-Treinta días con Ghost y König-

Día 4: Regalo de cumpleaños

 La joven Mixi estaba cumpliendo un año mas de vida, pero casi nadie lo sabia, ya que casi nadie sabia de su existencia en la base. Excepto dos chicos, sus dos amigos, Ghost y König. 

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 Ambos jóvenes eran muy populares entre las pocas chicas que habían ahí, pero solo les interesaba una, Mixi. Su amistad era una muy preciada para los tres, se escuchaban cuando tenían problemas, se acompañaban mutuamente y en sus charlas comunes se coqueteaban y jugaban provocadoramente, aun que nunca pasaba a mayores, solo eran jueguitos entre ellos. Aun que ninguno quería que fueran jueguitos. Ambos amigos se declararon mutuamente que tenían amor hacia la chica, y ninguno pensó que el contrario sentía lo mismo pero como solo eran ellos tres pensaron y acordaron que en un futuro sea un noviazgo de chico, chica y chico. Sonara estúpido para algunos pero ellos la deseaban tanto que no les importaría compartirla con su amigo. En cambio ella, era la única que sabia que amaba a sus dos amigo, por que no tenia a quien contárselo. Repito, ellos solo eran amigos entres ellos. No por que no se permitían tener mas amigos, si no que los tres no nacieron con el don de socializar y sus compañeros no son muy amables como para que quieras ser su amigo, fuera del sarcasmo, todos ahí eran detestables, chicas y chicos.

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 La joven se encuentra en su cuarto, que debería ser compartido pero ninguna quiso estar con ella, estaba sentada en la mesa de almuerzo con su teléfono, viendo los horarios nuevos de entrenamiento. Repentinamente se oyeron unos golpesitos en la puerta. ¿Quien sera? Se pregunto ella. Levanto su trasero de la silla y se acerco a la puerta, la abrió y se maravillo. 

- ¡Chicos! -Salto a abrazarlos. Sus dos únicos amigos estaban frente a su puerta con un muufin que llevaba una velita, y ellos tenían unos gorritos de cumpleaños para niños- Aw~ chicos~ no hacia falta, de verdad, esto es único. Los amo -Se vuelve a abalanzar sobre ellos.

- Ja, ja, ja. Ya basta Mixi -Dijo alegre entre risas Ghost- Haras que se nos caiga la comida, abrázanos cuando estemos seguros que no lances el muufin a la mierda -Todos rieron y Mixi se corrió de las puerta para que ellos puedan pasar.

 Todos se sentaron en las sillas y dejaron el muufin en el centro de la mesa. 

- Iré a buscar el encendedor -Dijo König mientras se levantaba y iba hacia la pequeña cocina del cuarto. 

 Cuando volvió, Ghost, apago las luces y el encendió la vela del pequeño aperitivo. Comenzaron a cantar la canción del feliz cumpleaños a la joven que no paraba de sonreír. Antes de que ella sople la velita le tomaron una foto con flash, obvio, y cuando la estaba soplando la acción se repitió. Todos reían ligera y dulcemente por el lindo momento, estaban muy felices, y quisieron tomarse una ultima foto, los dos se acercaron a la chica, se agacharon a su altura, Ghost saco su teléfono y lo subió para luego sacar una selfie, capturando el hermoso momento, capturando a König, a la cumpleañera, a el cupcake y a el. 

 Prendieron las luces y la chica hablo divertida:

- ¿Y mi regalo de cumpleaños? -Fingiendo enojo.

-Siguiéndole el juego- ¿Ni siquiera fuiste capas de esperarnos sin el pijama y quieres un regalo? Ni lo sueñes, chiquita. 

 La joven se miro a si misma y se sonrojo por recordar que aun seguía con su pijama veraniego. La emoción del momento hizo que se olvide de que lo llevaba puesto. 

- Si se nota que les encanta verme con esto puesto -Provocadora.

- Nunca negaríamos eso, pero te verías mil veces mejor sin el -Seductor König. 

- Pues vengan a quitármelo. 

 La joven soltó un gemido de sorpresa cuando sintió que era levantada de la silla en la que estaba sentada y su short era roto de un solo tirón.