Capítulo IX.

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Don Hermes, sin que Betty se enterara le pidió a Nicolás que empezara a comprar cosas para su apartamento con su plata en cuanto supiera que tenía ya las escrituras, según le comentó Betty estarían listas en dos meses, para que estuviera amueblado y listo para cuando ellos regresaran, que eligiera muebles no muy costosos y no malgastar su plata. Y así empezó Nicolás a comprar poco a poco cuando obtenía buenas ganancias en la bolsa, al pasó de seis meses ya tenía el apartamento en buenas condiciones que pintó por completo pisos y paredes y listo para ser habitado.

Patricia Fernández, asumió su nuevo puesto de recepcionista, y lo hacía con buena actitud, siempre tenía una sonrisa para las personas que llegaban, le alegraba no estar cerca del cuartel, ahí estaba sola, cuando citaron a las modelos se portaba amable, sabía que ya no tenía a su gran amiga que la protegiera si hacía mal trabajo, Armando quiso llamarla en recuerdo de Marcela, era su única amiga y sintió que ello lo querría así. Nicolás solo la saludaba pero estaba entusiasmado con Camila, y a ella no la miraba, hacía mucho tiempo había dejado de cargar su fotografía en el interior de sus chamarras, le gustaba mucho la forma de ser de Camila, era la primer mujer con que se relacionaba en su vida, con la que salía y platicaba además estaba feliz con ella, le gustaba mucho, sentía cosas por ella, cuando la veía sus mejillas se ruborizaban, y sentía una gran emoción, para él era algo nuevo.

Patricia viajaba en bus incluso preguntó a las del cuartel que ruta la dejaba cerca de su casa y ellas le informaron sorprendidas pero ya no se burlaban de ella, al contrario, caminaban juntas a la parada, su relación se hizo más cordial, no eran amigas pero se hablaban mejor, ella tomaba el mismo bus que Bertha, y se iban juntas, Bertha se bajaba primero, cuando Betty y Armando las vieron se miraron sorprendidos.

El cambio de todas se debió a que sufrieron ese tiempo sin ese empleo, haciendo cosas que no las satisfacía pero por necesidad se vieron obligadas, conocieron otra personas y definitivamente les gustaban más las de Ecomoda, Juliana era la que más comentaba de lo que extrañaba a Pattico, su ex compañera de trabajo y lo bien que se trabajaba en Ecomoda. Patricia estaba muy sola, su padre era muy mayor, y cuando la llamó Armando y acepto ser la recepcionista ella sabía bien que tenía que ser cautelosa y evitar problemas, nada de caprichos porque ya no estaba Marcela, sino se administraba ya que su padre le cubrió sus tarjetas de crédito, tendría grandes problemas porque le dijo que nunca más le ayudaría.

Betty estaba contenta de tener a su hijo ahí en la empresa pero... entendía que no era ambiente propicio para él, así que le comentó a Armando que sería mejor tenerlo en casa con la niñera o buscarle un jardín maternal, él propuso que le preguntaran a un pediatra ¿qué era lo mejor para su pequeño? que sabría orientarlos, entonces consultaron telefónicamente con el pediatra, él les aconsejó que buscaran un jardín maternal privado que aceptara pocos niños, que él les recomendaba el de una mamá de un paciente que solo aceptaba diez niños por etapas, que si estaban interesados él mismo los contactaba con ella, y así lo hicieron, el pequeño estaría ahí por la mañana, y al salir al almuerzo lo recogerían y estaría Betty con la niñera por la tarde en su casa, Betty se ocuparía de sus quehaceres domésticos para aprovechar el tiempo, en la empresa aun no tenía mucho trabajo y ya si surgía cualquier duda, Nicolás podría apoyar a Armando y él aceptó, así su pequeño estaría bien atendido.

Lo anotaron al jardín maternal, y el primer día el pequeño lloró mucho cuando fue recibido por la nueva persona que se encargaría de él y Betty lloró al dejarlo, Armando comprendía su sufrimiento, porque él sentía un nudo en el pecho al verlo cómo lloraba, pero los dos sabían que lo ayudaría mucho porque les explicaron que contaban con personal capacitado para su buen desarrollo y motricidad, y le favorecería a hacerse autónomo a ganar seguridad y confianza más que estando con la niñera, así se los explicaron a los dos cuando fueron personalmente a conocer las instalaciones.

AVE FÉNIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora