías revisar su espalda, sus piernas, sus hombros, su cuello, todo. Él tiene moretones y arañasos en su cuerpecito. Yo... No quiero que mi bebé siga sufriendo en manos de ese maldito.

—Eso... Es un asunto fuerte. Vayamos a mi casa, revisaré a Natsu y tomaré las medidas necesarias contra ese maldito demonio. Natsu, vamos a casa.

—Pero... ¿Y papi?

—Vendrá con nosotros. Mi auto está por allá.

Dazai no estaba muy convencido de volver a ese casa donde años atrás se hallaba la foto de aquel hombre. Pero debía rescatar a su hijo de las manos de seres imperdonables como Tooru.

DAZAI [SOUKOKU] [MPREG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora