Capítulo 4

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El acoso que pasaba Leo o lo decía Apolo, "amor a primera vista" duró por muchas semanas más. Desde meterse en su campamento, su cama, la ducha, el gimnasio, llevársela apenas la viera, ser perseguido por los espartanos hasta tomar varias cosas de ella como ropa y meterlas en su habitación en su isla flotante con la excusa de que ella viviría con él.

Al principio Leo sentía rabia y furia ante la insistencia del dios del sol y su capricho por ella. Pero se fue atenuando con el pasar de los días, fuera ira u otra cosa no lograría nada más que cansancio para con ella misma.

Varios ya le han preguntado e incluso sus soldados de porqué no le da una oportunidad a Apolo. Y tiene una respuesta bastante simple, no será agregada a la lista como tantas otras y otros por abrirle las piernas y calentar las sábanas con él.

¡¡¡No, no y no!!!

Si pensara diferente entonces no le importaría que ambos se volvieran amantes. Pero no, tiene su orgullo y dignidad, ella es una maldita guerrera y reina que desafío al destino y enfrentó a los persas con 300 hombres; su nombre y hazañas pasaron a la historia para siempre y nadie la denigrará, mucho menos lo que siente Apolo por ella.

Si algo aprendió es que nunca sale nada bueno el involucrarse con los dioses, ni siquiera existen las etiquetas de familia o parentesco. No le ven un impedimento ser de la misma sangre para acostarse unos con otros.

Bueno... Ella tampoco es para hablar considerándose así misma y sus soldados con la época en la que vivieron... todo era permitido para beneficio... ¡Pero aún así...!

No será un hazmerreír, seguirá obstinada y renuente a aceptar al dios del sol... no cree que los dioses cambien así de la nada por alguien mortal como ella y sus compañeras de armas.

Espera que a ellas les vaya muy bien en sus matrimonios... Y a ella sólo le queda esperar a que pase algo para que Apolo pierda el interés por ella.

Era lo mejor para ambos.

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Leónidas está a una distancia considerable de lo que sucede a pocos metros de ella... Y le ha tomado por sorpresa pero no tanto como para sentirse triste o herida. Prefiere analizar, pasar desapercibida y sacar sus propias conclusiones ante lo que tiene enfrente.

Había ido al Valhalla con Geirolül a visitar un nuevo lugar que vendía de todo, incluyendo libros nuevos.

Le dió con todo a la promoción y la valquiria atacó a la sección de ropa aunque siempre usara la misma vestimenta e incluso los zapatos. Las dos salieron con varias bolsas en manos felices de sus compras. Iban de camino a almorzar cuando se detienen al ver lo que ambas predijeron hace bastante tiempo.

Ahí estaba Apolo besándose y proclamando su amor a una ninfa, la más hermosa que ha visto Leónidas en toda su espiritual vida.

Ambos se separan cuando un hombre, uno de exuberante bella llega y también comienza a besar al dios de cabello rosa.

-- No puedo creer lo que estoy viendo... Dafne y Jacinto ¿pero que diablos están haciendo aquí? se supone que se fueron del Valhalla hace mucho tiempo... --

El trío de amantes se van con sonrisas lujuriosas sin notar la presencia de la espartana que seguía de pie en su lugar.

-- ¡Argh! ¡Ese bastardo! ¿Cómo se atreve a volver con sus ex después de todo el hostigamiento que pasaste por su culpa? ¡Pero me va a oír! Leo, querida ¿quieres que lo golpee? ¡Di que sí y lo golpearé en su enorme cabezota en este instante! --

(SNV) ¿Efímero o Eterno? (RoR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora