Los ojos de Jimin se abrieron despacio adaptándose a la luz, moría de sed así que se quiso levantar para ir por agua, pero no lo consiguió.
—Ay —se quejó antes de volver a acostarse de nuevo.
Su cuerpo entero dolía y sentía una sensación de ardor, levantó su mano para verla y marcas rojas decoraban su muñeca y un haz de recuerdos se proyectaron en su cabeza. Su rostro se sonrojó al instante cuando recordó lo que le había pasado. Miro alrededor para confirmar que no estaba en su habitación y no había sido un sueño, aunque sabía perfectamente que había sido real, recuerda todas sus palabras y acciones.
—Despertaste —dijo Jungkook entrando a la habitación.
—Tú… —comenzó a decir Jimin pero se interrumpió al escuchar lo ronca que se escuchaba su voz.
Jungkook de inmediato le acercó un vaso con agua y lo ayudó a sentarse, Jimin aceptó todo sin quejas porque realmente moría de sed. Mientras bebía su mano libre apretaba con fuerza la sábana enredada en su cintura, sabía que continuaba desnudo. Cuando terminó de beber, Jungkook dejó el vaso sobre la mesita y se sentó de nuevo en la cama junto a Jimin quien se alejó de inmediato de él.
—¿De qué tienes miedo? —preguntó el mafioso extendiendo la mano para acariciar suavemente su mejilla y Jimin hizo a un lado la mirada con enojo.
—No te metas conmigo —dijo Jimin y Jungkook levantó una ceja levemente con una suave risa que salió de su garganta.
—¿Hasta ahora me vienes a decir eso? —preguntó bromeando y Jimin frunció los labios.
Jimin se sorprendió cuando al mirar por la ventana descubrió que ya estaba oscuro afuera.
—¿Qué hora es? —preguntó de inmediato.
—Ya son las siete de la tarde —respondió el pelinegro.
Jimin volvió a verlo con enojo. Había salido de la oficina al mediodía para comer y no había vuelto.
—¿Por qué no me despertaste? Oh por dios. En mi trabajo deben estar preocupados por mí —se quejó el castaño.
—No te preocupes, llamé a tu trabajo y dije que no te sentías bien, no quería despertarte, quiero que descanses —dijo Jungkook haciendo que la cara de Jimin se sonrojara.
Se sentía extremadamente cansado, recuerda perfectamente todo lo que hizo con el pelinegro, no podía contar cuántas rondas habían completado exactamente, pero cada una era bastante duradera, su cara se puso más roja al pensar en eso.
—¿Estás pensando en lo que pasó en la tarde? —fingió preguntar aunque ya sabía la respuesta.
—¡Loco! ¡Claro que no pienso en esas cosas! Dame mi ropa, me iré —dijo Jimin con voz severa, para cubrir la vergüenza.
—Claro, te llevaré de regreso, pero primero tenemos que llegar a un acuerdo —dijo el mafioso en tono serio.
—¿Qué pasa? preguntó Jimin poniéndose nervioso.
—Vendrás conmigo a mi casa.
—No, definitivamente no voy a ir contigo —respondió el castaño rápidamente.
—Pensé que ya estaba claro que nos entendíamos.
—¿Entender? ¡Tú eres el que no entiende nada! ¡Te dije que no voy a ir contigo a ningún lado! —gritó Jimin tratando de no moverse demasiado porque aún le dolía el cuerpo.
Jungkook suspiro cansado, nunca antes había hecho algo así pero no iba a seguir jugando, se puso de pie y levantó a Jimin tomándolo por los hombros, causando un estremecimiento en el chico.
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มาเฟียรัก ★Mafia Love★
أدب الهواةDicen que el destino obra de maneras extrañas y eso lo comprobó Jimin esa noche en que por culpa del alcohol se lanzó a los brazos de un desconocido sin saber cómo eso cambiaría su vida. Buscando olvidar la pena de saber que el hombre que ama, nunca...