Naruto: El Jashinista Inmortal.

Capitulo 68. Kusa no Satsujinsha.

Capítulo 68. Kusa no Satsujinsha.

Karin abrió los ojos, su vista se queda fija en los ojos azules de Naruto. No dijo nada por varios segundos, intentó balbucear algunas palabras pero no salió nada.

Lo había visto casi todo, la vida de Naruto, fue un mar de escenas, el extraño jutsu de Naruto le había permitido ver su pasado.

En un principio, creía que Naruto era un simple ninja despiadado, algo no tan fuera de lo común el el mundo shinobi, sin embargo, logró ver el trasfondo de todo, y no era solamente eso.

Karin pudo ver cómo Naruto empezó a desconfiar de la gente, observó como fue engañado y traicionado por aquel hombre, y como se volvió una persona tan desconfiada.

No fue lo único que había presenciado, sino que también pudo notar su cambio, ciertamente era un ninja sanguinario y sediento de sangre, era bastante sádico y cruel, pero eso tenía una razón, y lo que más la sorprendió fue el cambio de Naruto.

Pudo estar más relajado, tranquilo y cómodo en la aldea y con su equipo, vió la muestra de confianza de Sasuke y hacia Sasuke, pudo darse cuenta de que Naruto no se rendía por nada, ni siquiera por un Genjutsu tan dañino como el de Itachi.

Naruto era un luchador, era un mar de agallas y coraje que no se daba por vencido, era impresionante, nunca vio a nadie con tal disposición de seguir luchando sin importar el Enemigo que esté en frente, incluso cuando el enemigo era uno mismo.

El ejemplo más claro que pudo observar del cambio que tuvo Naruto tuvo que ver con ese chico de Spandex verde. Vió como Naruto lo amenazó de muerte en el examen Chunin, lo había tomado por el cuello y amenazado sin importarle que fuera un compatriota de la hoja.

Y después de eso, Naruto le entregó sus viejas pesas a rock Lee, como simbolismo de que el era capaz de mucho, no solo eso, sino que también lo ayudó a hacer "Ninjutsu" de cierta forma usando el Rasengan.

Presenciar como la mente de Naruto se pudrió fue aterrador, esos sueños y pesadillas con su madre, la desconfianza, el miedo a ser traicionado, el pensar que vivía entre tantas mentiras, Naruto no había solo escapado de la hoja, también había corrido desesperado de ese lugar por todo lo malo que le hacía recordar.

Ahora, el Naruto que estaba frente a ella era bastante diferente al Naruto niño, al Naruto Genin, al Naruto que se volvió un renegado.

Pues, ya no tenía ese chispa tan característica, sí, ciertamente Naruto fue muy seco con las personas que conoció, podría ser indiferente y para nada empático, pero, también tenía sentido del humor y agradeció pequeños favores que le hacian, incluso, llegó a empatizar un poco y respetar las decisiones de personas como la legendaria Tsunade Senju.

Aún así, Naruto parecía un cascarón roto y vacío, estar tanto tiempo aislado de las personas habían hecho que sus emociones se encontraran perdidas, no tenía a nadie con quien hablar, y aunque pudiera verse así en el pasado, tenía a Sasuke y Kakashi para hablar de algunas cosas.

Por eso, este nuevo Naruto era aún más seco y serio, siendo que no era capaz de empatizar con las personas, sí, seguía teniendo un alto intelecto y combate, y en cierto modo seguía siendo algo compasivo y no tan agresivo, pero, todavía era una persona bastante áspera y seca.

Parecía que eso estaba cambiando, las interacciones con Hidan le habían hecho recordar lo que era tener una conversación genuina con alguien más, no la basura de pláticas con Orochimaru que únicamente se basaron en el entrenamiento.

Naruto era diferente, lo que más le causaba conflicto a Karin era una cosa específica, Sasuke tuvo que recibir un ataque mortal para que Naruto pudiese confiar en él, en cambio, Karin únicamente necesitó su apellido y Hidan compartir creencias, era algo bastante confuso para ella.