6.1 plan y rescate de un joven doctor
*~~++*~~++*Kim*~~++*~~++*
No pudo dormir esa larga noche, no sabiendo que su pareja no estaba segura, sabiendo que sufría, que tendría frío, y que podría haber sido torturado violentamente. En cuanto el alba decidió aparecer todo su cuerpo estaba alerta, tenso, listo para cazar, saliendo de las carpas que habían instalado a tres kilómetros de la casa comenzó a prepararse para ese largo día, hacerlo de día les impedía cambiar, pero les otorgaba a su vez algo de seguridad, calzandose su ropa especial y listo para el combate Kim avanzo hacia sus "tropas de rescate".
En cuanto se acerco diviso a osito hablando animadamente con Samira, todos estaban tranquilos y relajados menos el. Tomando la cerveza de raíz que le ofrecían los gemelos Leidolf (Edmond y Edward), se sentó un un tronco viejo cancelado con una cruz y escucho intentando olvidar su tensión.
-El plan ya está listo - dijo Edward, el gemelo de tatuajes blancos que le miraba burlesco a través de sus gafas de sol.
- Deberás atenerte hasta la última palabra, si quieres que salga bien - dijo serio Edmond, ambos tenían los ojos celeste vidrio, casi podías verles el alma arremolinándose en ellos, delatando su poder; y es que cuando se enfadaban, sus ojos se arremolinaban en cientos de colores, dejando en claro lo peligrosos que eran.
-Lo haré, pierde cuidado. - Dicho esto, Kim tomó el sobre y lo leyó cuidadosamente; debía darles un punto a favor por su gran táctica, eran en general, inteligentes.
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La noche había caído intensa sobre sus cabezas, la luna estaba cubierta por lo que el pelaje de Kim lo camuflaba. A último momento se había cambiado la hora del plan. Samira le había colocado un hechizo térmico que impedía que los aparatos de visión nocturna y térmica lo detectaran. Llevaba en sus cuatro patas unos cobertores ridículos de elaciones plásticas que le permitirían evadir las trampas de plata pura y mesclas, que los cazadores habían dispuesto; más temprano, Samira las había encontrado a todas. Lentamente se acercó a la horrenda puerta roja, sus pelos se erizaron al olerla, eso no era pintura, era sangre de Ninfa. Solo un ser despiadado mataría una ninfa, las ninfas eran inocentes y hermosas, eran siempre niños, y para matarles debías cortarlos en trozos, nadie en su sano juicio descuartiza a un niño de cuatro o cinco años y pinta una puerta con su sangre, podía imaginar que esto solo lo había hecho la "agradable" señora Simons, dudaba que el padre de Adam fuera capas del acto, incluso Samira dudaba un poco de su culpabilidad, ya tendrían tiempo de interrogarlos luego hasta volverlos locos.
Con mucho cuidado empujo la puertas con sus patas, con su peso y el liquido oxidante que habían colocado en el picaporte la puerta cedió fácilmente, con muchísimo cuidado comenzó a bajar oliendo cada milímetro que avanzaba. Con mucho cuidado avanzo hasta la segunda puerta, si bien no estaba en sus planos ya que no tenían manera de vislumbrarlo. Caminando con precaución tomo el pomo delicadamente con sus dientes y lo abrió. Sentía la plata carcomer su piel, dolía como la mierda pero por Adam, lo valía.
*~~++*~~++*Adam*~~++*~~++*
Sus labios estaban resecos, pegados y sentía un horrible dolor pulmonar causado por la mala posición que le regalaban los amarres. no sabia cuanto tiempo llevaba allí, y aunque sabia que no podía se mas de 72 horas ya que habría muerto de deshidratación, se sentía eterno. perder la noción del tiempo, del día y la noche era horrendo. abriendo sus cansados ojos estudio la permanentemente iluminada habitación. sus parpados deshidratados y doloridos de tanto llorar cedieron pesados hasta darle una buena mirada, la habitación estaba como siempre, aunque no la sentía igual. Examinándola detenidamente detecto los casi imperceptibles cambios, cuadrados de un grado mas de color estaban por toda la pared. TRAMPAS. Jadeando cerro nuevamente sus ojos, deseaba profundamente que su león le salvara pero a su vez deseaba que por ningún motivo la puerta se abriera y Kim ingresara a ese cuarto. sintiendo el sonido de la perilla apretó mas los ojos, no podía dejar que su pesadilla se cumpliera.
-no dios Kim no..-intento gritar pero la puerta se abrió igual.
*~~++*~~++*Kim*~~++*~~++*
Ningún sonido, ni siquiera una luz oyó mientras entraba, olfateando y cerrando los ojos automáticamente detecto el olor de Adam y su dificultada respiración, ademas del olor picoso de la sangre de vampiro y elfos que hizo que su cabeza girara, dando un suave y cuidados paso dentro de una u otra manera activo la luz. Allí estaba, frente a el, amarrado, flaco, con su piel de oleo gris. Lanzando un quejido la cabeza de Adam se levanto lo suficiente como para poder mirarle, los ojos llenos de lagrimas y una mordaza cubriendo su roja boquita convertida en piedra, Adam abrió sus ojos exageradamente y negó rápido con la cabeza, pero Kim solo quería una cosa, y eso era llegar hasta el, en un movimiento rápido el León alcanzo a su pareja y comenzó a lamer su cara, pero un piquete doloroso se extendió por su columna, volteándose con un quejido pudo distinguir a la madre de Adam cubierta en sangre de vampiro y elfo con un arma de dardos. todo el resto fue oscuridad.
*~~++*~~++*Adam*~~++*~~++*
Solo pudo llorar cuando vio a su león en el suelo, cuando su madre con una sonrisa cínica le aplasto la bota en la cara y le coloco un extraño collar plateado, haciendo que el cuerpo de Kim volviera a humano. En otra circunstancia la desnudes del León le hubiera intimidado pero en este momento solo podía pensar en que estaban atrapados. Momentos después Kim fue atado de la misma forma que el a su lado, Adam solo podía llorar, sentía una gran desesperación y desesperanza. una ves que sus padres se retiraron estiro suavemente sus dedos y acaricio la mano de Kim, moriría sin haber recibido un abrazo del, sin haberle robado un beso por cariño y no calentura, moriría sin saber si podían tener un cuento de hadas. Cerrando sus ojos abrazo cada recuerdo que tenían por corto que fuera. Incluso intento aferrarse a la desastrosa cita que les había llevado a todo esto. Era una reacción encadenada desatada por que su estúpido león le había dado su numero a una masera en medio de la comida y luego le había tocado una nalga... Ahora que lo pensaba debería darle otra bofetada.
Mirando a su ahora herido Kim encontró difícil e deseo de odiarle, le había entregado su corazón, al precio de un poco de dolor en su amor, pero las mejores relaciones no son las perfectas, si no las que superan sus dilemas.
*~~++*~~++*Tyson*~~++*~~++*
Los había visto salir y su garganta se atraganto, salieron ellos y no Kim, osito a su lado contenía la respiración en pánico, el pequeño quería a Kim como un padre y no soportaría perderle, lagrimeando el menor cambio y corrió por el pajonal a buscar a Samira.
Tyson sabia que no tenían tiempo, era ahora o nunca. Saltando del tejado corrió dentro del cuarto, salto todos los escalones y patio la ultima puerta, noto a Adam y a Kim. Sabia que no ser precavido era estúpido pero no tenia de otra. Lo primero que decidió hacer fue quitar la mordaza de la boca de Adam y darle agua de su cantimplora, Todo en el doctor se veía para la mierda, era como una planta en el desierto. Vio al rubio tomar con ansias pero despacio, de seguro no tenia nada en el estomago y menos que eso fuerzas para vomitar. una vez que acabo con eso intento romper los grandes grilletes que sostenían a ambos, pero solo logro aullar del dolor, cuando la plata chamusco sus dedos, dejando las yemas de los mismo como si hubiera tocado una plancha al rojo vivo.
-Bajo el mueble- jadeo seco Adam, rápidamente Tyson obedeció, hurgando durante unos minutos dio con unos guantes aislantes, eran perfectos, pero con sus dedos heridos no podría.- No seas estúpido busca la llave-gruño el medico, aun en malas condiciones Adam era de personalidad fuerte, y Ty supo apreciar eso de inmediato, rebuscando un poco mas dio con la llave, tomándola con un paño, ya que era de plata, la condujo donde Adam y abrió sus grilletes.
-QUIETO AHÍ!- automáticamente identifico la voz, la mujer bañada en sangre le miraba mientras apuntaba con un arma de guerra. El cabello oscuro de Marcela tenia el aspecto pajoso y pegoteado mas asqueroso del mundo, era como si alguien le hubiera vomitado sangre encima, llevaba un conjunto negro pensado para la batalla y un cito lleno de armas de oro y plata aparentemente muy usados. Tyson sintió asco y adrenalina, gruñendo se interpuso entre el arma y la indefensa pareja, Adam estaba detrás de el, en el suelo ya libre, pero demasiado débil para levantarse, y Kim aun atado en cruz con el collar de plata, que no solo impedía su cambio sino también que recobrara la conciencia, demasiado alterado Tyson cambio, sabia que para Adam podía ser un shock, pero debía proteger a la pareja ante todo. Gruñendo y enseñando su blanco pelaje Tyson rodeo a la mujer sin dejarle nunca acceso a los cautivos.
Tyson sabia que debía hacer tiempo, la manada estaba en camino, aun siendo pequeño, osito era rápido como el infierno, y pronto los vendrían a rescatar. Con movimientos simples fue haciendo que la mujer se distrajera de todo su alrededor, incluso el marido, que había llegado momentos después, se perdía en la danza amenazante de la cazadora y el leopardo blanco, lenta, sigilosa y perfecta, como el intrincado sistema de un reloj, se deslizaban, acariciando el suelo con los pies, en un tango magnifico, acechándose el uno al otro mientras dibujaban un sin fin de medios círculos. Cando ella ajusto el dedo en el gatillo lista para disparar, el leopardo preparo el impulso para un salto, y de la nada, como todo había comenzado, todo acabo. En un pestañeo la mujer estaba en el suelo inmovilizada por el peso de un lobo blanco y un lobo negro, los gemelos Edward y Edmond, presionaban sus inmensas patas en la espalda de la mujer, salivando entre gruñidos su cara, chasqueando sus mandíbulas. arrojado en el suelo, no muy lejos, un tigre y un búfalo acorralaban al padre de Adam, eso era todo. los tenían.
6.2,5 No quiero quererte ni perderte, quiero amarte.
*~~++*~~++*Adam*~~++*~~++*
Despertó en un curto diferente, sin la asfixia de sus pulmones y con sus manos y piernas libres, inhalo sintiéndose tranquilo y en paz. Pero esa sensación se evaporo velozmente. Kim, necesitaba verle, saber que estaba bien, necesitaba a su.. a su.. a su pareja, con lagrimas en los ojos se atrevió a aceptar de nuevo aquello, lo necesitaba como nunca, lo necesitaba vivo, tangible, lo necesitaba con el. Sentándose bruscamente e ignorando la sensación de mareo y la incomoda aguja del suelo miro a sus lados con un ataque de pánico que lo desenfocaba, la tercera vez que giro frenéticamente su cabeza lo encontró. Allí estaba el, aun inmenso pero disminuido, sus parpados cerrados y los labios entre abiertos. Débil, silencioso, por una vez no era irritante. Quería alcanzarlo tocarlo, abofetearlo hasta sacarle las muelas, pero mas que nada quería besarle, y luego patearle el culo por lo del restaurante.
Parándose tembloroso avanzo, con una mano sostenía el suero y con la otra su camilla. Se sentía débil, sus piernas tenían los músculos resentidos, flácidos, apenas daba un paso tras otro, sentía sus brazos como si hubiera jalado de las riendas de un caballo desbocado durante horas, sin aflojar jamas. sus dedos se movían menos de los que les exigía, con solo mirar sus muñecas pudo suponer como de fuerte los había exigido. Tubo que superar dos camillas antes de llegar a la de Kim, empujando suavemente la suya la acomodo creando una cómoda cama doble. Con cuidado
y como si fuera un torpe niño de tres años sin sus capacidades motrices completamente desarrolladas subió y se acurruco junto al león. Tal vez así no hubieran soñado su primera ves durmiendo juntos, pero el mero hecho de estar vivos valía la pena y era mas que suficiente.
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Un Alfa Amargado
Roman d'amourun alfa amargado: Kim es el alfa de su propia manada hace un largo tiempo. Cansado de las bromas de su extensa manada e intentando evitar un ataque de ira decide salir a correr por el bosque que limita a su propiedad. con tres betas, una bruja, diec...