[2]

1.3K 115 1
                                    

El tumulto de personas que estaban viendo la carrera ya había disminuido, la hora en mi teléfono marcaba casi las 4:00 de la mañana y suspiré de alivio al ver que no tenía ninguna llamada perdida de mi tía, por suerte, pero de todos modos algo en mi sentía un presión, bueno mejor dicho la preocupación que se había sumado.

Haber perdido la carrera.

Gabriel y yo nos encontramos con los demás del grupo los cuales habían llevado el auto a donde estaba el presentador de la carrera hablando nuevamente para anunciar oficialmente a la ganadora, ese sentimiento pesado seguía al recordar que perdería mi auto por un mes. Ese fue el trato que habíamos acordado con el otro equipo de corredores con el que me enfrentaba esa noche.

"Todos atentos que van a anunciar." Se escuchó una voz masculina gritar sobre los murmullos del público.

"Como saben la carrera de hoy aparte de ser para entretenimiento había un precio de por medio y ese era que el perdedor iba a perder su vehículo por cuatro semanas, es decir, un mes." Anunció el muchacho con el megáfono.

"Si sabemos que un mes son cuatro semanas palomo." Dijo una persona de entre la gente y muchos rieron como reacción.

"¡Que gracioso! Prosigo, aparte de tener perder su carro por ese tiempo al otro equipo con el que compitió hoy, también pierde todo derecho a competir en ese transcurso de tiempo." Terminó de hablar y procedió a bajarse de donde estaba.

Tomé la llave del auto y me acerqué a la chica de los ojos azules para entregársela como muestra de que había ganado la carrera.

"Es una pena que me tenga que llevar tu carro, se que lo extrañarás." Me dijo mientras tomaba el juego de llaves que estaba en la palma de mi mano.

"Obvio que si, no te voy a mentir." Hablé con un tono triste y vi como se las guardaba en uno de los bolsillos de sus pantalones.

Llevaba unos baggy jeans de color negro y una camiseta oversized, con un diseño de algo que no sabía realmente lo que era, que le quedaban muy bien para su estilo, el atuendo acompañado de sombrero de esos que parecen de pescar y unos tenis blanco con negro. Ahora me llamaba aun más la atención.

"¿Tienes ride de vuelta a tu casa?" Me preguntó cambiando de tema.

Personas que me llevaran de nuevo a mi casa si las había, pero esa pregunta sonaba más a una oferta para que le dijera que no tenía ese ride por el que me preguntó.

"Puede que si. ¿Por qué la pregunta?" Volví a hablar para responder con otra pregunta, porque para curiosa que me busquen. Le sonreí.

"Solo quería ser solidaria ya que te quedaste desmontada. No se, podría llevarte a tu casa." Habló nuevamente, pero esta vez la note un poco más tímida luego de decir su propuesta.

"Bueno." Dije pensativa. "Técnicamente si tengo a alguien que me lleve, pero me das vibras de ser buena persona así que aceptaré tu oferta. En mi carro claro esta." Agregué luego, ella chistó y rodó los ojos cómicamente.

¿Qué me estaba pasando?

"Les dejo saber a los demás y vuelvo. ¿Sí?" Hablé rápidamente y me fui sin esperar respuesta de su parte.

"Apenas te sabes el nombre que te está pasando Marina." Dijo Gabriel reprochándome cuando le conté el plan para llegar a mi casa.

"¿La viste?" Le pregunté insistiendo. "En mi defensa, ya te fijaste lo bien que se comportó conmigo más temprano." Volví a hablar mientras el me juzgaba con la mirada.

"Avísame cuando llegues por favor, que no se te vaya a olvidar." Dijo finalmente aceptando su derrota contra mi y me hacia señas para que me fuera.

-

120km [young miko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora