Los culpables.

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800 ASESINOS.

Inés tarda diez minutos en salir y yo la espero sentada bajo uno de los balcones del hotel. Son las ocho y media y el cielo empieza a clarear levemente. Ella sin decir nada enciende un cigarrillo y me lo pasa.

Ines-. Jefa. ¿ Estás bien?. Quizá deberías descansar una temporada más.

Yo -. ¿Sabes?. Es curioso. Siempre he dado la tabarra a Julia para que no fume y ahora he descubierto que lo único que me calma el dolor de cabeza, desde el accidente es fumar. O follar. Pero ahora no puedo follar. Así que fumo.

Ines-. ¿ Te duele mucho?.

Yo-. Como si acabara de estrellarme con un coche contra un muro de hormigón.

Ines-. ¿ Puedo hacer algo más?.

Yo-. Si. Puedes. No ser una hija de puta.

Ines-. ¿ Qué ?. ¿ Por qué me dices eso?.

Yo-. Ayer con el fiscal. Él sabía que yo me había follado a Flavio, aunque no dijo nada. Eso solo lo saben las personas del equipo y Andoni. Eres la única que ha podido filtrarlo.

Ines-. ¿Perdona?.

Yo-. No sé que es lo que buscas, si es un ascenso a parte del que ya has tenido gracias al resto del equipo, si es notoriedad o que cojones quieres, pero te adelanto que me suda el coño.

Ines-. Te estás confundiendo conmigo, Ane.

Yo-. Tanto como si te digo que tengo pruebas de que esta noche has mantenido un encuentro sexual con un compañero en acto de servicio. Estamos en mitad de un caso desplazados, por lo que estamos de servicio las 24 horas del día. No soy rencorosa. Si solucionas la mierda que has creado con el fiscal, yo haré borrón y cuenta nueva. Si no te voy a expedientar. Creo que tú no tienes nada de mí, ¿ no?. Pues espabila. Ahora vamos a buscar mi puto amanecer. Conduces tú.

Inés conduce el todo terreno de Igor hasta un punto del mapa que le he marcado, por pistas forestales. Llegamos a tiempo de ver un precioso amanecer entre brumas y luces que abarcan todos los colores de la paleta. Estamos en la cima de un pequeño monte perteneciente a Neuki. Enfrente el parque natural de Gorbeia, precioso, inmenso, magnífico. Robles, hayas, pinos. Un bosque autóctono denso y lleno de vida. Encima la cumbre desnuda coronada por la cruz inmensa de hierro.

Ines-. Ya tienes tu amanecer. ¿ Qué nos dice?.

Yo-. Busca la foto satélite con los lindes de Neuki.

Inés tarda dos minutos en ver lo que yo había visto esta mañana antes de las tres de la mañana en mi mente. Justo después de mirar por última vez los bóxer de Igor llenos de una preciosa excitación nocturna. Justo donde el mapa marca los lindes del pueblo, la imagen desde aquí es igual de nítida. En este pueblo no queda ni un roble, ni un haya. Solo eucaliptos.

Ines-. No me jodas. Todo esto es por los putos árboles.

Yo-. Lo es. Ve a hablar con Julia. Yo bajaré andando. Si no llego antes de las once, id a hablar con el alcalde y llamadme por teléfono.

4 asesinatos en Neuki. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora