—Señorita Aeri —llamó su secretaria entrando a su oficina mientras ella leía documentos en la computadora—.
No fue necesario apartar su mirada de la pantalla pues la mujer volvió a hablar.
—Su abuela llamó y quiere que la vaya a visitar —Aeri la miró confundida—.
Eran las ocho de la noche y es inusual que pida verla a esa hora, a menos que sea porque necesita algo a cambio y, según su abuela, solo ella puede hacerlo.
—¿Justo ahora? —la mujer asintió y la rubia suspiró—.
—Bien, salgo en seguida, señora Cho. Gracias.
Com eso la mujer salió y ella se levantó de su silla para comenzar a guardar sus pertenencias en su bolso y apagar la computadora.
Al salir de su oficina se dirigió al elevador con la señora Cho a su lado y se despidieron de los empleados que también estaban por irse.
—¿Quiere que la lleve o usted maneja? —se detuvo en la puerta del estacionamiento una vez que llegaron y miró a Aeri—.
Las veces que su abuela pide verla, ella suele ir sola para evitar llamar la atención de sus primos quienes no hacen más que causarle problemas y dolores de cabeza.
—Estoy demasiado cansada como para ir por mi cuenta —la mujer entendió y continuaron caminando hasta encontrar el auto—.
Aunque el camino había sido rápido fue suficiente para tomar una pequeña siesta. Ni siquiera ella sabe porque ha estado tan estresada los últimos días como para no poder dormir aún si toma medicamento. El movimiento se detuvo y supo que ya habían llegado cuando abrió los ojos y vio las grandes puertas siendo abiertas para que el auto entrara. Se bajó del auto y se despidió de la señora Cho pues los choferes de su abuela la llevarían de regreso a casa una vez que terminara sus asuntos con ella.
Una empleada la llevó hasta el estudio de la mujer donde se encontraba de pie frente a al librero buscando un título mientras hacía tiempo a que su nieta llegara.
—Ya es muy tarde para que sigas despierta, abuela —la volteó a ver con sus ojos entre cerrados—.
—No es tan tarde, niña. Es tu culpa que sigo despierta —Aeri soltó una pequeña risa y se acercó para saludar a la mujer quien extendió sus brazos—.
—Entonces debiste citarme mañana si tanto quieres ir a dormir —su abuela le dio un leve golpe en el brazo—.
—Como sea, mejor ayúdame a acomodar estos libros mientras hablamos —le señaló a que tomara una pila de libros que estaban sobre su escritorio—.
Tanto Aeri como su abuela son del tipo de personas que son directas y no vacilan, así que no le sorprendió que la mujer le pidiera ir a unas citas con solteros destacados en la industria.
—Por favor, Aeri, hazlo por tu abuelita. La sobrina de la señora Ning, por ejemplo. Ya sabes que es una de mis más grandes amigas y nos haría muy bien alguien de allá y que mejor alguien que conozco —la rubia solo frotó su frente tratando de no prestar atención pero sabía que no se podía zafar en algo así—.
—¿Qué tal el joven de la familia Osaki? Estoy segura que tu padre amaría tener otro japonés en la familia.
La mayor seguía hablando sobre los tantos pretendientes que tiene como opciones para que su nieta por fin se casara. Aeri es la menor entre ocho nietos y es la favorita de sus abuelos, tanto de lado paterno como el materno, y ha sido la mira de la envidia de sus otros primos desde que nació. Sin embargo, cada uno se ha casado y tenido hijos a excepción de ella, y su abuela, al ya ser una persona mayor, teme no poder ver a su preciada nieta casarse con alguien de renombre.
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My demon - Giselle & female reader
FanficEste libro está inspirado en el drama "My Demon", aunque en esta historia T/N no será cualquier demonio como en el drama, sino que será una súcuba. Giselle & female reader +18