6- El Cuarto de la Puerta Roja

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Antes de que empecemos la lectura quiero aclara que NO AUTORIZO A NADIE NADIE NADIE A HACER "ADAPTACIONES//PLAGIOS" DE NINGUNA DE MIS OBRAS.
Y tambien que voy a tratar de no dejarlos de nuevo a medias. Perdon si hay mala ortografia pero no tengo como arreglarlo de momento.
6- El cuarto de la puerta roja.



*~~++*~~++*Adam*~~++*~~++*

sintio un picor en su nariz, le dolia la cabeza, tenia frio y fuera lo que fuera en lo que estaba apollado estaba humedo y pegajoso. quiso rascarce pero algo sostenia su mano derecha, por lo cual trato con la izquierda, pero solo octuvo el mismo resultado, trato de abrir los ojos pero la luz estaba muy fuerte. ¿quien habia abierto las cortinas? lentamente fue tentando su vista hasta poder abrir del todo sus ojos. su pecho se acelero y comenso a sudar frio mientras su cabeza comenzaba a funcionar. Estabaalli, atrapado en ese lugar, en donde no deseaba estar, en donde habia jurado jamas entrar. tenia la garganta seca y el panico comenzaba a tarparle, queria gritar, gritar por ayuda, fuerte y que todos lo oyeran. pero de su boca solo salio un grasnido seco y agrietado. soltando un solloso intento soltar sus manos de los soportes de la pared, los conocia bien, alli lo habia encontrado a el, pensando que estaba bien lo habia soltado y hasta el dia de hoy pagaba sus errores. Seria por eso que estaba alli? cotra el muro lleno de moho, estirado en cruz, desnudo y anclado a unos pesados grilletes. Nada venia a su mente, se sentia tan basio, como si algo muy tragico lo tubiera anclado alli.

Sin necesidad de pensar mucho la respuesta se hizo presente en carne viva, su padre y su madre entraron por la puerta con el rostro frio y sombrio, el mismo rostro que tenian aqulla noche, tan robotico, tan carente de emociones. Adam los miro con temor, como un cachorro solo en la orilla de la carretera.

-Ma...mama-balbuceo con los labios agrietados-Pa...papi...

-Callate Adam-dijo rotundamente su madre mientras se sentaba frente a el, tan asustado estaba que no se habia percatado de su entorno, o quizás no queria hacerlo-Siempre supimos que no servias para esto...

-Para esto que?-pregunto mientras oia esa tenebrosa desepcion de su madre.

-Para lo que somos Adam, eres demaciado...blando-especifico sin rodeos la mujer a quien tanto creia deberle- Lo demostraste cuando soltaste al vampiro en lugar de matarlo

-YO NO LO SABIA!-sollozo Adam desesperandose ante el transcurso de las imágenes en su mente.

*FLASHBACK*

-ve a buscar las tijeras de podar al cuartillo- dijo su padre mientras terminaba de organizar el jardin, Adam asintio feliz y fue directo a donde le habian dicho, solo se le permita entrar cuando se le pedia, y tenia mucha curiosidad de que habia alli.

Dando salititos por el camino de losas, llego frente a la puerta de madera, le gustaba el color rojo con el que su mama habia pintado la puerta, le gustaban los colores, girando el pomo de plata y oro entro y comenzó a bajar tarareando la escalera.

El cuarto de abajo era de un lindo color verde agua, lo recordaba por que ayudo a su papa a pintarlo, le gustaba pintar con su papa, habia pegado estrellas y escrito su nombre con un pincel pequeñito. Una vez que estubo en la puerta se rio feliz y entro, pudo ver de primera mano las dos sillas en las que solia hacer juguetes de madera con su papa, el tablero de herramientas y la caja de recortes de tablones que siempre reciclaban. No vio la tijera en el tablero asi que busco en el cajon y en las repisas de abajo, pero aun nada. De pronto escucho un siseo y creyendo que era su papa que queria asustarlo sonrio y se volteo; pero su sonrisa no duro mucho.

En aquella pared donde con tanto esmero había escrito su nombre y pegado estrellas estaba la plena cara del horror, cadenas de 5cm de grosor sostenían los grilletes que atrapaban a un delgado hombre. Era muy pálido, su cabello onix caía casi hasta el final puntiagudo y recto de su perfecta nariz, su pecho subía y bajaba tembloroso por la mala posición en la que lo dejaban los grilletes, produciendo el siseo que le había alertado. Tenia las muñecas sucias con sangre a causa de los grilletes, Adam quería llorar, llamar a sus padres y pedirles que ese hombre se fuera, que ya no sufriera.

Un Alfa AmargadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora