4 asesinatos en Neuki.

El alcalde.

Aitor Mentxaka. Alcalde de Neuki.

Aitor-. La mayoría de los que se han quedado en el pueblo son los más ancianos.

Julia-. ¿ Es esto normal?. ¿ Que casi todo un pueblo se marche de excursión una semana?.

Aitor-. En Neuki, desde hace un par de décadas, sí. Aquí los inviernos son muy duros y estamos casi aislados de las ciudades. De Gasteiz casi dos meses enteros, la carretera más corta es de montaña y cuando llueve mucho intransitable. Si nieva imposible de recorrer. Para ir a Bilbao suele haber problemas ese tiempo, pero al menos seis o siete días al año, es imposible ir normalmente por la nieve. Surgió la idea de promocionar un viaje para la gente que se queda todo el año en el pueblo y así intentar detener el efecto de despoblación rural. Al principio subvencionábamos desde el consistorio parte de un viaje al final del invierno. Como tuvo mucho éxito y la gente empezó a colaborar en la organización, ahora hacemos dos; diciembre y febrero.

Richard-. ¿Paga el ayuntamiento los viajes de todo el pueblo?.

Aitor-. No. Todo no, claro. Pero organizándolo bien y con tiempo, esos viajes fuera de temporadas altas salen muy económicos. Nosotros desde el ayuntamiento abonamos casi el setenta por ciento. En total cada persona que va, no suele pagar más de cien o ciento cincuenta euros.

Richard-. Aun así, el ayuntamiento pagará casi quinientos por persona y si a este han ido ciento veinte y se hacen dos al año... eso es mucha pasta.

Aitor-. Mis votantes lo agradecen más a que pongamos luces de Navidad como en Vigo. Cada alcalde hace lo que su pueblo pide...

Yo-. Esto no es Vigo, señor. Estamos hablando de un presupuesto elevado para un municipio pequeño.

Aitor-. Lo que ustedes digan. Esto se hacía cuando yo tenía veinte años y en este pueblo a nadie se le ocurriría dejar de hacerlo. Nuestra forma de gestionar los recursos públicos son las que son y así será mientras los habitantes quieran.

Igor-. Háblanos del resto. ¿ Qué gente no va a esos viajes?.

Aitor-. Casi todos los que no han ido es porque son demasiado mayores, porque tienen que cuidar de alguno de ellos o directamente gente que trabaja en empresas fuera del pueblo y que no se puede coger unas vacaciones ahora.

Igor-. ¿ De los no ancianos..?.

Aitor-. No sé, unos cincuenta o así. Yo por ejemplo, trabajo en Basauri en una fábrica y entro a las seis de la mañana. Si te pones en la carretera a la salida del pueblo entre las cinco y las seis, de esos pasan la mayoría por ahí para ir a sus trabajos. Estos días no hay nadie en el pueblo que no tenga sus quehaceres.

Yo-. ¿ Y esas personas que se quedan a cuidar de los mayores?.

Aitor-. Llevamos tantos años organizando los viajes que hasta eso está bien pensado. Esta semana los ancianos están todos en tres casas del pueblo y les cuidan entre seis o siete señoras. Ellas tampoco son ya mozas, pero suelen turnarse para ir al viaje y para cuidar a los mayores.

Yo-. Por lo tanto, normalmente, esta semana no hay nadie en el pueblo sin coartada...

Aitor-. A mí no se me ocurre nadie, la verdad...

Hemos hablado con él bastante más tiempo, pero el tío no ha aportado nada relevante. Alguien le ha llamado esta mañana a su trabajo y en cuanto ha sabido lo que pasaba ha venido a tratar de ayudar.

La entrevista con el alguacil, me voy a ahorrar transcribirla. Si llegamos a entrevistar a la fuente de la plaza del pueblo, habría dicho más que él.

Después de hablar con el alcalde. Maite, la mesonera, nos sirve de cenar huevos con patatas y chorizo. Hay que especificar. Estos huevos saben a huevo de esos que ya ni recuerdas haber comido de lo buenos que están. Las patatas, parecido. Pero el chorizo es todo un majar. Después de la cena cuajada con miel. Y para rematar café de puchero. Da la impresión de haber vuelto a los años de la era preindustrial. Todo es tan auténtico y tan sencillo que dan ganas de... no sé. Es extraño y enternecedor.

Tras una breve sobremesa en la que ponemos las cosas en común, salgo a dar un paseo por el pueblo. Julia me acompaña. Estoy preparada para esto, o al menos eso creo.