Connor Stone, es el más respetado y célebre abogado de su ciudad. Cualquiera que intente ir en su contra, vaya que lo va a destrozar a lo grande.
Por ende, es un hombre de temer.
Sin embargo, como siempre hay un pero... Toda su reputación se verá op...
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— ¿No se salvaron? —le pregunto al doctor quien solamente movió su cabeza en negación—.
No sabía que pensar, ni siquiera que hacer, es más, esto nunca lo hubiese imaginado.
Su querida hermana y el idiota de su esposo ¿muertos? Ja, esto tiene que ser una broma de mal gusto.
— Gracias.
Al decir eso vio como el médico se fue, provocando que a los pocos minutos comenzara a dar unos pasos para sentarse en una silla de esa sala de estar.
— Mierda... ¿Cómo es posible qué esto haya sucedido tan repentinamente?
Fue un accidente, uno en el que el culpable fue un tercero; específicamente un camión que comenzó adelantar en la carretera pero ante una mala maniobra, este terminó chocando el auto donde iban esos dos.
Pero que gracia... Si pudiese demandar a ese miserable por lo que le hizo a su hermana y cuñado, vaya que lo haría pagar, pero para su mala suerte, ese infeliz también murió.
— Maldita sea...
Hace unas horas se encontraba tan radiante, pero después por la mentira de su ascenso como la trágica de su hermana, todo se le vino abajo.
— Pero qué... —comento abriendo mucho más sus piernas, dejando una mano en su rodilla y la otra dejándola en su rostro— grandiosa noticia.
— ¿Es Connor Stone?
Ante una voz femenina, levanto su cabeza y vio a una mujer adulta que se encontraba delante suyo portando una carpeta.
— Sí, ¿y usted es?
— Soy la trabajadora social a la que se le asignó este caso. Estoy aquí por Oliver.
Ah, y cierto, casi se le olvidaba el hecho que tiene un sobrino, y él ahora, ya no tiene madre ni padre.
Al ver que abrio la carpeta y comenzaba a inspeccionar algunos documentos, Connor de inmediato imaginó lo que vendría.
— Yo no puedo cuidarlo —soltó de inmediato provocando que la mujer se le quedará observando— sé qué lo que paso fue algo terrible, y más cuando ahora el afectado es mi sobrino... Pero yo no soy una buena opción. Mireme, ni siquiera sé como reaccionar ante la muerte de mi hermana ¿cómo cree qué podré ser el tutor de ese niño?
La mujer lo observo con atención y suspiro: — Por parte paterna, Oliver no tiene a nadie. Por parte materna, solo lo tiene a usted ¿acaso quiere que sea adoptado por alguna familia desconocida en vez de su propio tío de sangre?
«Pero si ya soy un completo desconocido para él, con suerte las veces que lo he visto puedo contarlas con mis manos» al pensar en eso, recordó algunos momentos que estuvo con su hermana, esposo y sobrino, los cuales fueron pocos ya que la mayoría del tiempo solo estaba en el trabajo.
