Día 3: parte dos

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Ezequiel llevó a todos hacia el laboratorio de ciencias. Ezequiel les hizo una seña para que esperaran fuera mientras él revisaba el lugar y asegurarse de que no había ningún peligro. Al confirmar que no había nada de que preocuparse les indicó que podían entrar. Las chicas, acompañadas de Bruno, entraron.

-Bien. Creo que primero debo explicarles cómo que convertí en zombie para que puedan comprender bien toda la mierda que estamos viviendo.- Dijo Ezequiel mirando a las chicas.- El día de la mujer, 8 de marzo, ustedes chicas, no asistieron a clases, pero nosotros los chicos sí. Ese día, al llegar, las clases comenzaron como cualquier día. Solo que a la hora de comenzar la tercera clase, los profesores, todos, recibieron una llamada. Asustados cerraron las puertas de los salones y nos dieron la indicación de no salir. Nosotros obedecimos, nos quedamos dentro, limitandonos a solo ver por la ventana lo que sucedía en el patio: había una maestra, no pudimos ver de quien se trataba, pero en la mano derecha tenía un viejo libro y en la otra una vasija de barro, de la que sacó un corazón humano y comenzó a leer en voz alta unas palabras, me parece que era latín. Luego de que terminó de leer, un estallido ensordecedor hizo retumbar las ventanas y temblar el suelo. Un hombre extraño y demasiado alto, apareció de pronto al lado de la maestra, y seguido a él aparecieron un montón de hombres que caminaban de manera extraña. Aquellos seres, atacaron a los profesores al recibir una orden del hombre alto. Los profesores, que luego del ataque yacían inmóviles en el suelo, se levantaron y comenzaron a caminar de manera retorcida y pesada, se esparcieron por toda la escuela a cada salón. Cada maestro entró en un salón y atacaron a los alumnos. Algunos sobrevivimos, pero nos convertimos en zombies, como ellos, pero otros se los cargó la chingada y no quedó nada de ellos, pues los otros zombies se los comieron.- Las chicas miraron con horror a Ezequiel.

-Oh...Bueno, ahora... que hacemos...Hay que intentar salir de aquí, y ver si hay algo que podamos hacer para solucionar esta chingadera.- Dijo Bruno, atónito y mirando a la nada.

-No creo que sea buena idea. Aquellos zombies que comenzaron todo, salieron de la escuela, y lo más seguro es que afuera de la escuela todo sea un cagadero. Además, si esta mierda empezó aquí, probablemente la solución sea dentro de la escuela...Solo hay que tener cuidado de los otros zombies, ellos perdieron su humanidad por completo y se volvieron salvajes.

-¿Y cómo es que tú no te volviste salvaje, Nenuco?- Preguntó Abigail Martínez.

-La verdad, yo tampoco lo sé, pero creo que eso es una ventaja para ayudarlos a solucionar esta mierda.- Respondió Ezequiel. Se levantó y todos hicieron lo mismo. Ezequiel se detuvo en seco y se giró para mirarlos.- Solo deben tener cuidado de no toparse de frente con dos zombies en específico, pues son los que dirigen todo ...

- ¿Quiénes son?- Preguntaron todas al mismo tiempo.

-Baruc y Dulce, de verdad que me tienen hasta la madre, pero no puedo decir nada o no queda nada de mí, más que las tripas que queden esparcidas.

Apenas iban a poner un pie fuera del laboratorio, cuando Ezequiel, que iba al frente de todos, regresó al laboratorio, frente a la mesa principal, seguido por las chicas y Bruno. 

-Chicas, Bruno, escondanse dentro de la bodega, pronto, Baruc y Dulce se acercan. Las chicas corrieron dentro del laboratorio. Apenas cerraron la puerta, los dos zombies antes mencionados entraron en el laboratorio, gruñendo y peleando, tal y como era su costumbre.

-¿Qué pasa?- Preguntó Ezequiel, mirando con nerviosismo a los dos zombies. En respuesta los zombies gruñeron. Dulce comenzó a reír, seguida por Baruc, quien de la risa, soltó un golpe y Dulce molesta le pateó la espinilla; Baruc, se sobó la espinilla y siguió riendo.

-Pero yo no quiero.- lloriqueo Ezequiel. Los zombies gruñeron, esta vez parecía que lo animaban a algo.

-Está bien.- Suspiró Ezequiel. Ezequiel respiró hondo y comenzó a bailar. Pero no cualquier baile, sino que comenzó a bailar el "waka waka" de Shakira. Ezequiel juntó sus manos y comenzó a moverlas de un lado a otro e hizo un intento de belly dance, mientras cantaba con una pésima imitación de Shakira. 

-Samina- mina, eh, eh, waka waka, eh, eh.- Ezequiel bailó, mientras Dulce y Baruc reían a carcajadas y casi morían de la risa. Dulce de tanta risa, comenzó a ahogarse de la risa, mientras que Baruc cayó al suelo por la risa y se retorcía allí tirado. Ezequiel terminó la canción y se sonrojó por la vergüenza. Luego de acabado aquel espectáculo, Dulce y Baruc salieron del laboratorio entre carcajadas escandalosas. 



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⏰ Última actualización: Aug 06 ⏰

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