Una semana paso rápido para Jimin desde que llegó a vivir a casa de Jungkook, durante ese tiempo no salió de la casa, Rose le enviaba por correo el trabajo que iba acumulando y Lisa se comunicaba con él cada aquel podía, pero ya tenía pensado ir a su oficina, aunque tuviera que soportar el tener que ser seguido por los guardias que el mafioso había dispuesto para su cuidado, cuando él no estaba presente.
Casi todas las noches vuelve tarde, pero es consciente de que nada más terminar el trabajo se apresura en volver a dormir abrazado a él. En cierta medida ya se ha acostumbrado a vivir en esa gran casa en parte gracias a Taehyung con quién habla y cuida.
En cuanto a la cama...
—¡Persona loca! Estoy lleno de moretones, ¿lo ves? —los gritos de Jimin sonaron por la mañana mientras estaba sentado en la amplia cama con el torso descubierto.
—¿Y quien me pidió que lo golpeará más fuerte, pequeño? —respondió Jungkook tranquilamente mientras se bebía un café en el balcón de la habitación.
La cara de Jimin se puso roja porque no puede discutir. Cada noche algo dentro de él se enciende y le ruega a Jungkook por qué sea violento. Cuánto más fuerte es atado, más salvajes los azotes de su mano contra su piel, más excitado se pone.
El pelinegro nunca se resiste a esas peticiones, porque también le gusta ser algo violento, aunque siempre procura cuidarlo y no dañarlo más allá de lo placentero, jamás podría causarle daño buscando otra cosa que no fuera que ambos gozarán.
—Pasame mi bata —le pidió porque no quería salir de la cama desnudo y la prenda estaba más cerca del mayor que de él.
—Ven y recógela —respondió Jungkook jugando pues sabía porque el castaño no quería pararse.
—Estoy desnudo, no puedo levantarme y caminar para recogerla.
—¿De que te avergüenzas? Ya vi cada rincón de tu cuerpo.
Jimin no respondió, solo se le quedó mirando negándose a salir de la cama.
—Está bien, eres muy terco —dijo el pelinegro, antes de levantarse a buscar la bata.
Jimin sonrió haciendo que su corazón se emocionara, mientras lo veía caminar hacia el baño.
—Hoy estaré de regreso alrededor de las cinco de la tarde, si no hay nada urgente —dijo Jungkook mientras se sentaba a desayunar con Jimin y Taehyung.
Ya se había hecho costumbre que Jimin llevará a comer al pequeño Tae con ellos, el niño no quería, pero tampoco podía contradecir al castaño.
—Jungkook ¿Podemos Tae y yo ir de compras al centro comercial está tarde? —le preguntó el joven de muy bien humor.
—Está bien, que Yoongi y Namjoon vayan con ustedes —dijo Jungkook mirando a los guardias.
—Señor, si no le importa creo que sería mejor si en lugar de Yoongi fuera yo —hablo en voz baja Hoseok, mientras veía de reojo a Taehyung que sonrió al saber que él sería quien los llevará.
—Muy bien, ¿estás de acuerdo Jimin?
—Por mi no hay problema —respondió el castaño con indiferencia.
Después de la comida las ayudantes de la cocina les llevaron un postre, y Jimin se quedó viendo fijamente con molestia a una de ellas haciendo que se pusiera demasiado nerviosa y saliera casi corriendo a la cocina.
—¿Pasa algo? —le preguntó Jungkook al ver su expresión —¿Pasó algo o porque estás molesto?
—No, nada, todo está bien —respondió Jimin con voz normal y se volvió para invitarle a Tae del postre que Nana había preparado.
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มาเฟียรัก ★Mafia Love★
FanfictionDicen que el destino obra de maneras extrañas y eso lo comprobó Jimin esa noche en que por culpa del alcohol se lanzó a los brazos de un desconocido sin saber cómo eso cambiaría su vida. Buscando olvidar la pena de saber que el hombre que ama, nunca...