10:Para siempre

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La puerta del dormitorio se abrió de golpe

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La puerta del dormitorio se abrió de golpe. Naruto reaccionó más rápido que Hinata. Rodó su cuerpo, retirándose del suyo mientras el edredón fue arrojado sobre ella.

La habitación estaba inundada por la luz del sol de la mañana. Confundida y todavía luchando contra el sueño profundo, Hinata miró fijamente al hombre enmarcado en la puerta del dormitorio. Entonces su mirada se sacudió hacia un Naruto desnudo que estaba de pie junto a la cama, poniéndose entre ella y el atacante.

—¡Fuera!— gruñó Naruto.

Este hombre era alguien al que Hinata nunca había visto antes. No era uno de los hombres de la noche anterior. Tenía unos treinta años, con pelo rubio. Como todos los hombres lobos que había conocido, era fuerte y musculoso. 

Cuando entró en la habitación, gruñó hacia Naruto, haciendo obvio que definitivamente era uno de ellos. Hinata agarró el edredón y tiró de él hasta su barbilla cuando le vió mirándola. Ese Hombre-Lobo parecía furioso, y por eso era aterrador.

—He dicho que fuera.— gruñó Naruto.

El hombre olisqueó la habitación. Gruñó de nuevo hacia Naruto.

—¿Dónde está ella?

El bajo retumbar de furia que provenía del centro del pecho de Naruto era completamente inhumano.

—Aquí no, Deidara. Sal de mi habitación, o mejor aún, ¡sal de mi casa! No te invité a venir aquí.

—¿Dónde diablos está mi compañera?

Naruto se agachó y agarró sus vaqueros del suelo. Gruñó maldiciones mientras los sacudía.

—¿Por qué diablos crees que tu compañera estaría aquí? No la tocaría aunque me pagaras, y tienes un puto montón de coraje irrumpiendo en la puerta de mi dormitorio buscándola.

Hinata oyó golpes, y luego otros cuatro hombres estaban en el dormitorio. Kurama y tres de los hombres de la noche anterior se presentaron allí. Kurama sólo llevaba pantalones de chándal. Su amplio y musculoso pecho estaba desnudo. Su pelo rojo de surfista estaba encrespado en ángulos extraños, pero su actitud tranquila desapareció mientras gruñía:—¿Qué demonios está pasando?

—Deidara pensó que podría romper mi puta puerta buscando a su compañera. Ella no está aquí. Nunca ha estado aquí. Ya sabes que yo nunca la tocaría.

Naruto sonaba violento cuando se volvió de nuevo hacia el intruso.

—¿Cuál es tu problema? ¿Tienes deseos de morir? ¿Quieres desafiarme? Entraste en mi casa y rompiste la puerta de mi habitación.

—He olido a mujeres y sexo. Noreen es buena en enmascarar su olor, así que consigue oler diferente, incluso para mí. Ella lo ha convertido en un pasatiempo suyo, y sé muy bien que está detrás de ti.— acusó Deidara a Naruto con un gruñido. —Ella siempre me habla de ti y me dice lo mucho que te desea.

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