AVE FÉNIX

CAPITULO I.

    Esa mañana me levanté, me arreglé, tomé un ligero desayuno con Marcela, lo que ella acostumbraba a preparar para los dos, y que muchas ocasiones solo ingería por compromiso, porque sinceramente no se me antojaba nada, ella no cocinaba, nunca le había gustado, cruzamos unas cuantas palabras mientras desayunábamos, nos reímos por una bobada que dijo, recogimos los platos de la mesa, y fui rápidamente al sanitario, la noche anterior solo dormimos, yo ya no podía estar con ella después de las ocasiones que estuve con Beatriz, ignoro porque le guardaba esa fidelidad que me apartaba de todos los cuerpos, simplemente no podía, me miraba al espejo del baño mientras cepillaba mis dientes, ajeno a lo que estaba por vivir ese día, si alguien me preguntara ¿cuál es el día que cambió mi vida? con precisión absoluta respondería que ese que estaba por iniciar.

Llegamos a la empresa, despidiéndome de Marcela con un pequeño beso en la mejilla más por costumbre que por otra cosa, jamás me imaginé que era el último que le daría en la vida, me dirigí a presidencia y saludé a Betty para iniciar un día más de trabajo, conforme fue transcurriendo la mañana hubo un punto donde me se sentí muy molesto con Betty, ¿cómo qué estaba el secretario del juzgado con el abogado de Terramoda en la recepción para hacer inventario y posteriormente levantar el embargo a Ecomoda? Lo peor del caso era que Aura María me había informado unos instantes antes, que mis padres estaban en la recepción, habían ido a un comité en el que los Valencia también estarían presentes todo porque sentían desconfianza de mi gestión y querían ver un avance de la colección y que les diera un informe breve, y eso me tensó mucho, así que con molestia le ordené a Beatriz en tono exigente.

<<Beatriz en este momento baje, y a ver qué hace para que nadie se entere de nada, ¿oyó? ¿cómo así que no sabía ah? su amigo el tal Nicolás ¿por qué tardó en avisarle? ¡¡y precisamente hoy que mis padres están llegando!! yo bajaré a recibirlos y usted por ningún motivo permita que se enteren de nada ¿entendió?>> dije nervioso y muy exaltado.

Nos disponíamos a salir de presidencia cuando de pronto escuchamos un fuerte estruendo, a la vez sentimos como se cimbraron las paredes a nuestro alrededor, los cristales de las ventanas se hicieron añicos, nosotros sentimos que nuestros cuerpos se movieron involuntariamente y no entendíamos que pasaba, nos miramos asustados. Voltee mi mirada a ella y le pregunté desconcertado. <<¿está bien Beatriz? ¿pero qué demonios sucedió?>>

-¡¡Si don Armando estoy bien!! ¿qué pasaría?, algo grave ocurrió en producción -dijo Beatriz sin saber-

<<No sé Beatriz tenemos que salir de aquí>> caminé a la puerta seguido de Betty intentando abrirla y no pude tuve que empujar con fuerza porque la sentí un poco atascada, pero finalmente cedió, afuera en los corredores vi el piso lleno de los cristales de las ventanas, afiches de las paredes hechos pedazos, Patricia se levantaba de su silla con una expresión en su cara asustada en ese momento, era la única que estaba en su área de trabajo, pude percibir un fuerte olor a solventes, y vi un poco de humo.

¡¡PATRICIA baje por las escaleras y salga a la calle vamos, PERO YA!! –grité desconcertado, Patricia igual que todos no entendía nada, pero en ese momento me hizo caso y se dirigió a la escalera apresurada-

El cuartel a excepción de Aura María que estaba en la recepción, al escuchar a Armando gritar, muy confundidas salieron corriendo del baño con cara asustadas, detrás de ellas venía Hugo Lombardi, tres modelos y Jenny, todos tenían curiosidad porque nadie sabía que había sucedido.

-Armando ¿Qué pasó?

-no pregunte nada Hugo porque no lo sé, PERO TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ, SI PERCIBEN ESE OLOR, SERÁ MEJOR DARNOS PRISA Y DEJAR LAS PREGUNTAS PARA DESPUÉS. BAJAREMOS POR LA ESCALERA, ¡¡VAMOS RÁPIDO TODOS!!. –gritaba nerviosos y exaltado ante eso que no alcanzaba a comprender, solo sabía que necesitábamos salir y que cada segundo contaba-