Hinata estaba un poco bebida. Había dejado de jugar con los Hombres-Lobo después de unas cuantas rondas. La estaban atormentando y sabía que ahora estaría sin conocimiento si no se hubiera negado a jugar después de que le hicieran beber el equivalente a tres cervezas. Naruto se había quedado a su lado para hacerla sentir segura.
La electricidad se había ido, por lo que tuvieron que confiar en las velas y la chimenea para tener luz. Fuera la tormenta era brutal. Once hombres de la manada de Naruto habían aparecido para pasar la noche dentro y evitar las oleadas de lluvia que caían.
El viento golpeaba la cabaña. Estaban en la sala de estar, sentados alrededor de la mesa de café, y Hinata observó a los hombres pasar por todas las bebidas de Naruto. Lo primero que se había acabado fue la cerveza, luego algunas botellas de vino que había escondido y finalmente las bebidas más fuertes de su bar estaban sobre la mesa.
De repente, uno de los hombres al otro lado de Hinata se acercó y le pasó un dedo por el brazo. Ella se apartó de su toque. Naruto gruñó a aquel hombre.
—No la toques.
El hombre gruñó. Naruto se inclinó hacia Hinata y agarró la camiseta prestada del hombre.
—He dicho que no la toques. Deja de beber si crees que podrás conmigo, porque estás siendo estúpido.
Kurama les gruñó a los dos.
—Está fuera de los limites, Shino.— Volvió su mirada hacia Naruto. —Tal vez deberías llevarla a tu habitación. Algunos de nosotros hemos bebido más de la cuenta. Es tentadora.
Naruto asintió y soltó a Shino. Se levantó.
—Vamos, cariño. Hora de acostarse.
Hinata dejó que Naruto la arrastrara cogiéndola de las manos. Estaba un poco inestable. Él le sonrió abiertamente.
—Peso ligero.
Hinata le sonrió y tomó su mano cuando se la ofreció. La llevó hacia las escaleras. Estaba oscuro en el piso de arriba, pero Naruto parecía poder ver muy bien mientras la conducía a su dormitorio. Dentro de la puerta, se detuvo.
—Estate quieta. Déjame bajar la cama.
Hinata soltó su mano.
—Vale.
Naruto se alejó y le oyó moverse en la habitación. Se estremeció. Hacía más frío arriba, estando lejos del fuego. Se preguntó qué tan frío estaría arriba durante el invierno.
Una mano tocó su brazo y ella saltó. Naruto se rió entre dientes.
—Relájate. Cerré la puerta. Incluso la bloqueé. Somos los únicos aquí. Puedo ver, y confía en mí, solo estamos nosotros.
Hinata sonrió.
—Vale.
Naruto se rió entre dientes y tiró de su brazo.
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Reclamada
WerewolfManada Konoha 1. Un poco de sangre y el fuego se inició. - Adaptación a los personajes de Naruto - Protagonistas Naruto y Hinata - La historia imágenes y personajes no me pertenecen, créditos a sus respectivos autores.