Capítulo 3: Alice

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La peli realmente no estuvo mal, era de esas que dan pena ajena.

Luego de verla le pregunté si podía quedarme a dormir en su casa, me gustaba aprovechar el hecho de que su madre no estaba por su casa para poder pasar ma stiempo con él. En ese momento lo necesitaba, y yo creo que el también.

Me dijo que podía quedarme a dormir pero que avisase a mi madre antes, para que no hubiese malentendidos. Claramente, yo ya tenía pensado avisarla. Sólo que no lo había hecho aún.

-¿Que te apetece cenar?- Me preguntó Mite entrando a la cocina para dejar el bol ya sin palomitas.

-Realmente nada.- Le dije levantándome del sofá aún con la manta y siguiéndolo. Él, ante mi respuesta me miró con cara de pocos amigos

-Se que estás un poco deprimida, pero algo vas a tener que comer. Sí o sí.- Me dijo muy serio. Él con estos temas era muy estricto, 5 piezas de fruta al día, 4 comidas y los suficientes nutrientes.

-Si, si. Pues espaguetis.- Le sonreí.

-¿Cuántas veces has comido espaguetis esta semana?- Dijo riéndose. Me conocía demasiado bien como para no saber que a mí me encantaba la pasta, y si podía, me la comía hasta para desayunar.

-Ninguna, te lo juro por mi vida. Promesa de meñique.- Le dije con una sonrisa burlona. Claramente era la tercera vez en esa semana que comía pasta.

-No hace falta. Te creo. Pero te sigo vigilando.- Me dijo y luego nos pusimos a reír como dos tontos. Porque lo éramos.

-Espabila, yo hago los espaguetis y tu pones la mesa y luego preparas el comedor para poder dormir allí.- Me dijo mientras sacaba la olla y la llenaba de agua.-¿O prefieres dormir en la habitación?

-No sé... Es que en tu habitación solo hay una cama, pero también tienes tele aún q no es muy grande, y podemos hacer guerra de almohadas. En cambio en el comedor solo hay un sofá, que es gigante pero un poco incómodo para dormir, realmente la tele es demasiado grande y si hacemos el capullo y rompemos algo tu madre o tu padre nos pegan un tiro.- Dije comparando lugares para ver dónde dormíamos.

-¿Eso significa que dormimos en mi habitación?- Me preguntó solo para confirmarlo.

-A menos que quieras que yo duerma en el armario, pues si. En tu habitación.- Le dije confirmándolo. Él sonrió.

Fui a poner la mesa y luego nos comimos los espaguetis, realmente no hablamos mucho mientras comíamos, simplemente nos limitamos a comer e intercambiar miradas cada cierto tiempo.

-¿Quieres postre?- Me preguntó al ver que yo ya había acabado de comer.

-¿Tienes helado?

-Pues claro. ¿Que tipo de ser humano sería si no tuviese helado siempre en el congelador?- Me dijo sonriendo.

-Corre ya me lo estás trayendo.- Le ordené sin prejuicios.

Trajo un helado de nata con fresa y dos cucharas. Me dió una cuchara y abrió la tapa del helado. Nada más ver el helado me tiré a comérmelo todo como si no hubiese un mañana.

-Joder, respira, que te vas a ahogar.

-Para el helado no se respira, Mite. Es ley de vida engullir el helado lo más rápido posible.- Le dije sonriendo hasta que de golpe sentí un fuerte dolor de cabeza punzante, se me había congelado el cerebro por comerme el helado tan rápido. Hice una cara de disgusto y Mite lo notó.

Se empezó a reír de mí a carcajada limpia, y yo me puse toda roja, mientras me tocaba la frente para calmar el dolor agudo.

-Ya son casi las 10 de la noche, ¿vemos otra peli o que hacemos?- Le pregunté cambiando de tema. No quería humillarme más.

-Te doy algo de pijama para que te cambies y miramos algo en la tele de mi habitación si quieres.- Me dijo recogiendo el helado y las cucharas y dejándolas en el lavaplatos.

-¡Vale! Dame algo para dormir y poderme quitar el sujetatetas infernal de los cojones.

-Que bien que describes a un sujetador.

-Es que son incómodos cuando los llevas más de 8 horas.- Me excuse haciendo un puchero.

-Lo que tu digas, yo no uso de esos.- Subimos hacia arriba a su habitación, abrió el armario y saco una camiseta XXL que tenía por allí.- Ponte esto, si quieres puedo ir a buscar unos pantalones de mi madre, para que no duermas con esos tejanos.

-Nah bro, duermo con bragas que somos amigos de toda la vida y nos tenemos confianza. Si me ves el culo no será la primera vez. Y que conste que yo ya te lo he visto a ti.- Le dije. Era verdad, realmente teníamos una muy buena comunicación y confianza. Yo sabía que no pasaría nada ya que nunca había pasado nada.

-Como quieras, pero si "sin querer" te dejo tu lado de la cama sin manta en mitad de la noche no me digas que has tenido frío.- Hizo las comillas en el sin querer.

-¿Cómo que sin querer, mamón? Froggy, eso no es muy amable de tu parte. Educate más.- Le reproche. Él me sonrió.

Si me hacía eso podía tener por seguro que quién recibiría al final, realmente sería él.

-Si, si. Lo que tú digas, Ally. Ponte la camiseta mientras yo ordeno la habitación.

Me fui al baño y me la puse, realmente me sentía cómoda con eso puesto. Salí y me puse a observar la habitación.

No estaba muy cambiada desde la última vez, la lámpara central seguía blanca como la nieve, la cama gigante justo en el medio, con las sábanas azules, la tele en la pared de enfrente de la cama para poder verla mientras te estiras, a la derecha dos ventanas gigantes con cortinas larguísimas también de color azul, un armario empotrado a la pared de la izquierda al lado de la puerta, dos mesitas de noche a cada lado de la cama y un escritorio con cosas encima.

El baño estaba justo al lado, así que era fácil acceder para emergencias.

-Bueno, ¿y que hacemos?- Le pregunté mirándolo, él ya se había cambiado.

-¿Miramos algo en Youtube?

-¿Cómo qué?

-No se... ¿Caso cerrado?- Me dijo dudando.- La doctora Polo es la ostia.

-Perfecto.- Antes me encantaba ver caso cerrado, ya que el chisme de gente que moral y éticamente no está bien de la cabeza es fabuloso. Pero últimamente con todo lo que me estaba pasando realmente no tenía muchas ganas de nada. Así que llevaba mucho sin ver nada que me divietiese un poco.

Realmente yo necesitaba desconectar de todo, hacer una pausa como si nada hubiese pasado y simplemente fuesemos igual que antes. Un viernes de pijamada en casa de mi mejor amigo. Nada más. Sólo eso.

Pusimos el primer vídeo de Caso Cerrado que nos salió y nos estiramos en la cama.

Tu culpaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora