Un Día de Campo con el Destino.

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*~~++*~~++*Kim*~~++*~~++*

Kim salió dando pisotones a la terraza, aun así podía oír las risas histéricas de sus omegas. otra broma mas y los colgaría a los tres de la entrepierna y los usaría de piñata, este asunto lo tenia estresado. Gruñendo pateó la mesa y esta callo directo al suelo del jardín, con el estruendo las risas comenzaron de nuevo, fuertes y burlonas, pasado de rosca, Kim, salto de la terraza a 7 metros de altura mientras dejaba escapar a su bestia. Ya era bastante malo que su manada estuviera constituida casi solo de hombres, que la única mujer fuera una loca bruja que prefería a las mujeres en lugar de los hombres; pero que su bestia destrozara su ropa cada vez que sus omegas le jugaban una broma era el infierno. Desquiciado por demás comenzó a correr a gran velocidad en el momento en que sus patas tocaron el suelo.

Corrió sintiendo los kilómetros desaparecer bajo sus enormes patas, dejando que su inmenso cuerpo rozara los arbustos y los arboles, viendo el tronco caído de un viejo roble lo salto con agilidad, frenando mientras lanzaba un feroz rugido.

*~~++*~~++*Adam*~~++*~~++*

Adam había decidido pasear ese día, el hospital lo ahogaba últimamente, y un día en el bosque le parecía una encantadora manera de liberar estrés; acerco el sándwich de atún a su boca, pero no logro comer ni un bocado que un enorme y muy negro león salió de detrás de un tronco, rugiendo en su dirección. El león tenia ojos verdes y la piel entre negro y azul, su melena era amplia, algo mas lisa y peinada que la de un león normal. Era demasiado grande, su cabeza rivalizaba en circunferencia con una pizza tamaño familiar de 12 porciones, y su altura era similar a la de un caballo. El sándwich callo de su mano y se quedo mirando boquiabierto a la bestia. Su pantalón color beige se humedeció mientras temblaba de miedo, sintió como sus bolas intentaban meterse bajo su cuerpo mientras el animal cerraba su bocaza y lo olfateaba. Sus ojos comenzaron a cerrarse y rezo para que ser comido no doliera tanto.

Cuando abrió sus ojos estaba sobre una blanda cama. La habitación era amplia, con las paredes forradas en pelusa bordo brillante, la cama dominaba el espacio central, mientras un pequeño y elegante escritorio hacia de oficina en un costado y un hermoso ropero de pared color caoba rellenaba la otra pared, la alfombra era de un color dorado oscuro y el techo un color manteca opaco. Todo olía muy bien, la almohada junto a su cabeza tenia el perfume mas delicioso que había olido en su vida, una mezcla de mentas y masculinidad que hacían a su pene saltar con una extraña alegría. Solo entonces noto, extrañado, su desnudes.

Se levanto y busco su ropa al rededor de la cama, noto la orina avergonzado y solo se coloco la remera, agradeciendo que esta le quedara demasiado larga, como casi toda la ropa que su padre le regalaba. Camino avergonzado a la puerta y salió a un largo pasillo, el mismo presentaba una decoración similar a la de la habitación, solo que los pisos eran de madera pulida y el techo gris plata con bordes manteca, las paredes forradas en alfombra logrando que el lugar se viera elegante. Caminando hacia la derecha por puro instinto busco tímidamente a la persona que le había salvado del león, mientras jalaba su remera mas abajo tapando sus nalgas desnudas.

++**~~Tyson++******

Tyson giro por el pasillo y vio una hermosa muchacha de cabello rubio y ojos cielo caminar casi sin ropa por el pasillo, le sonrió y esta lo miro tímidamente, parecía que el alfa había tenido diversión. Tyson se alegro por el, Kim necesitaba compañía, se estaba convirtiendo en un amargado.

-hola, buscas a Kim supongo- saludo dulce, mientras le miraba de arriba a abajo.

- ¿Kim?.. e... ¿Él me salvo?- pregunto confundida y a Ty le pareció adorable.

-supongo... ¿quieres que te lleve donde el?

-s.. si, por favor.

Tyson guió tranquilo a "la joven" hacia la oficina del alfa, golpeando suave la puerta escucho un atragantado y tenso pase, en ese momento la compañía de su alfa no pareció tan "des estresante" como pensó, mirando a la joven se pregunto como alguien tan pequeña y preciosa había puesto de malas a su "para nada amoroso" alfa. Pero de nuevo, su Alfa sabia muy bien como retener un palo dentro de su culo.

Un Alfa AmargadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora