5: Resaca de un desastre

775 67 10
                                    

5: Resaca de un desastre

*~~++*~~++*Kim*~~++*~~++*

No podía creer que todo hubiera salido tan mal, solo quería una comida decente, conocer a su pareja y lograr llevarle a la cama, debía admitir sus para nada inocentes intenciones, no lo iba a negar, su polla se estrangulaba contra la cremallera cada vez que estaba demasiado cerca de su seniota, había logrado superar el hecho de que Adam fuera hombre, y si bien no admitía ser gay, su pareja era la excepción a su regla.

pero no, todo tenía que salirse de control y terminar con una cachetada de Adam.

<<Aceptalo, eres un perdedor.>> menciono su conciencia.

- si tu no hubieras intervenido hubiera salido un poco mejo parado-le gruño a su propia conciencia, realmente odiaba a esa mierda.

aun no lograba encontrar el momento en que todo se había ido a tomar culo y Adam se había enojado, y en cierto rincón de si mismo, deseaba jamas recordar de nuevo.

*~~++*~~++*Adam*~~++*~~++*

Lo odiaba, lo detestaba... ¿como demonios había caído tan bajo como para confiar en el estúpido león?

solo había querido una cita de película, una cena tranquila y risueña, un paseo al aire libre y una besuqueada en la entrada de su depa, solo eso. estaba muy seguro de que no era mucho pedir. Era injusto que la gente que menos lo merecía tuviera el romance que el tanto añoraba; debía admitir que era un romántico sin causa y un resentido, pero lo de esta noche ni dios lo hubiese perdonado.

secando las lagrimas con restos de delineador encendió el agua de la ducha y se metió bajo ella sin siquiera quitarse los zapatos. se sentía mal, muy mal, Kim no parecía querer nada ademas de molestar, no lo quería de pareja, lo quería de capricho, por mocoso, por que le había dicho que no.

Sin poder evitarlo comenzó a llorar nuevamente, mientras pateaba su somier, se sentía tonto, idiota, un inútil. había confiado plenamente en que el león había cambiado minimamente como para aceptarle, pero era obvio que el tipo seguiría queriendo otras compañías, y que el solo seria una almohada en la cama.

decidido a sacarlo de su mente Adam decidió que no podía estar siquiera en la ciudad, tomando su teléfono llamo a su madre, debía aparentar que nada había pasado, de lo contrario la preocuparía.

un tono... dos tonos...

-Adam?

-Hey mama, ¿como estas?-sonrió pese al dolor, su madre siempre le daba esa seguridad de llorar como un sonso.

-muy bien bebe, ¿que sucede?-pregunto ella, Adam sabia que su mama olía los problemas incluso a través del teléfono.

- Nada... tengo unos días libres.. y me preguntaba si podría pasarlos con ustedes-susurro mientras retorcía el cable del teléfono fijo.

-Adam Michell Simons a mi no me engañas, dime que te sucede

-p..promete que no me tomaras por loco...

-¿por que habría de hacerlo amor?

- yo... es una larga historia... ¿recuerdas que hace unas semanas decidí hacer un picnic en el bosque? pues... estaba sentado comiendo cuando un putamente grande león negro apareció

-cuida tu vocabulario

-hu...si lo siento, la cosa es que me desmaye del miedo y desperté desnudo en una cama... la persona que me había salvado estaba en su oficina, me dijó que..hu.. sonara raro... que el era el león..y pues..lo era...

Un Alfa AmargadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora