Capítulo 36

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El tono de Daphne era frío y entumecido mientras relataba lo que había presenciado. Harry sabía que podía sentir su culpa por haberla dejado atrás cuando corrieron tras Rosie. Ni siquiera se había dado cuenta de que ella no estaba allí hasta que estaban casi en la casa con la chimenea humeante que había olido antes, pero habían sido golpeados por una emboscada antes de que pudiera darse la vuelta. Deseaba poder decir lo que estaba sintiendo en ese momento, pero su final de su conexión había sido firmemente cerrado, y él no estaba a punto de entrometerse si ella quería la privacidad que le había robado cuando su forma de animago la había impreso.

La vio describir con voz fría al hombre con las cuchillas cazar al pobre bastardo tendido en el suelo a no veinte pies de ellos y proceder a destrozarlo cruelmente mientras su rostro permanecía inexpresivo, y se le recordó cuando se conocieron por primera vez en el Expreso de Hogwarts hace más de dos años. Si bien todavía mantenía su comportamiento frío ahora de vez en cuando, había una clara diferencia en él. Ella ya no era vista como fría y viciosa. Sus estudiantes más jóvenes no tuvieron problemas para acercarse a ella para pedir ayuda cuando estaba ocupado durante sus sesiones de estudio nocturnas, y casi siempre lo daba (aunque tenía que hacer todo lo posible para no simplemente terminar haciendo su tarea por ellos, como Harry había explicado que no aprenderían nada de esa manera),y verla sonreír o reír en público ya no se consideraba una noticia de última hora dentro del Hogwarts Grapevine.

Una vez que ella había respondido a todas las preguntas de Lucas y Newt, Harry la alejó mientras iban a inspeccionar el cadáver. Se detuvieron a unos treinta pies de los otros dos frente a la forma masiva de la mayor sorpresa de Harry esa noche.

"Es esa –"

"Hagrid?" Preguntó harry. "Sí. Lo encontramos medio muerto no muy lejos de donde fuimos emboscados. Sin embargo, no hay señales de Madame Maxime. Debe haber estado caminando durante semanas para llegar desde la parte norte de Alemania."

Daphne hizo una muy buena impresión de un pez dorado mientras ella miraba el cuerpo inconsciente de Hagrid y Harry sonrió con cariño por un momento antes de que su ceño fruncido preocupado regresara y él se acercó suavemente para agarrarlo El brazo de daphne.

"Estás seguro de que estás bien?" Preguntó.

El labio de Daphne se retorció por su preocupación. "Estoy bien."

"Quieres volver a Hogwarts?"

En un instante, ella había arrancado su brazo de su agarre, y su máscara fría bajó lo suficiente como para dejarle ver su furia por lo que acababa de preguntar. "No," ella silbó. "Ya te dije que estoy bien y perfectamente capaz de cuidarme. No necesito que interpretes al novio sobreprotector."

Harry aplastó el instinto de reaccionar con su propia ira cuando su control se deslizó un poco, y vio un toque de emoción detrás de sus ojos. De repente se le recordó una vez más su tercer año, después de descubrir que Hermione había aplicado su intelecto prodigioso en la construcción de una matriz rúnica para espiarlo y grabar lo que dijera.

*(OoO)*

Hace casi una semana que Harry había descubierto que uno de sus mejores y, hasta hace poco, solo los amigos habían ido tan lejos como para espiarlo. Desde entonces, sus emociones parecían estar en un flujo constante, haciéndolo bastante frustrado consigo mismo, ya que había estado haciendo todo lo posible para dominar las técnicas descritas en los libros que Severus le había dado a él y a Daphne en Oclumencia. Todos ellos se basaron en la idea de controlarse a sí mismo; de reconocer los sentimientos y dominarlos, pero Harry ni siquiera lo sabía qué se sentía aparte de la ira. Como resultado, sus frustraciones continuaron aumentando, y había comenzado a romper con lo más mínimo.

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