𝟕. 𝐂𝐀𝐒𝐓𝐀 𝐃𝐎𝐑𝐀𝐃𝐀 (𝐂𝐎𝐍𝐅𝐋𝐈𝐂𝐓𝐎𝐒)

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Capítulo 7

La reina Irenia entró a la habitación de su hijo menor esa mañana después de haber sido informada sobre la reunión que solicitó el príncipe Valerio ante el consejo ese mismo día.

Al entrar a los aposentos de su ordenado y “perfecto” hijo, la reina encontró un desorden jamás visto por parte del príncipe y sobre todo sintió el olor a vino cargado de buen alcohol impregnado en la habitación, lo cual le fastidió de inmediato.

Verti cruzó la puerta del cuarto de Baño con una toalla sujetada a su cadera dejando ver su marcado torso, El príncipe había acabado de tomar un baño y al salir se encontró de frente con su madre.

—¡Dioses, Madre! —exclamó el príncipe sorprendido por la presencia de su madre en la habitación.

—¿Qué significa esto Verti?

El rubio respiró y caminó hacia la mesa del té en total tranquilidad para servirse un poco de agua. —Pues lo que ve.

—¿Estás bien?, Jamás te había visto en este plan hijo.

—A veces me extraña mucho las preguntas más obvias que hacen padre y usted —susurró Verti en voz baja.

—¿Disculpa hijo?

—Nada madre —Él tomó un sorbo de agua—. Y sí, estoy bien, ahora necesito vestirme, ¿puede darme un poco de privacidad?

—Está bien, solo quería decirte que en unas horas te presentes en el salón del consejo, tu hermano solicitó una reunión y bueno, tu padre la aprobó.

—No iré a oír como los miembros del consejo preguntan si ya se consumó el matrimonio entre mi hermano y la que era mi prometida.

—Pues debes ir, si después de eso quieres venir a llorar estás en todo tu derecho, ahora vístete y asiste a esa reunión y por favor Verti —la reina suspiró suavizando su tono de voz—.  Olvida ya lo de tu prometida, tu padre está buscando algo mejor para ti.

—Lo dudó —él sonrió con ironía—. Si es algo mejor, en cualquier momento se lo cederán a Valerio.

—¡No hables así de tu hermano!, no hagas esos comentarios que solo se pueden prestar para malos entendidos.

—Solo digo la verdad. Yo soy el comodín de Valerio, por ende todo lo que a él le sobre lo obtendré yo.

—¡Que los dioses te perdonen por hablar de esa forma del futuro rey de esta casa! Ahora cuida tu boca y agradece que fui yo quien te escuchó y no otra persona o de lo contrario te podrían tomar por traidor a la lealtad que le juraste a tu hermano cuando fue nombrado el sucesor de tu padre. 

—Claro, madre, no se preocupe, esté tranquila, iré a la reunión a seguirle lamiendo las botas al futuro rey.

—Escúchame Verti. —La reina buscó el rostro de un Verti aparentemente tranquilo—. Pronto todo mejorará para ti, tu padre te concederá la mano de una hermosa princesa, mi amor. Ahora recuerda que te quiero hijo mío —Irenia le dio un beso a su hijo en la frente y salió de la habitación dejando a Verti inexpresivamente triste y enojado.

Aunque no lo demostrara, en su interior la rabia y el odio hacia su sangre parecía crecer un poco más cada día.

Aunque no lo demostrara, en su interior la rabia y el odio hacia su sangre parecía crecer un poco más cada día

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𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐘 𝐀𝐑𝐐𝐔𝐄𝐑𝐎 - 𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎 𝐸𝑁 𝐸𝐷𝐼𝐶𝐼Ó𝑁 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora