C.3.: Aún es el día 1 de esta mierda.

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Alguien tira la puerta del refugio temporal de las chicas.

BARUC, POR FAVOR NO.

Todas empiezan a desesperarse.

¿Paula...?

Dos enormes manos tomaron su cabeza, metió sus dedos en sus ojos y los sacó. Tiró a Paula hacia el piso para proceder a aplastarla con su zapato.

Espera... 

Acaba de suceder...

¡¡¡UN MILAGRO!!!

Pero, ¿quién es?...

¿Bruno?

Bruno acaba de golpear a Baruc en la cabeza, por detrás, con una palanca.

-Hora de que nos vayamos de aquí- dicen todos, con una mezcla incomprensible de miedo, tristeza, desconcierto, y demás emociones provocadas por la terrible situación que están viviendo todas.

Que aterradora resultaba aquella escena: cuerpos de los alumnos esparcidos por el patio, múltiples mutilaciones, vísceras esparcidas por doquier. Nadie puede creer lo que está viendo, un chico está colgando con sus propias tripas, tubos oxidados atravesando su cuerpo, causando grandes surcos en su carne, su boca, ¡¡ no existe!!, un agujero la reemplaza; el cerebro esta expuesto, ninguna de las capas, que deberían protegerlo, existen.

Bruno les explica a las chicas el origen de este perturbador caso.

Un ser, al parecer un dios de la muerte, con macabros planes. ¿Su objetivo con aquellos planes?:

Acabar con la humanidad, para lograr un mundo perfecto para su reinado, acabar con aquel mundo tan jodido y podrido por el egoísmo.

La única manera de evitar el apocalipsis es derrotar al dios, intentando no ser exterminado por la horda de zombies que trabajan para aquel ser malévolo.

Al final, es probable que Baruc, Jonathan, Dulce, Guadalupe y Paula, todos ellos, regresen. El dios no se rendirá tan fácil. El dios no será derrotado. El dios no morirá. El dios buscará la manera de no ser eliminado en su juego, un juego perverso que él inició...

LOS ZOMBIES TAMBIÉN ESTUDIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora