4 Manada Kimberly

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  *~~++*~~++*Kim*~~++*~~++*

La frase el amor te hace idiota le parecía equivoca para con el, aunque Tyson se la dijera cada 5 minutos, reuniendo a toda la manada en el salón, comenzó con el que seria su peor discurso que daría en toda su existencia.

Podía ver la mirada curiosa de cada uno de los guerreros, omegas y betas, claro que Samira lo miraba aburrida.

A su derecha los tres betas, Tyson, con su ya natural cara de medio preocupado, ocupaba un espacio importante al ser el mayor de los betas, con casi la altura de Kim y hombros anchos bien construidos, Angelo, el rubio miraba expectante a cada persona, todos sabían muy bien su don, aunque lo controlara el tipo podía ser un martirio, siendo un lee mentes y teniendo la puerta cerrada a la mente de Kim y de Samira era el más excitado de la manada, odiaba no ser el primero en saber, y el más joven Arthur, siendo el más delgado aun así era letal, su cuerpo fino y estilizado databa todo lo contrario a su descomunal fuerza, el cabello claro tirado hacia atrás dejaba su mirada violeta estudiando silenciosamente cada rostro. A su izquierda los omegas, Amado, u osito como todos le decían, era tan pequeño en tamaño que nadie daba con su edad, su cabello oscuro y desordenado le daba un poco más de madures a su brillante mirada café, Amir, con un metro ochenta era impresionante mente grande para su condición de omega, el cabello tintado de violeta y una mirada de pocos amigos le habían convertido en el solo del grupo, y por ultimo estaba Kain, su piel morena y cabello rizado desordenado databan de un descendiente de gitanos, sus ojos aceituna y su sonrisa ladina le abrían todas las puertas, era un mequetrefe, pero, aunque jamas lo admitiera, Kim lo adoraba.

Entre los guerreros destacaba el como siempre raro Manuel, vestido con una remera entallada y con el cabello rubio hasta las mejillas del culo el tipo era una abominación, aun así su personalidad seria evitaba que todos murieran de risa cada vez que salia con sus extravagantes atuendos de la habitación, a su lado, con su bolsa de papas fritas y un refresco amarrado a su cintura estaba Tom, el tipo era inmenso, y comía más que un puto caballo, cosa que era difícil de sustentar tomando en cuenta que era vegetariano, el tipo era un gasto. Kim miro al otro lado y vio la pequeña riña de los gemelos, los había encontrado solos y perdidos cuando eran unos cachorros, aun con el tiempo seguían siendo problemáticos. sus nombres eran Abel y Moisés, eran una copia idéntica el uno del otro.

A su lado estaba Marius, no había mucho que decir, el chico daba miedo y punto. Patito, que nadie sabia su nombre real así que le llamaban así, no era mudo, pero jamas hablaba, y era el más letal de los 24, Nick, con su pelo cobrizo parecía hijo de Samira, Leo, que con su temperamento todos le tomaban de idiota por que era un dominado, Angus, un italolatino medio resentido, Marcos, el más chiquito en tamaño de los guerreros, Rata su hermano mayor era apenas 10 cm más alto, Edmond y Edward, los otros gemelos, eran los más distinguidos del grupo, ambos se contradecían, su pelo negro tapaba sus ojos y su aura era una sombra. Maicol, el poeta, era tímido y callado, no muy alto y desgarbado, nadie sabia como demonios termino siendo un guerrero, los últimos 4 eran los hermanos Zafiro, aunque ahora no estaban ya que Kim había decidido enviarlos de misión, ya que en cuanto supieron de Adam no le dejaron en paz, así que cortando por lo fácil los envió a la mitad de la nada.

Tomando aire, Kim decidió que era el momento de hablar, aclaro su garganta y les miro a cada uno a los ojos comenzó.

-Como ya Tyson se encargo de divulgar- dijó dándole una enojada mirada a su beta- he encontrado a mi pareja

-y le felicitamos Alfa-sonrieron los gemelos

- déjenme terminar...- les reprendió- El único defecto... si es posible llamarlo así, es que mi pareja es un... un hombre...

Un Alfa AmargadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora