Amrus deseaba en esos momentos enterrar su cabeza en alguna nube y gritar con todas sus fuerzas por la vergüenza que tenía en esos momentos ¡¡Es que la cara de desilusión de sus tesoros favoritos le partía el corazón!!
Cuando le dijeron sobre su elección, pensó que todo estaba bien, por lo que se fue para hablar con la Diosa del Amor de ese mundo para establecer los términos durante el viaje de almas de Francisco y Ana... solo para enterarse que justo su petición no podía ser aceptada.
Y la verdad, era mejor que no tomaran a esos cuerpos.
-Realmente lamento decirles que no se puede cumplir su pedido, esto también es una sorpresa para mi... pero es la mejor opción- dijo el Dios.
-¿La mejor opción? ¿A que se refiere exactamente?- preguntó Ana con sus cejas levemente fruncidas.
-Cada universo tiene sus propias reglas, aunque tengamos reglas compartidas, existen otras que son vigentes en cada universo- comenzó a explicar -para que sea más sencillo, imaginen que cada dimensión es un país, cada país tiene sus propias normas, pero todos comparten leyes universales, los Derechos Humanos por decirlo de alguna forma-.
Ambos ancianos asintieron, Ana estaba abrazada al brazo izquierdo de Francisco, mientras éste afirmaba una de sus manos con fuerza.
-Y la dimensión que ustedes eligieron tiene una norma muy fuerte en cuanto al destino de las personas que habitan en él- Amrus pensó en una buena forma de explicarlo -existen ese mundo dos tipos de destinos, el que se puede cambiar y el que es inevitable, por ejemplo, el destino de ese ¿Voldemort?- dijo con duda eso último.
-Tom, en realidad- dijo Francisco ante la cara de duda que tenía el Dios -ese es su nombre verdadero-.
-Bueno, el destino de ese tal Tom que es hijo de los dos "personajes" que eligieron tiene un futuro que se puede cambiar, pero el destino de los padres es uno inevitable... por lo que pude entender, la madre morirá sin importar lo que pase poco después de dar a luz, y el padre tendrá que abandonarlo para ser asesinado después por el hijo... en pocas palabras, aunque ustedes tomen sus lugares, tendrán que tomar también sus destinos- sentenció.
Amrus miró con pena a sus dos tesoros, sus caras decían todo lo que estaban sintiendo en esos momentos.
Francisco y Ana se miraron horrorizados, de solo imaginar tener ese destino los aterro demasiado, no solo porque iban a ser separados nuevamente, sino que Francisco sería asesinado y Tom sería igualmente abandonado para transformarse en Voldemort ¡Y eso no era algo que iban a permitir!
-Afortunadamente...- hablo Amrus, atrayendo la atención de ambos ancianos -Veamor, la Diosa del Amor de ese universo me ha propuesto un plan diferente, le pedí a ella que lo hablara con ustedes para que den su aprobación, después de todos son ustedes quienes reencarnan, además que siento que lo van a entender mejor, yo no entiendo nada de su mundo- explicó.
Amrus puso cara de dolido al recordar el plan que su compañera le propuso, se perdió apenas había comenzado, lo bueno es que sus tesoros ya sabían de ese mundo, por lo que confiaba que ellos entendieran más que él. De hecho, esa era una de las ventajas de su mundo que más le gustaban, ya que al estar arriba que los demás, tenían la capacidad de abrir ventanas mediante historias de los universos inferiores, eso sí que le daba ventaja en temas de exportación de reencarnados a otros mundos.
-¿Qué opinas?- preguntó Francisco mirando a su esposa.
-Bueno... no perdemos nada con escuchar su plan- dijo Ana acariciando el brazo de su esposo, como una forma de calmar sus nervios... ¡Porque estaba que gritaba del enojo, ¿Cómo era posible que no les dijeran antes de esas normas?!, pero no tenía intención de actuar de esa forma delante del Dios.
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Seremos los padres de Tom Riddle [Nueva edición] [Un poco de todo]
FanfictionFrancisco y Ana son una pareja de ancianos muy adorable, tuvieron la suerte de encontrar su media naranja, su otra mitad en el otro, superando todas las pruebas que les mando la vida, llegando a tener un matrimonio duradero hasta sus últimos años de...