BABY TOKYO; capítulo dos.

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"Babys"
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Sanzu no demora en llevar a Takemichi a donde su jefe.

ni siquiera le deja sacarse el vestido que le hace parecer una prostituta, esto no parece molestar a  Takemichi, quizás por que su mente esta ocupada con la posible muerte de sus tres hijos.

el viaje no es largo, supone que es por que la velocidad de su vehículo supera con crece la de los demás.

aun así se da el tiempo de observar hacia su lado derecho, la forma en las manos del omega tiemblan aun cuando las trata de no mover colocándolas en su regazo fuertemente, es casi adorable; le suministra su mente alfa.

redirige su mente a lo que esta haciendo; conduciendo rápidamente hacia la mansión estilo japonesa en la que viven todos los ejecutivos de la Gran ToMan, junto a su líder; el invencible Yakuza Manjirou Sano.

jura que no se da cuenta cuando llegan, solo lo hace cuando escucha el respingo que da Takemichi; como si estuviera aun más asustado de solo estar frente a frente con la mansión que a otra cosa.

—¿crees que me escuchara?— pregunta con timidez, pero con los ojos llenos de valentía cuando Sanzu lo mira directamente, es solo ahí cuando se da cuenta que los labios de Takemichi tienen yagas pintadas de rojos por el pintalabios que esta utilizando.

—no lo sé— dice, y ya que esta completamente sobrio de toda droga, esta siendo inusualmente comunicativo, en especial con este omega que no ha visto en  tres o cuatro años—, pero lo pensara si ve que soy yo quien te trajo.

—¿por que?, ¿eres su hombre más confiable?— dice, sin moverse, aun con un toque de broma en su voz a pesar de que se ve nublado por  el nerviosísimo y la ansiedad.

—...¿quien sabe?— se burla, saliendo del vehículo, no necesita mirar hacia tras para saber que takemichi le sigue a pasos a nerviosos pero decidido.

adentrarse a la gran casa nunca ha sido tan complicado como ahora, los hombres de bajo nivel lo miran con los ojos abiertos; sorprendidos. otros tiene el descaro de intentar oler al omega desde su posición solo para se detenidos por un gruñido de Sanzu.

no nota como Takemichi camina un poco mas rápido para poder estar caminando a su lado y no detrás de él, pero cuando se da cuenta lo deja pasar.

los pasillos no le confunden a él y por lo que nota a takemichi no le interesa saber los caminos que hay que tomar para llegar a la oficina de mikey, casi se burla de este hecho.

es como si takemichi no supiera lo obsesionado que esta mikey con él, como si pensara que Manjirou lo dejara ir después con sus tres hijos a vivir la vida ingenua e inocente que han estado viviendo por estos cuatro años.

tonto.

tonto omega.

tampoco puede culparlo, puede intuir que Manjirou no le dio ni una sola explicación por el abandono repentino que tuvo por parte de su alfa hace cuatro años.

Sanzu toca una vez las puerta a la que llegaran después de dar tanta vueltas, solo toca una vez mas antes de abrir  la puerta y presentarse ante el alfa que estaba adentro.

el olor a humo le hizo mella en la nariz, tratando de no arrugar la cara para  o disgustar a alfa con su insolencia. tampoco puedes culparlo; los puros que fumaba el alfa eran fuertemente olorosos, los mejores del marcado, a pesar del potente olor.

—¿que mierda haces aquí, Sanzu?— Sanzu trago saliva ante el tono obvio de enojo—, ¿te has puesto tan flojo para trabajar?

—no, mi Rey... es solo que ...— aprieta los labios al sentir la mirada de Manjiro sobre él, el alfa había desviado la mirada de la ventana donde el jardín  era un espectáculo para él—alguien sucedio.

—¿alguien?— Sanzu se lame los labios con nerviosismo antes de entrar por completo a la habitación, escuchando los pasos detrás de él del omega.

ve y siente y huele la reacción del alfa frente a él.

Mikey abre los ojos con sorpresa, el ambiente se vuelve ligero por un segundo antes de caer por completo, el olor de Mike; su oler característico a sangre se expande por toda la habitación.

Sanzu trata de no respirar el olor que se vuelve a podredumbre rápidamente.

—¿que haces aquí?—  a sanzu le parece increíble que Takemichi tiembla  como ante  la fachada de una casa y no ante la voz alfa que despliega Manjirou sobre él.

Tatkemichi toma un respiro profundo antes de dar dos pasos adelante, quedando justo al frente de Sanzu.

—Manjirou— dice, carente de cualquier tipo de emoción, si a Mikey le afecta este hecho, no lo da conocer—, necesito tu ayuda para...

—no.

takemichi se congela ante la simple negativa, solo es por un segunda que esta tieso antes de seguir hablando. como si Mikey no hubiera dicho nada.

—..., mis hijos están en peligro. alguien se los llevo, Mikey y necesito...

Manjirou se burla con odio en sus ojos, Sanzu nota que esta herido ate la mención de los niños. el alfa se gira para poder volver a mirar el jardín que le ofrece su ventana.

—...pídele ayuda a su jodido padre, Omega.

Sanzu puede ver como la vergüenza ajena llena la cara de takemichi, como la ira se muestra en  sus puños cerrados.

el omega suspira con fuerza antes de llevar sus manos a su cartera y sacar de allí la imagen que  mostro a Sanzu.

el omega sin miedo alguno lleva sus manos a la silla, la gira con fuerza y golpea la foto en la cara, ¡en la cara!, del alfa.

—¡¡ES LO QUE ESTOY HACIENDO, EXCUSA DE ALFA!!— grita el omega, Manjirou en su asombro toma la foto que es estampada en su rostro con rudeza.

una vez  los ojos de Mikey se fijan en la imagen todo su cuerpo se tensa nate de parecer volverse una masa.

—...¿que...?— murmura, mirando a takemichi y a la foto una y otra vez— ¿cuando?

—no importa, idiota— gruñe el omega—. es tu culpa esto, ¡la única razón por la que se los llevaron es por que son exactamente iguales a ti!!, no podría negar que son tuyos también aunque quisiera. ¡incluso en su actitud!

el omega lo mira con desesperación en sus ojos.

—no me  importa si no me amas, Manajirou. pero son mis hijos, y se lo llevaron. no sabes, no sabes todo lo que he hecho para poder llegar aquí..., paraque ...Manjirou, necesito a mis hijos de vuelta— es entonces usando el omega comienza  a llorar.

el olor dulce volviendo amargo es suficiente para que Mikey se levanta de su asiento, aun con la foto en la mano.

—Sanzu...— Mikey no necesita decir mas para que Sanzu se ponga manos a la obra.

de hecho, ya lo había hecho, ahora solo debe recoger la información.

I Have Sex (+18, mitake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora