1

74 13 0
                                    

—Viene un chico nuevo, por favor, no lo arruinen esta vez.

"Jungkook, estamos juntos en esto, o todos la arruinamos o todos la salvamos" dijo JK, dentro de su cabeza, aunque lo escuchaba tan claro que Jungkook podría jurar que le había hablado al oído, luego de tanto tiempo junto a ellos se había acostumbrado.

Suspiró, intentando relajarse, estaba muy nervioso.

Los últimos tres compañeros de cuarto que habían tenido se habían ido, porque no podían convivir con aquellas cinco identidades completamente distintas que compartían un mismo cuerpo.

Por suerte habían sido amables, no lo llamaron loco ni le gritaron, ni nada, sólo se habían ido y no volvieron a hablarle.

O al menos era lo que Jungkook sabía, pero él al ser el anfitrión, las otras identidades no le contaban nada de lo que pasaba, omitían partes importantes para no hacerlo sentir mal, para que siguiera sintiéndose "normal" a pesar de que no lo era tanto.

Jungkook había sido diagnosticado con Transtorno de Identidad Disociativo hacia tres años, cuando luego de su baile de graduación algo había ido muy mal.

Esa noche de había ido con Namjoon a su casa, siendo su interés amoroso estaba más que claro que su intención era tener sexo con él, pero fueron un par de besos calientes y después ya no recordaba absolutamente nada.

Despertó al otro día en el hospital, no tenía idea de qué había pasado, a su lado, la enfermera, el médico y el psiquiatra que lo visitaron y lo cuidaron un par de semanas lo ayudaron a adaptarse a la gran nueva noticia.

Esa noche se había sentido algo incómodo con los besos de Namjoon, y fue suficiente para que otra parte de su ser tomara el control, aquel que después conoció como Bunny, uno de sus protectores, específicamente encargado de protegerlo de cualquier situación sexual con la que no se sintiera a gusto.

Namjoon se había dado cuenta en medio del acto que algo andaba mal, y se detuvo, cuando le preguntó si estaba seguro de lo que iban a hacer, fue Bunny quien asintió, pero el mayor seguía notando algo raro.

Quizás si Namjoon hubiera seguido, hubieran tenido sexo desenfrenado, al otro día Jungkook no recordaría nada y culparía al alcohol... Y nunca se hubiera enterado de lo que en realidad ocurría dentro de su cabeza, y seguiría su vida normal pensando que había tomado de más, pero no fue así, porque el mayor era muy bueno, demasiado.

Bunny era mudo, y sabía lenguaje de señas, y fue luego de un rato en que Namjoon insitió con preguntas de consentimiento, que el castaño respondió con sus manos a las preguntas del otro.

Jungkook no tenía ni idea del lenguaje de señas, luego de notar eso, Namjoon se había alejado y llamó a sus padres adoptivos y de allí al hospital, creyendo que había algo malo, porque ninguna de las actitudes de Bunny coincidía con las de su hijo.

Se dieron cuenta que allí no estaba el niño que habían adoptado cuando tenía once años: Bunny diría que sí a todo, incluso a cosas que Jungkook odiara, y también estaba el hecho muy evidente de que no hablaba y se comunicaba con señas, aunque intentaba hacerlo lo menos posible, ese no era su hijo, ese no era Jungkook.

Al explicarle lo sucedido al médico de guardia del hospital, la situación no estaba ni cerca de terminar, todo estaba recién empezando cuando apareció una tercera identidad: JK, cómo se había presentado después, el protector principal, y fue quien respondió todas las preguntas del médico, y de psicólogo de guardia, un pobre estudiante que parecía muy asustado.

— No estoy en condiciones de responder— dijo, con una voz más grave y sería, definitivamente más intimidante que el tono de voz normal del joven que todos conocían—. Mamá, ¿Podemos ir a casa? Estoy cansado.

The Alters ❅ JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora