Día 5: Enemiga

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 Mixi era la coronel que estaba a cargo del orden en el campo de batalla, las ordenes era dadas o, aveces, ejecutadas por ella. Para alguien que no la conociera seria una chica seria e imponente, pero para alguien que se haya ganado su confianza es una joven bastante graciosa e inmadura, aun que jamas supo controlar sus contestaciones en una pelea, siempre se metía en problemas por hablar de mas.

...

- ¡Coronel, hay enemigos infiltrados! 

- Diles que cierren todas las salidas, y en cada una quiero a, mínimo, dos hombres vigilando. Revisen cada habitación que haya en este edificio con cautela. Si entraron aquí y ni yo los descubrí son mas que peligrosos. 

- ¡A la orden, coronel! 

 El informante de la mujer se marcho, dejándola sola en aquella oficina, pensando y preocupándose mas. 

- ¿Como entraron?... ¿Quienes serán? -Dijo en un susurro mientras pensaba. 

 La puerta fue abierta despacio, y ella preparo las preguntas que le haría al ayudante que hace no mucho se había marchado a hacer su trabajo.

- ¿Ya los encon... -Su sorpresa era tanta que se quedo sin palabras. 

 Son dos soldados, bastantes corpulentos, armados y con mascaras. Jamas los había visto en el cuartel y sus armas no son las que usan mis soldados. Son ellos. Son los infiltrados, pensó ella.

 En un intento de neutralizarlos, movió velozmente su cuerpo para tomar el arma que estaba guardada en su escritorio, pero termino siendo apuntada por ambos soldados. 

- Tranquila, coronel, suelte el arma y ponga las manos sobre la cabeza -Dijo el soldado con mascara de francotirador, mientras se acercaba lenta y cuidadosamente, aun apuntándole con su arma, mientras que su compañero ponía cerrojo a la puerta. 

 La chica lentamente ejecuto las orden, con un incontrolable odio interno hacia ellos. 

- ¿Que mierda buscan? -Dijo con odio hacia ellos.

- Hace unas semanas un soldado de los tuyos se infiltro en nuestro campamento y robo un par de cosas, entre ellas papeleo importante. Creemos que por tu posición aquí debes ser tu la que los tiene -Dijo el de mascara de calavera mientras comenzaba a buscar en los muebles y bibliotecas de la habitación, a su paso desordenando todo.

 Su compañero comenzó a revisar el cuerpo de la chica para verificar que no tenga una segunda arma, o algo para atacarlos. Comenzó a tocar su cuerpo en los posibles lugares donde se podría guardar semejante material, en un punto se agacho y toco sus muslos en la parte interior, cerca de su parte intima, por lo que ella lo miro completamente mal y dijo:

- Cuidado con lo que tocas, imbécil.

 El contrario se reincorporo, viéndola desde su altura. Si bien el ya era muy alto con sus 2.08 metros, se sentía mil veces mas alto por los 1.54 de la contraria. Se acerco a su oído y susurro: 

- Bien te hubiese gustado que te manosee, no hace falta que finjas, lindura.

- Cierra la maldita boca, estúpido.

- ¿Y que pasara si no lo hago?

- Te arrancare la pija de un mordisco.

- Como te gusta tener vergas en la boca, eh~.

- Si, en especial la de tu papa, pedazo de mierda. 

 Ambos estaban tirándose odio puro a modo de "broma", aun que se matarían al instante que puedan golpear el rostro del contrario. Pero el ultimo comentario hizo enojar mucho a König, quería vengarse, y lo hubiese hecho de no haber sido el comentario de Ghost diciendo "ey, mira, encontré algo".

-Treinta días con Ghost y König-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora