Hacía varios meses que le habías hablado a Emmett de tu enfermedad autoinmune y la fecha del parto se acercaba. En los últimos tres meses, Emmett había hecho varios viajes al continente con tus hermanos, reuniendo toda la medicación que pudieron encontrar. Pero no era suficiente. Sólo en su último viaje al continente, descubrieron un almacén que solía ser un antiguo depósito farmacéutico.
Había suficientes existencias en el depósito y Emmett y Jonathan consiguieron hacerse con suficientes medicamentos hasta que su hijo cumpliera tres años. Sin interferencias ni problemas, regresaron a la isla con una bolsa llena de su medicación.
Pero, poco sabían que les seguían y, pronto, los hombres que les seguían llegarían a la isla.
***
"Trae a Sean y Paul. Ahora", le gritó Emmett a Jackson cuando llegó al puesto de avanzada de forma inesperada antes de entregarle los prismáticos.
Había tres botes acercándose a la isla con al menos 15 hombres fuertemente armados.
''¡Desireé rompió aguas Emmett!' dijo Jackson y Emmett respondió con un simple 'joder'.
''De acuerdo, que la lleven bajo la vieja fábrica y traigan a la comadrona" dijo Emmett mientras hacía señas a otro de los hombres del puesto avanzado que tenía un walkie talkie.
''¿Por qué no a la enfermería?'' preguntó Jackson, y Emmett se limitó a señalar los barcos.
''Hazlo", gritó Emmett, y Jackson asintió rápidamente antes de desaparecer.
Sean y Paul no tardaron en llegar y, en cuanto lo hicieron, los botes arribaron a sus costas.Sean le indicó a Emmett que armara a todo el mundo y bajara a la orilla y luego le viera ya que la comadrona le mencionó a Jackson que necesitaría ayuda con el parto del bebé. Emmett asintió antes de dirigirse a la colina y reunir a más hombres.
''Tienes que estar con Desireé'' dijo Jackson justo cuando sacó una de las armas de la mano de Emmett.
''Ve'' gritó entonces y Emmett asintió, sabiendo muy bien que su embarazo era de alto riesgo y el parto le costará mucho a su sistema inmunológico.
***
Cuando Emmett llegó a la vieja fábrica con más mantas, ya estabas de parto. Emmett te ayudó a ponerte lo más cómoda posible y se detuvo un momento para contemplar tu aspecto, con la cara desencajada mientras te concentrabas en la respiración. No pudo evitar pensar en lo hermosa que te veías, aunque estaba seguro de que no estarías de acuerdo. Tenías todo el cuerpo tenso y el pelo empapado de sudor, tenías los ojos fuertemente cerrados mientras metías la barbilla en el cuello y empujabas hacia abajo con todo tu hedor. Emmett se limitó a mirarte con asombro y agradecimiento, hipnotizado por la visión de cómo traías a su hijo al mundo. No fue nada parecido a lo que había imaginado en el pasado, los dos solos con la comadrona bajo el edificio de la fábrica mientras los demás intentaban lidiar con la intrusión de los extraños de arriba.
La alegría abrumadora que irradiaba en su interior, la magia en el aire, a pesar del caos que se produjo, era más que perfecta.
''Necesitamos que empujes, Desireé", dijo la comadrona cuando, por fin, sus ojos vieron la parte superior de la cabeza de tu bebé, que había aparecido pocos minutos después de que te pusieras de parto.
Emmett te agarró la mano con fuerza, con los ojos llenos de lágrimas y la mano frotándote la rodilla en círculos.
''¡Oh Dios mío, joder!", gritaste y, justo cuando lo hacías, Emmett te puso la mano en la boca.
''Lo siento, cariño. Tienes que estarte quieta", dijo, besándote la frente.
''¡Empuja, Desireé!", volvió a decir la comadrona, y tú lo hiciste mientras gruñías con fuerza en la palma de la mano de Emmett.
Estabas agonizando, más de lo que nunca habías estado a punto de sentir, pero por la forma en que la cara de Emmett se iluminaba de alegría, te diste cuenta de que estaba a punto de terminar.
Todo tu cuerpo estaba caliente y pesado y, además del dolor que te quemaba por dentro, las náuseas te hervían en el pecho.
Dijiste: "Estoy..." y, antes de que pudieras terminar la frase, caíste de espaldas contra la vieja tumbona, sintiéndote de repente mareada y débil.
''No sé cuánto tiempo más podré seguir haciéndolo", continuaste diciendo, luchando contra el dolor.
''Ya lo estás consiguiendo", dijo la comadrona mientras se levantaba brevemente para secarte el sudor de la frente y Emmett se inclinaba para volver a apoyarte los labios en la frente y susurrarte palabras de ánimo.
''Todo lo que tienes que hacer es seguir empujando y respirando. Lo tienes", dijo Emmett con calma.
''Voy a volver a contar en tu próxima contracción y luego empuja con fuerza", dijo la comadrona, y tú asentiste.
''¡Y empuja!", volvió a decir por fin, y tú gruñiste, con un dolor ardiente recorriéndote toda la pelvis.
Lo siguiente que recordabas era un borrón y, de repente, oíste un pequeño llanto que llenaba el aire.
''Ya está aquí", confirma la comadrona antes de apartar al bebé de su propio pecho y colocarlo sobre el tuyo.
''Y es perfecto", dijo Emmett mientras te daba otro beso en la frente y miraba a su hijo.
Cuando por fin recuperaste el sentido, tu hermano irrumpió en la habitación, informando a Emmett de que todos los intrusos habían sido capturados, pero que su hermano Sean y otras personas habían perdido la vida aquella noche.
''Lo siento mucho", apenas alcanzaste a decir mientras Emmett inspiraba bruscamente, intentando digerir la noticia de la muerte de su hermano.
''Debería haber estado a su lado", dijo Emmett, dándose la vuelta durante un breve instante.
"¿Desireé?" fue lo siguiente que oíste decir a tu hermano a una débil distancia mientras perdías el conocimiento.
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INTO SILENCE |Emmett y tú| a quiet place
Science FictionHace tres años desde que las criaturas han invadido el mundo, Desireé ha estado sobreviviendo y arriesgando su vida cada día. Piensa que ya no le queda nada más,que ese es su destino. Hasta que se reencuentra con alguien de su pasado,alguien del que...