IV. Él está Aquí Conmigo

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Canción: No Time to Die // Billie Eilish

Todos se quedaron en silencio cuando las puertas del ascensor se abrieron. Volkov atravesó el pasillo principal y se acercó a Horacio con grandes zancadas, parecía haber estado discutiendo con Greco y Valentina antes de que llegara.

—¿Qué coño ha pasado? —preguntó Volkov aún enfadado, pero no con Horacio, sino con los Vigilantes.

—¡Me estaban ignorando! ¡Como si no existiera! —Horacio apretó la mandíbula, intentando controlar su lenguaje delante de Valentina— ¡Como si fuera su maldito bufón que les entretenía mientras se daban un festín!

—Eso ya nos lo has dicho —intervino Greco—, ¿qué hiciste después?

—Les lancé dos cuchillos —murmuró avergonzado. Valentina abrió los ojos y se sostuvo en el respaldo del sofá.

—¿Que hiciste, qué? —Valentina se llevó las manos a la cabeza.

Vale, sin duda la habían cagado, y tal vez habían echado a perder cualquier oportunidad de conseguir algún patrocinador. Los entrenamientos privados no se transmitían, eran secretos. Cuando finalizaba el último tributo, solo era cuestión de horas para que publicaran la puntuación de cada tributo en la televisión. Una puntuación que iba del uno al doce, siendo uno lo peor del mundo y doce lo mejor que habían visto en su vida. Los patrocinadores se guiaban por aquellas puntuaciones.

—Bueno, lo que está hecho, hecho está —Greco intentó aliviar el ambiente. Horacio se dejó caer en el sofá como un peso muerto—. ¿A ti cómo te ha ido, jirafa? —Volkov bufó ante el apodo.

—Les disparé una flecha al cerdo asado que se estaban comiendo.

—¿¡Tú también?! —Valentina parecía que se iba a echar a llorar.

—La madre que os parió —esta vez fue el turno de Greco para taparse la cara con las manos.

Horacio lo miró con un brillo en los ojos que enseguida se apagó.

—¿Por qué lo has hecho? —preguntó Horacio con cautela. Seguramente creía que había sido por su culpa, por la forma en la que salió de la sesión y, oh, tendría toda la razón del mundo.

—¿Dijisteis algo? —quiso saber de repente Greco.

—Gracias por su consideración —Greco miró a Volkov.

—Que no sabía qué le habían hecho a Horacio pero que esperaba que fuera la última vez —Greco se rio, y Horacio lo miraba como si lo hubiera matado.

—¿Has tirado a la mierda tu valoración por mí?

—¡Estáis chalaos'! ¡Me encanta! ¡Sois los mejores tributos que he tenido en mi carrera de mentor!

—¿Qué iba a hacer si no? —Volkov ignoró completamente lo que fuera que Greco les estaba halagando. Sus ojos seguían fijos en Horacio.

—¡No sé! ¡Conseguir una puntuación que te salvara la vida, tal vez!

—¡Pero si ni siquiera estaban mirando!

—¿Qué caras pusieron? —Greco recibió una mirada asesina por parte de los dos. Entonces dejó de reírse y se irguió seriamente— Tranquilos. Lo peor que os puede pasar es que los Vigilantes os hagan la vida imposible en la arena, y eso ya lo iban a hacer igualmente. En el caso de los patrocinadores y la puntuación, ha habido casos en el que la estrategia a seguir del tributo sea una baja puntuación. Una baja puntuación no significa que seas malo, sino que te van a ignorar. Eso puede ser bueno, muchas veces las puntuaciones más altas suelen morir primero.

Hunger Games [Volkacio AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora