Ira, odio, tristeza, rencor, todos estos sentimientos provenían de un niño de solo 7 años de edad, que acababa de salir, o... ¿Entrar? Del infierno.
Este niño encontraba buscando comida en los basureros, había pasado un mes desde el incidente y 3 semanas desde que salió del hospital.
En ese tiempo Izuku tuvo que ir a las calles, ya que no podiá quedarse en el hospital para siempre, su vida en las calles al principio fue difícil, pero poco a poco se empezó a acostumbrar.
Y esto nos lleva al presente, 3 semanas después de su salida del hospital.
Izuku buscaba comida en la basura y curiosamente encontró una bolsa intacta con comida dentro, sorprendido el niño toma la bolsa con alegría, pero al momento que la iba a abrir escuchó una voz detrás de él.
-- Ey, mocoso, si no quieres salir lastimado entregame esa bolsa y anda con tu mami -- Le Gritó un vagabundo con voz divertida, mientras activaba su quirk el cuál es sacar pequeñas navajas de sus dedos.
-- N-No te daré nada, esta es mi comida. -- Izuku respondió con miedo pero con seguridad en sus palabras.
-- Jum, así que eso quiere. -- Dijo el vagabundo frunció el seño mientras se tronaba el cuello y dándole una mirada amenazante.
El vagabundo empezó a correr hacia izuku con sus navajas en los dedos, izuku saltando para esquivar un corte pero este fue recibido con una patada estrellándose en una pared.
El vagabundo se acercó a izuku pero cuando miró al lugar donde se suponía que estaba el había desaparecido, el hombre volteó y fue alcanzado por la patada de izuku, que lo mando a estrellarse con la misma pared que Izuku había caído.
-- Tsk, mocoso de mierda, ya verás lo que se te espera. -- Dijo furioso el vagabundo que se levantó y empezó a correr hacia Izuku preparando un puño que apenas pudo esquivar, Izuku agachandose lanza un puñetazo hacia el hombre pero este lo detiene y le empezó a hacer una llave.
-- Maldito niño, ¡solo quería la bolsa pero ahora tengo ganas de golpearte! -- Gritó divertido el vagabundo tirando al suelo a Izuku empezando a golpearlo en la cara.
Golpe
Golpe
Golpe
Golpe
Tras varios minutos de golpes el hombre activó su quirk, sacando sus navajas y mirar con odio a Izuku.
-- Maldito niño,¡ya llegó tu hora!-- El vagabundo Gritó con rabia y se preparó para dar el golpe final, haciendo que Izuku cierre los ojos con resignación.
Izuku solamente tenía los ojos cerrados y recordó una palabra que hace 3 años alguien muy importante para él le dijo.
"Onii-Chan, prométeme que nunca nos vamos a separar, nunca..."
-- Lo siento Sumi, no pude cumplir mi promesa, pero ahora iré contigo y nunca más me separaré de tí... -- susurró Izuku mientras la sangre baja de su rostro.
Cuando el vagabundo iba a golpear a Izuku una mano amarilla lo detuvo, cuando levantó la mirada vió una figura imponente con forma humanoide, aterrorizando al hombre.
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