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La brisa otoñal inundaba las oscuras calles de la capital inglesa, con las nubes moviéndose tranquilamente en el cielo nocturno, dejando entrever de vez en cuando la luna junto a las estrellas, las cuales, impacientes, esperaban el ansiado encuentro que se llevaría a cabo esa noche.

En el Puente de Londres (Que no se tiene que confundir con el Puente de la Torre), justo en medio, mirando el agua pasar debajo de sus pies, estaba un hombre de mirada ansiosa que no paraba de jugar con su sombrero fedora, sacando de vez en cuando su reloj de bolsillo para saber cuánto faltaba para su llegada... aunque no hubiera una hora concretada.

Vestido de negro de pies a cabeza, su traje echo a medida se veía espectacular en su persona, desde sus lustrados zapatos Oxford hasta su sombrero, el cual portaba una cinta brillante, su saco era un poco más griego para cubrirlo del frío de la madrugada, estaba abierto dejando ver su chaleco, donde relucía una cadena plateada de su reloj de bolsillo, que era usado cada minuto por su portador, que se arreglaba la rosa blanca en la solapa de su saco, su corbata estaba amarrada al estilo victoriano, siendo esta de un color esmeralda, sobresaliendo por su camisa blanca como la rosa en su pecho.

Karl, el hombre en el puente, se colocó el sombrero sobre su castaño cabello, acomodandolo elegantemente antes de meter unas de sus manos en su bolsillo, se alejó un poco de la orilla del puente para evitar algún desafortunado accidente, sacando finalmente una cajita negra, la abrió tímidamente para ver su contenido, sonriendo al verlo, antes de guardarlo nuevamente para evitar perderlo.

Miro al cielo, mirando a la luna que se asomaba, antes de voltear la mirada apuradamente ante el sonido de unos tacones.

Mirando al otro extremo del puente, vio una blanca figura corriendo a su encuentra, haciendo que su corazón se detuviera por un segundo, volviéndose inmediatamente loco al reconocer a la mujer que sujetaba su vestido con una mano y en la otra un ramo, causando que el hombre llorara mientras una gran sonrisa inundaba su cara.

Delaney estaba hermosa ante los ojos de Karl, que no pudo pestañear hasta que sus cuerpos chocaron cuando ella se lanzó a abrazarlo con todas sus fuerzas.

Vestida de pies a cabeza de blanco, llevaba zapatos estilo mary jane junto a unas medias de ese color, su vestido llegaba hasta dos manos por debajo de la rodilla, este era hermoso, la primera capa era de una tela liza con corte recto de color marfil, con un cuello ovalado, sin mangas, arriba tenia una capa de tule blanquecino, el cuello de esa capa era en V pronunciado, hasta la cintura con mangas holgadas hasta los codos, tenia en todo esa capa un hermoso bordado de flores hechos con perlas y diamantes que brillaban por la luz de la luna, tenía un cinturón delgado de plata, 3 collares de perlas en su cuello de diferentes tamaños, un largo velo que casi llegaba al suelo color blanco, que estaba amarrado en su cabeza con una diadema echa de flores rununculus con perlas, que cubría su cabello peinado al estilo charlestón, su ramo era de hermosas flores, que llevaba también runuculus junto a unas hermosas calas.

Una vez Karl sintió el cuerpo de Delaney chocar contra el suyo, no dudó en envolver su cuerpo con sus brazos fuertemente, dejando que sus lágrimas cayeran con más libertad por sus mejillas, dejando en el suelo su sombrero junto al ramo.

Antes que el hombre pudiera decir algo, sintió como sus labios eran besados por los rojos de la mujer, que tomó entre sus manos su cara para que no se alejara, aunque no lo hiciera.

Entre el beso ambos sonrieron, fue uno brusco y necesitado, pero necesario para ambos, que al separarse se vieron cara a cara finalmente, enamorándose del otro nuevamente.

Delaney rio al ver la cara de Karl, que estaba bañada en lágrimas junto a un dulce sonrojo en sus mejillas como orejas, con una sonrisa radiante en su rostro, mientras que el Riddle con una de sus manos (Ya que la otra la usaba de soporte para no caerse al suelo), limpio una de las lagrimas negras de su futura mujer, producido por el maquillaje negro que estaba usando para profundizar su mirada llorosa.

Seremos los padres de Tom Riddle [Nueva edición] [Un poco de todo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora