Capítulo 6: Alice

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AVISO: este capítulo contiene temas sensibles como son las violaciones. Si eres una persona muy aprensiva te recomiendo que este capítulo no te lo leas.

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-Me bebí el contenido del vaso y realmente no me acuerdo de mucho más. Creo que baile por una media horita aprox. y hablé con dos amigos de mi hermano, puede que hasta coqueteando. Ni idea. Ellos me dijeron que saliese del bar, ya que iba un poco pasada de copas (yo a eso solo me reía y asentía). A partir de aquí no recuerdo lo que pasó hasta que me desperté atada en una camilla.

Tragué duro, sabiendo que lo que iba a contar a partir de allí me costaría mucho, sentía una presión en el pecho y un nudo en la garganta, las lágrimas amenazando en salir de mis ojos verdes.

-Me desperté atada de brazos y piernas en una camilla blanca- Repetí-, estaba completamente desnuda, yo no sabía ni como había llegado a esa situación ni porque. Los focos rojos me iluminaban directamente a la cara, seguía muy perdida, pero los efectos de las drogas habían pasado un poco.- Se me escapó una lágrima y me la limpié rápidamente.- Entonces apareció ese hombre, no recuerdo su cara y tampoco sé si era el mismo de hoy. Me enseñó un video, más bien dicho el video que rondó por las redes. Salía yo, completamente drogada mientras me violaban dos personas, no se les veía la cara, yo no estaba atada. En el video yo aún estaba drogada y me reía de la situación, preguntaba que tenía que hacer para conseguir las galletas o algo parecido. Tuve que mamársela a un tío mientras el otro me la metía.

Callé y empecé a llorar, no podía parar. Mite seguía callado escuchando atentamente.

-Eso era todo el video.- Proseguí.- Yo no salía llorando de miedo o gritando de dolor, así que la gente en ningún momento pensó que eso era una violación. Pero eso no es todo. Recuerdo perfectamente lo que me dijo después de enseñármelo. "¿Ves como te estás riendo? Si tanto te ha gustado lo de hace una hora, esto te va a encantar." Yo sentía que en cualquier momento me desmayaría, no quería creérmelo, no podía.- Las lágrimas no paraban de brotar de mis ojos.- El hombre primero empezó a tocarme los muslos, yo me sacudía completamente aterrada. Tocó un botón debajo de la camilla y me desató las piernas, para bajar la parte inferior de la camilla y dejar mis partes justo a la medida de su cadera, luego volvió a atarme las piernas. Yo sabía lo que me esperaba, temblaba de miedo y empecé a gritar que parara, que no me hiciese nada. Unas manos me colocaron un pañuelo en a boca y me la taparon. El hombre se sacó el miembro y me lo restregó en el muslo derecho, él lo disfrutaba, yo solo lloraba de impotencia y me sacudía. Me cogió de las caderas y entró en mí con una estocada que dolió. Dolió mucho, sentí como cada vez que me penetraba se rompía una parte de mí. No conseguía moverme.

Mite me tendió pañuelos y me preguntó si necesitaba algo, yo negué y seguí contándole lo que pasó esa noche. Era la primera vez que lo hacía y yo sabía que tenía que continuar.

-Él se corrió dentro de mí y me dejó allí temblando de dolor y con su asqueroso semen dentro de mí. Luego se cerró el pantalón y me escupió en el abdomen.- Seguí llorando mientras me daban pequeños hipos.

-¿Cómo saliste de allí?- Se aventuró a preguntar Mite.

-El hombre que me había colocado el pañuelo en la boca habló, me pidió que cerrara los ojos y le hiciera caso. Yo, que solo temía por mi vida, claramente lo hice. Me obligó a jurar que no le diría nada a nadie y me quedaría callada o yo y mi familia sufriríamos las consecuencias. Luego algo me golpeó la cabeza por la izquierda y me desmayé. Desperté en una calle a dos cuadras de mi casa.

Eso era todo, por fin había conseguido soltar la bomba. Pude parar de llorar un poco y me sentí bastante mejor.

-Vale, me acabas de contar que, resumiendo, te drogaron, violaron dos hombres mientras tú no eras consciente de eso, grabaron, luego otro hombre te violó y te obligó a jurar que te mantendrías callada para después colgar el video en redes sociales.- Observó Mite resumiendo la situación para entenderlo mejor. Asentí.

-Exacto...- Me sequé unas lágrimas más, que ya disminuian de tamaño y rapidez en la que salían.

-¿Por qué coño no se te había ocurrido contármelo? ¿O, no sé, no ir nunca más al bar de los cojones?- Atacó él.

- Perdón...- Susurré.

- No joder...- Se retractó acariciándose la sien.- No es tu culpa, me he expresado mal. No eres la culpable de absolutamente nada y no tienes que pedir perdón por nada.- Dijo en un intento de tranquilizarme.- Venga, ven.- Tendió los brazos en señal de que me quería dar un abrazo. Yo me acerqué.

Me senté en sus piernas y nos acurrucamos juntos mientras él me acariciaba la espalda.

-¿Segura que no te acuerdas de la cara del tío?- Preguntó con sutileza.

-No... Bueno, sé que tenía un tatuaje de araña en el brazo derecho, lo vi cuando me dio el vaso con droga la primera vez.

-No te preocupes, haremos lo posible por encontrar al los tres hijos de puta y...

-No quiero.- Le interrumpí.

-¿Porque? O sea, ¿segura?- Preguntó.

-Sí.- Aseguré.- Solo quiero poder vivir sin necesidad de un juicio. Sin saber nada de ese puto hombre ni nada que tenga relación a él.

-Vale... Te aseguro que vas a poder vivir así. Te mereces ser feliz. Estoy aquí para apoyarte y ayudarte en todo, y lo siento por mi mierda de actitud de hace unos momentos.

-No te preocupes.

-Bueno, ¿podemos irnos a dormir por favor?- Suplicó.- Son las cinco de la madrugada.

Me reí levemente y asentí. Nos estiramos en la cama y él cerró la luz.

Realmente pensé que al llegar el día en el que tendría que contárselo todo lo pasaría mal. Y realmente así ha sido, pero no de la manera en que me lo había imaginado. Al principio fue difícil, pero al soltarlo todo tampoco me sentía tan mal. Me había deshecho de un peso.

Por la tarde volví a mi casa sonriendo.

Tu culpaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora