4 Asesinatos en Neuki.

43 14 1
                                    

LAS MUERTES.

Cuatro. A la misma hora. Hemos comprobado todo lo que hemos podido el sistema con el que hemos puesto hora a cada asesinato y no tenemos demasiadas dudas de que los cuatro fueron atacados entre las seis y cincuenta y ocho y las siete en punto. Según el forense ninguno de los cuatro pudo seguir con vida más de tres o cuatro minutos después de sufrir la agresión. Pero es imposible que el autor de tal masacre fuera una persona. De un escenario a otro a pie tardarías más de media hora en recorrerlos todos y eso corriendo. En coche, mínimo diez minutos. Por lo tanto lo descartamos rápidamente. El sobresalto nos lo hemos llevado cuando de pronto nos ha entrado un informe preliminar del anatómico – forense en el que asegura que las cuatro balas son nueve milímetros parabelum. Idéntica munición. Las cuatro lesiones de sus cabezas, también extrañamente similares, ejercidas por un arma contundente de madera. Podría encajar un mango de una azada o algo así.

Como se puede matar a cuatro personas a la vez, en cuatro lugares diferentes, con ocho armas tan parecidas y de una forma tan similar es una duda que nos deja mudos a los cinco un buen rato.

Después empezamos a plantear hipótesis imposibles. La mayoría tonterías del tipo seres extraños, brotes psicóticos provocados por algún veneno que hay en el agua y cosas así. Nos dan las doce de la noche sin avances y todos decidimos ir a descansar a las habitaciones que nos han dado en el hotel.

Somos tres mujeres y dos hombres en el equipo y hay tres cuartos dobles. Podría extrañar. Julia dormirá sola, yo con Igor e Inés con Richard. La explicación es sencilla. Julia es la psicóloga del equipo y no solo en lo que se refiere al trabajo. A ninguno nos apetece hablar demasiado con ella tan poco tiempo después de un caso como el que cerramos hace unas semanas. Yo con Inés no pienso dormir y eso es porque desde el despertar relativamente reciente de mis instintos lesvicos, no me haría responsable de mis actos. Con Igor tengo más confianza y aunque el tío está en forma y es guapo, a mi lo que me pone de verdad, él no lo tiene.

Hay algo que empieza a funcionar bien y es que no pego ojo. Eso era lo normal hace un año. Cuando tenía un caso, apenas dormía. No le doy demasiadas vueltas a como lo han podido hacer y ya casi estoy segura de que han sido varios los asesinos. Lo que no termino de entender es de donde han sacado las armas de fuego y sobre todo el móvil. Qué les une a esas cuatro personas para que en un sitio como este ocurra algo así.

Empiezo a programar lo que voy a hacer por la mañana, pero en realidad sé que es una farsa. Programo lo que voy a hacer hasta que lo tengo pensado y en ese momento me levanto de la cama. Aún no son ni las tres de la madrugada. Dentro de la habitación hace algo de calor y no puedo no mirar a Igor durmiendo. Está en calzoncillos y destapado. La verdad es que tiene un cuerpo precioso y a sus 47 años podría ser portada de una revista de esas que hay en los gimnasios. Lo que más me alegra la vista es que debe de estar teniendo un sueño erotico y los bóxer evidencian que  es uno muy recargado de sexualidad. Bonita estampa para ponerme a redactar correos electrónicos hablando de muerte, de asesinatos, de pistolas….

Escribo al forense Martínez con una súplica, para que me haga una estimación previa de las lesiones de los cuerpos en la cabeza. Al laboratorio, para intentar que descarten cuanto antes que alguna de las balas fue disparada por un mismo arma. Escribo a la jefatura del cuerpo solicitando información adicional a un informe que he encontrado sobre unos hechos ocurridos aquí en 2.010.

Los hechos son que en ese año aparecieron en los bosques que rodean este pueblo dos zulos de ETA. Lugares en mitad del bosque, donde la banda terrorista ocultaba armas, munición y explosivos. En los informes que he encontrado sobre lo que apareció en esos hallazgos sólo me he fijado en dos cosas. No apareció dinero. Las armas cortas que aparecieron eran pistolas de las más de trescientas que la banda robó en Vauvert, Francia en 2.006. Todas Smith&Wesson semiautomáticas con cargador para 15 balas y varias cajas de munición para ellas.

Por otra parte, después de enviar los correos busco sin encontrar cualquier premio de cualquier lotería que haya podido tocar aquí o cerca. Como no lo encuentro le escribo a Richard, para que cuando lo vea, empiece a hacer un estudio de las finanzas de la gente de este pueblo.

No son ni las cinco de la mañana y siento que Igor empieza a despertarse. Le dedico una última mirada a sus bóxer antes de que abra los ojos. Me alegra la mañana, desde luego. Después sigo trabajando en mi portátil hasta que el saluda.

Igor-. Joder jefa. ¿ Me das los buenos días en pelotas?.

Yo-. Tengo mi pijama habitual puesto. El tanga y una camiseta. Pero lo que luces tu…. Buenos días Igor.

Se ha dado cuenta de su propia erección cuando se lo he dicho y los dos nos hemos empezado a reír.

Igor-. ¿ Tienes algo?.

Yo-. Unas ganas enfermizas de tomar un buen café. Pero duérmete, es pronto.

Igor-. Te he visto en tanga. No podría dormir después de este trauma.

Yo-. Ok. Hagamos algo productivo entonces. Me ducho yo primero, que vete a saber como dejas la ducha cuando entres tú.

El no sé, aunque no me extrañaría. Yo si. Eso también ha cambiado en este año. Antes, jamás durante un caso, sentía el más mínimo instinto sexual. Hace ya meses que al menos una vez al día… Me ducho, descargo y dejo el baño libre. Igor entra después de mí y antes de quince minutos estamos los dos en el coche. Vamos hasta Lemona a tomar café a algún lugar conocido que sepamos que está abierto a estas horas. Más de treinta kilómetros para tomar café. La verdad es que cuando entré a la Ertzaintza estuve patrullando una temporada por aquí y recuerdo el bar del polígono industrial con buenas sensaciones. Ponían buen café y siempre eran amables.

Con los cafés, Igor y yo nos sentamos en una mesa apartada.

Igor-. ¿ Qué tienes?. Venga va, Ane. Cuando tienes esas marcas en la frente, sé que le estas dando vueltas a algo importante.

Yo-. El viaje. Es el mejor momento para hacer lo que quieras. Piensa de que otra forma ofrecer una coartada a más de medio pueblo.

Igor-. ¿ Fuenteovejuna?.

Yo-. Todos a una. Quiero que vayas a Erandio, a la central.

Igor-. Me va a costar mucho y tal vez no encuentre nada. ¿ Qué vas a hacer tú ?.

Yo-. Ya sabes. Primero buscar un móvil y después tocar los cojones a todo el mundo, todo lo que pueda.

Igor-. ¿ Me acercas a Erandio?.

Yo-. No. Mira por la ventana. Acaba de llegar tu taxi.

No, no ha llegado un taxi, sino una patrulla de la Ertzaintza. Yo he llamado antes al cuartel de Deusto, a mi ex pareja o lo que sea, Andoni. Le he pedido que me mande a alguien para llevar a Igor y por eso hemos venido hasta aquí, a mitad de camino, a tomar el café.

Yo-. Tomo tres cafés en solitario antes de hacer nada. Solo pienso. Veo a la gente que pasa por el bar desde las seis de la mañana que ha marchado Igor, hasta las siete y media. Les observo. Todo. Sus ropas, su forma de dirigirse a los camareros o como se sientan o donde. Al final me levanto y vuelvo a Neuki, al hotel. Todos están en el comedor desayunando. La posadera me pregunta si quiero algo. Se enfada cuando le digo que quiero que amanezca ya. Se va.

Julia-. ¿ Que pasa?.

Yo-. Igor está en Erandio.

Julia-. ¿ Qué busca?.

Yo-. A los asesinos. ¿ Qué si no?. Necesito que me hayas un favor. Tienes que llamar al comisario Márquez y pedirle refuerzos. Necesito que envíe a las unidades de Clemente. Todas.

Julia-. ¿Ese hijo de puta?.

Yo-. A toda su unidad completa de hijos de puta. Que estén aquí a las seis de la tarde. Llama también al alcalde y dile que esté a las once en punto de la mañana en el ayuntamiento.

Richard-. He leído tu correo y he empezado a mirar por encima. Lo que me has pedido va a llevar tiempo.

Yo-. No debería. Hasta tú te vas a sorprender de lo poco que te va a llevar. Estudia por ejemplo las reformas y rehabilitación es de todas estas casas.

Ines-. Y yo ¿ Qué hago?.

Yo-. Tu vas a venir conmigo a buscar el amanecer.

Ines-. Ane. Estás muy rara. ¿ Qué pasa?.

Yo-. Trae tabaco. Te espero afuera a que termines de desayunar.

4 asesinatos en Neuki. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora