Nuevos Amigos, Nuevos Problemas

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   La verdad no me quejo mucho. Por primera vez estoy aprobando todo y me está yendo re bien en la escuela. Ojalá no decaer devuelta. Le tenía mucho miedo a la recaída. Se está acercando mi cumple y la verdad estoy ansioso. No tengo ni idea de que me espera la vida a los 17. Ojalá sea divertido cumplir años.

    Viné de la escuela re hambriento. Tenía ganas de hacerme unas milanesas de carne pero terminé comprando de pollo porque la carne está re cara. Me faltaba la ensalada, por lo tanto me fui al almacén de la esquina de mi casa. Salí con un dolor de cabeza porque gasté $2000 en dos cosas. Mientras caminaba, vi a mi mamá saliendo de un auto negro. Me pareció re raro y caminé más lento para ver la escena completa. Al salir, se besó con un hombre de aproximadamente 38/40 años. Fue re raro, o sea, las cosas con mi papá no andaban para nada bien pero nunca se habían separado o nunca oficializaron nada. No le iba a decir nada porque yo ya sabía de las infidelidades de mi papá. Me llego parecer hasta gracioso porque ambos se mentían mutuamente pero nunca se separaban.
Abrí la puerta y puse cara de no haber visto nada. La vi y le pregunté:
   -¿Qué hacés tan temprano del trabajo?
   -Nada, cerraron porque entraron a robar al negocio- Respondió.
 

  Que mentirosa que es, se merece un Óscar por su actuación. Agarré el aceite y empecé a preparar las milanesas, estaban re ricas de paso. Andaba re curioso. Quería saber quién era ese tipo, por lo tanto, me di el labor de empezar a investigar que estaba pasando. Estaba de suerte porque justo estaba durmiendo la siesta, por lo tanto, tenía el tiempo suficiente de revisar su celular para saber quién era. Estaba re mal lo que estaba haciendo pero no me importaba. Agarré su teléfono y justo le llegó un mensaje por Instagram. Obviamente no soy tan estupido y no abrí el mensaje pero si copié el nombre de usuario para empezar mi investigación. Llegué a la conclusión de que se llamaba Julián Cortes. Parecía más joven de lo que aparentaba. Justo escuché un ruido, era ella obviamente. Guardé todo lo más rápido posible y fingí que estaba haciendo la tarea. No entiendo cómo mi mamá no sospechó nada si yo nunca hago la tarea, pero bueno. Agarré las llaves y me fui para la plaza a despejarme un rato.

   Eran las 3 de la tarde y tenía suerte porque estaba abierto la heladería de mi compañera. El sabor Chocolate Blanco está súper infravalorado, es re rico. Encima estaba re lindo el día, nada podía empeorarlo, hasta que vino un perro y me sacó el helado de la mano básicamente. Me salvé de que no me muerda. Me re enojé. Creo que estaba más enojado por la plata que perdí que por el dedo que casi pierdo. Ese cuarto me salió $1500. El dueño del perro se disculpó y todo, pero el helado ya no lo tenía. Se llamaba Nicolás y la verdad pegamos buena onda al instante y se armo buena charla, no lo voy a negar. De hecho, ya no me importaba lo que había pasado porque hasta yo mismo empecé a reírme de la situación. Le pedí el instagram. @nicolas_cortes06 era el suyo. Me pareció re raro, ya era el segundo Cortes que se cruzaba por mi vida en un mismo día. Sería re loco y re sacado de una película de Marvel que este chico sea el hijo del amante de mi mamá. Mientras lo acompañaba a la heladería a que me compre otro helado, le contaba a Nico y a Franco que era la segunda vez que escuchaba el apellido Cortes. Nicolás obviamente se río porque era igual a su apellido. Le conté que Julián Cortes era el nombre del nuevo novio de mi mamá. Ya me parecía al señor del colectivo, contándole mi vida a personas que acabo de conocer, pero ni me molestaba.

https://www.instagram.com/p/Czq6O4HOwNV/?igshid=MzRlODBiNWFlZA==

    Eventualmente me despedí de mis nuevos amigos y me invitaron a tomar unos mates si no tenía nada que hacer. Y así terminó mi tarde con nuevos amigos, nuevos amantes y nuevas peleas.

   ¿Qué más podría salir mal en una vida que no vale la pena? Bueno, faltaban más cosas que aguantar. Eran las 21hs. Estaba cenando hasta que quedé sorprendido. De repente, empecé a escuchar ambulancias y ver luces rojas en la casa de mi abuela. Rogaba a dios que no sea ella y esa noticia, pero de que sirve rogar si nadie te escucha. Efectivamente, era esa noticia. Recuerdo que me encerré en mi cuarto y lloré mucho. Sentía que perdía todo de mí. Esos recuerdos, esas tardes, esos días buenos. Se llevó todo. Se llevó a la tumba lo mejor de mí.

    El velorio fue más rápido de lo creí. Llegué a mi casa. Me acosté y sentí el peor vacío que pude tener en mi vida. La vida se siente otra cuando llegas a tu casa vacía después de enterarte que ya no vas a hablar más con alguien en tu vida. Estaba cómo enojado con ella. Se fue de este mundo y me dejó peleando solo. Empecé a llorar, el abrazo que necesitaba de ella no estaba y mi ma- tampoco me lo iba a dar. Andaba roto pero no se podía hacer nada. Tenía miedo a olvidarme de su voz, de su risa, de sus mates, de todo. Ahora mismo me estoy odiando porque sé que le rompe el corazón cuando lloro pero, al menos, sé que me esta escuchando mientras lloro en las noches. Le tengo mucho miedo a la caída. ¿Mi corazón se detendrá? No entiendo cómo estoy perdido. Ni el estado más alto de consumo se puede comparar con perderse en esta vida. No entiendo por qué tengo estos pensamientos. Creo que hay que seguir adelante y tener esperanzas en un mañana mejor, un mejor día, días buenos. Rezaba para olvidarme de todo esto en la próxima semana.

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