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La alarma volvió a sonar, era la tercera vez que la escuchaba y realmente le costaba levantarse, le costaba encontrar un motivo que realmente valiera la pena ese sufrimiento.

-Mierda - murmuro Ray, guardando el nudo en su garganta y observándose al espejo, su cuerpo no era feo y eso le molestaba, examinaba los moretones, esas marcas purpuras o aquellas que ya empezaban a desaparecer y eso aun con la ropa holgada que acostumbraba llevar, posiblemente el resultado seria peor si alguna vez llegaban a descubrir su farsa.

Es así como decidió comenzar a vestir desalineado, a dejar que su cabello le ayudara a cubrir su rostro, esperando recibir la menor atención posible, esperando que un día simplemente lo dejaran en paz.

-Buenos días - eso lo sorprendió, recién llegaba al final de las escaleras y el susto lo hizo casi tirar sus libros, el miedo le acelero el corazón y su mirada se centro en el libro de química que coronaba la pila que sujetaba con fuerza -Si, también te extrañe, hermanito - dijo divertido, dejando ambos platos del desayuno en el comedor.

-¿Cuando llegaste? - pregunto finalmente, ocultando el terror inicial, si, esperaba encontrar la casa vacía al bajar, si, pensaba que su hermano estaba en España terminando su carrera y no, no era la presencia de su hermano lo que lo atemorizo en el primer vistazo.

-Hace 3 horas, mas o menos - lo que le asusto fue que su hermano era la viva imagen de Elizabeth - vi a mamá salir al trabajo, dijo que te deseaba suerte en la escuela.

Ray solo sonrió un poco, lo suficiente para no parecer un insensible a la llegada de su hermano desde tan lejos y después de tanto.

--- Tu... ¿vas a quedarte? --- pregunto al finalmente estar frente a frente, ambos ya en la mesa

---Me encantaría darte la mala noticia, pero no, regresare en un mes, ese fue el periodo de descanso que me dieron --- Ray solo miro su plato.

Quería a su hermano, sabia que el haría cualquier cosa por el, y ese era el problema, es por eso que su mano oculta sujeto su abdomen, ¿Que aria si se da cuenta?, posiblemente intentaría solucionarlo y como consecuencia el acoso del dúo maniaco solo se volvería peor.

---Debo irme --- dijo de inmediato interrumpiendo su intento de crear una conversación --- hoy me pidieron llegar mas temprano.

---Ah, te pongo el desayuno para llevar...

---No, gracias pero realmente tengo prisa--- su hermano frunció el entre cejo y cuando el menor estaba a pasos de salir un --- Ray, ¿Donde esta tu mochila?---

Ray se maldijo, quería salir antes de que su hermano se diera cuenta, pero aprovecharía su apuro para dar una respuesta rápida y no dar una explicación.

---La perdí.

(...)

Lía estaba molesta, había intentado comunicarse con Mai desde ayer en la tarde pero simplemente había sido ignorada, es por eso que no pensó muy bien su siguiente movimiento.

-¿¡Donde estaba!? - Johan la miro con el ceño fruncido.

-Engañándote, tal vez- respondió, pero la rubia volvía a interrumpir su camino - no juegues con mi paciencia, Lia - amenazó.

-Entonces dime donde - pero fue interrumpida por un chasquido del cenizo y un jalón de cabello que la quito de camino - mierda ¡Johan!

Pero eso fue todo, además de las recientes miradas y susurros, era un mal inicio del día, y cuando decidió evadir esas miradas entrando a un aula, terminó por chocar con el principal dueño de su lastima.

-P-Perdón, enserio yo... - Lia lo sujeto rápidamente del mentón cubriendo su boca en el proceso.

-¿Escuchaste? - Ray se apresuró a negar, sujetando cada vez con más fuerza sus libros para evitar que cayeran - no importa... Johan se fue a la derecha, así que ten cuidado - dijo después de un suspiro.

Ray la miro confundido pero terminó por asentir a irse en dirección contraria a la dicha.

-¿Y eso que fue? - un susto más -¿ya son amigos o algo así?

Emma estaba en su asiento, sus pies subidos al pupitre y su atención recientemente alejada de su teléfono.

-Si, claro - respondo con un suspiro de alivio- solo me divierte verlo correr asustado.

-Bueno, sería más divertido si le decimos a Mai que chocó contigo, ¿que crees que le aria hacer? - Lia solo pudo morder su mejilla interna - tal vez hacerlo pedirte perdón de rodillas, si nos vamos a lo suave, o tal vez volverlo tu perro por un mes, sería bastante divertido.

-Preferiría que no pasará nada de eso - Emma la miro con burla - ellos pueden hacer lo que quieran, pero preferiría no volverme su excusa.

Después de todo, era evidente que eso no pasaría para defenderla y eso solo la haría sentir más culpable.

-¿Su excusa? No te pongas tan abajo, seria como el si no fueras la novia de Mai, si eso llegara a cambiar... bueno, no queremos eso ¿verdad?

---El y yo no somos iguales

---Tienes razón, tu eres linda, el no conto con esa suerte, que lastima, ¿No crees?


BullysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora