Capitulo 15: Momento de la verdad.
Ahí van Andrew y Martín, dos personas de mundos totalmente diferentes, pero con el mismo objetivo: salvar a las personas que aman. Historias como esta nos hacen cuestionar muchas cosas, ¿quién es realmente el villano de esta historia? A veces, todo depende de la perspectiva.
Andrew, un niño abandonado por su madre cuando era pequeño, no la odia. Solo quiere tener la oportunidad de conocerla por primera vez. Su único hermano que conoció murió y él carga con la culpa de esa pérdida. Cargar con una culpa así consume a las personas y las lleva a hacer cosas que no son propias de ellas. Aun así, sus intenciones siguen siendo puras: salvar a un ser amado.
Martín, un joven que encontró el amor y tuvo que presenciar cómo esa persona moría frente a sus ojos. Si bien es cierto que Martín no aprendió a dejar ir, seamos sinceros, si tuvieras la misma habilidad que él, ¿no harías lo mismo? Sus acciones son impulsadas por el amor y también son puras: salvar a un ser amado.
El problema radica en que Martín y Andrew se encuentran en el camino del otro, y solo hay un final trágico en esta historia.
El amor puede cegar a las personas.
Andrew está llegando a la ciudad en busca de Martín, pero se encuentra con alguien en el camino.
—Te queda poco tiempo —le dice aquella persona a él.
—Solo ten paciencia, te dije que haría el trabajo —dice con una determinación tan segura en sí mismo.
—Recuerda lo que pasará si fallas —le dice aquella persona desvaneciéndose en el aire.
Andrew siente una angustia: ¿qué pasaría si él falla? Esa pregunta empieza a dar vueltas en su cabeza, él sabe perfectamente lo que podría ocurrir.
En ese momento, Andrew ve a Silvia pasar a lo lejos, y decide poner en marcha su plan. Se acerca a ella y la atrapa por la espalda, colocándole un pañuelo con alcohol en la boca para hacerla desmayar. Luego la carga en el coche y se marcha.
Carmen estaba haciendo una llamada justo en ese momento, y al terminar, ve las pertenencias de Silvia tiradas en el suelo, lo que la asusta. Comienza a gritar el nombre de Silvia.
—Estás bromas no me gustan Silvia — empieza a decir de forma preocupada pero no ve a Silvia por ningún lado, coge el teléfono y llama a Martín.
Mientras tanto, Martín estaba en su casa buscando más pistas. Seguía leyendo el diario en busca de información relevante, pero parecía encontrar más de lo mismo, al menos eso pensaba él.
En su mente, comenzó a surgir una idea: "Si Helen era de una época más avanzada que la mía, ¿cómo pudo viajar al año 76? Se supone que solo puedes ir a un lugar donde ya existes". Fue en ese momento que Martín comprendió que el salto en el tiempo no era lo único que se podía hacer. De alguna manera, Helen descubrió información que aquellos "de arriba" no querían que ella supiera, y por eso la estaban buscando.
"Nosotros no tenemos intuiciones, esas sensaciones de hacer algo son el propio tiempo guiándonos", pensó Martín, aunque a veces le costaba entenderlo todo. En ese momento, su teléfono comenzó a vibrar y él contestó.
—hola, ¿Carmen? —dijo al ver de quien era la llamada.
—No encuentro a Silvia —Dice soltando en llanto —solo me distraje y al ver todas sus cosas estaban tiradas, hasta su teléfono —dice entre cortes de suspiros y llantos.
—¿Espera que? —dice Martin, ahí estaba otra vez él sintiendo que volvió a fallar, otra vez su mundo empezó a dar vuelta y su corazón se quebraba, pero esta vez había algo diferente en él, esta vez había esperanza al tener el libro, tuvo una intuición de que Silvia aún no había muerto y fue cuando entendió lo que Helen había escrito —Trata de calmarte, yo me pondré a buscarla —le dice Martin para después colgar la llamada.
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Martín | La carrera contra el reloj
RomancePiensen en el destino, ¿Alguna vez tenido esa creencia de que nacieron para algo?, ¿nunca se han preguntado qué pasaría si no hubieses hecho eso que hiciste?, esas eran preguntas que siempre solía hacerse el joven Martín Stone, hay personas que dic...