BABY TOKYO; capítulo uno.

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"Sanzu"

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Cree estar jodidamente drogado cuando lo ve, no obstante Sanzu sabe que hoy se le necesita lucido, solo por las siguientes noches de la semana.

Tenia un encargo en específico; resulta que un par de chicos de una banda criminal recientemente surgiendo por esos lados han ido a causar algunos problemas, en su tonta cabeza, pensando que tendrían algún tipo de oportunidad contra ToMan.

Obviamente no fue así.

Supone que está muy ocupado observando a la gente a su alrededor; aquellos que podrían parecer una amenaza para su vida y no mirando omegas que parecían más prostitutas que otra cosa.

Así que cuando este Omega de anchas caderas vestido con un vestido rojo que deja su cuello al descubierto; se impresiona un poco.

En especial por qué el Omega no huele a puta y con eso se refiere a que no huele a sexo. De hechos, no huele a nada.

Lo mira, a segundos de mandarlo a la mierda o a segundos de ofrecerle un pase de cientos de dólares para llevarlo a su departamento y follarcelo contra alguna pared durante la noche; pagará por la discreción y si eso no funciona entonces le matará.

Pero es la suave voz y esos ojos azules cristalinos de lágrimas que le hacen quedar en shock unos segundos.

-Sanzu...

Sanzu recuerda la época dorada de Mikey, cuando este Omega salía con él y le hacía ver a él y a todos un mejor futuro.

-takemitchy- responde, ignora que ahora el Omega está tan cerca como para escucharlo claramente -, ¿Jugando a las prostitutas?, ¿cuántos cobras la noche?

Cuando Takemichi coloca sus manos sobre los pectorales piensa por un segundo que aceptará, pero entonces los ojos de Takemichi comienzan a llorar.

-sanzu, por favor, necesito encontrar a mikey; necesito que me ayude a rescatar a mis hijos...-la respiración se atasca en su garganta.

-¿qué?- murmura. takemichi saca de su pequeño bolso unaa fotografía de tamaño mediano, la vuelta en sus manos y la muestra a Sanzu, temblando y sollozando.

No es uno ni dos, sino tres.
Tres niños que son una calca exacta de Sano Manjirou, El rey Yakuza, el jodido criminal más buscado de Japón.

Toma los codos de Takemichi con fuerza y lo arrastra lejos del bullicio, tomando las escaleras para llegar a su oficina.

Cuando lo hace Takemichi a dejado de llorar y tiene está mirada decidida en su rostro.

-cuentame.

Hanagaki toma aliento antes de soltar los más importante del caso.

-hace tres días, el lunes, Cuando fui a buscarlos a la guardería no estaban. Los profesoras dijeron que un hombre los retiro, que tenías una carta con mi firma...

-¿Te contactaron?

-si- takemichi se muerde el labio-, lo primero que hice fue dirigirme a la policía pero me interceptaron, dijeron lo obvio y... y dijeron que sabían quién era el padre; que lo buscará y se los entregará, Sanzu; yo...no sé que hacer -takemichi se abraza a si mismo-, Kazutora dijo que posiblemente matarían a mis hijos aún que trajera yo mismo a mikey ante sus ojos... necesito, necesito...

Sanzu apreta lo labios.

-sé. Ahora..., ¿Te han dado algo más-
Takemichi saca de su bolso, un sobre.

Cuando Sanzu lo toma y lo abre, ve tres mechones atados en una liga. Dos parecen ser del mismo tamaño sin embargo el tercero es notoriamente más pequeño.

-me lo enviaron ayer-dice, con la voz ronca por el llanto -, es por eso que estoy aquí hoy.

Sanzu sabe una cosa en específico; los tres príncipes no morirán ni hoy ni mañana, no lo harán en mucho tiempo.

Eso lo asegura.

I Have Sex (+18, mitake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora