VEINTIOCHO

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—¿Los interrumpí? —preguntó Jimin con sospecha, cuando vio que los dos hombres guardaron silencio ante su presencia.

—Entra, ¿qué pasa? —le preguntó Jungkook porque Jimin tenía una mirada de desconcierto, como si no supiera si es bueno decirlo o no.

—Nada, solo baje para echar un vistazo —respondió Jimin en voz baja.

Sus mejillas se habían sonrojado y sus labios se abultaron en un suave puchero, Hoseok tuvo que esconder su rostro para sonreír secretamente del tierno gesto.

—¿Qué estás mirando? —preguntó el pelinegro jugando un poco porque se había dado cuenta de que el joven había bajado solo a verlo.

—Vine a verte. No dejaste descansar a Hoseok todavía? —respondió Jimin sonriendo levemente.

—Ve a descansar Hoseok. Si hay algo urgente dejaré que alguien te avise —dijo Jungkook.

Hoseok bajó la cabeza aceptando la orden y después salió de la oficina.

—Ven aquí —Jungkook llamó a Jimin en voz baja.

El castaño accedió a acercarse, y el pelinegro sujetó su cintura y lo sentó en su regazo.

—Para venir a verme, ¿hay algo de lo que quieras hablar?

—Sólo vine a echar un vistazo. ¿Estás trabajando? Si no, te pediré que busques y averigües a donde vamos a ir a la playa —respondió Jimin sonriendo levemente.

—No hay necesidad de buscar, ya se a donde voy a llevarte.

—¿A dónde? ¿Es hermoso? Realmente no me gustan las multitudes —dijo Jimin queriendo saber el lugar.

—Estoy seguro de que te gustará.

—Jungkook ¿estás estresado últimamente? —le preguntó Jimin ya que ya se había aprendido las expresiones del mafioso.

Jimin sintió que el pelinegro tenía algo en su mente. Jungkook se sorprendió al escuchar eso, pensando que realmente no podía subestimar al joven.

—No, ¿por qué? —negó Jungkook y preguntó encogiéndose de hombres.

—Siento que estás cansado o estresado.

—Estoy bien, pero me alegro que estés preocupado por mí.

—No estoy preocupado en absoluto, solo tengo miedo que cambies de opinión y no nos lleves a Tae y a mí de viaje —respondió el castaño, pero Jungkook sabía que solo Jimin estaba siendo terco.

—Está bien, no te preocupes —dijo Jungkook.

Pero en su cabeza realmente se sentía estresado como sospechaba su pareja. El hecho de que él llegó a destacarse en la mafia, no significaba que no había nadie que lo hubiera apoyado detrás de escena, su salida, también requería que las personas que lo apoyaban en las sombras estuvieran de acuerdo. El problema era si esas personas lo permitirían o no.

—Jungkook, Jungkook —lo llamó Jimin con fuerza haciendo que el mayor volviera a enfocarse en él.

—Hmm — respondió en su garganta.

—¿Qué pasa? Dímelo ahora. Te llamé muchas veces, y no es que no puedas oírme, estoy sentado en tu regazo, deberías escuchar incluso un susurro —se quejó Jimin.

Jungkook besó sumamente sus mejillas, pero el castaño empujó levemente su cara con sus manos.

—No tienes que ocultarlo. Sé que estás estresado pero no quieres decírmelo —respondió Jimin.

—Estaba pensando en el trabajo, realmente no es nada. Sólo pensaba en sí había alguna tarea que tenga que completar antes de irnos de viaje para irnos con tranquilidad —continuó mintiendo para que Jimin no se sintiera desagusto y tampoco quería que él supiera lo que implicaba querer salirse de ese negocio.

มาเฟียรัก ★Mafia Love★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora