Capítulo 103

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Wan Hu se sorprendió y sus ojos se convirtieron en la mirada que uno tenía cuando se enfrentaba a un enemigo formidable.

Jiang Suizhou lo ignoraba por completo.

Escuchó un informe afuera y pensó que era algún cortesano que quería verlo. Él respondió haciendo que alguien trajera a la persona que pidió verlo, y luego continuó leyendo el memorial que tenía en la mano sin levantar la cabeza.

Escuchó el sonido de pasos acercándose, que se detuvieron frente al escritorio imperial. Sin embargo, no escuchó hablar a la persona.

¿Quién fue?

Jiang Suizhou frunció el ceño. Levantó la cabeza para observar a la persona y vio a un soldado con armadura. Por el aspecto de su vestimenta, debería ser un general de alto rango.

Debe haber venido por Huo Wujiu.

Sin embargo, Huo Wujiu estuvo ocupado buscando y tomando la antigua base de Pang Shao estos dos días. En ese momento no se encontraba en palacio. Cuando Jiang Suizhou vio al general parado allí, mirándolo con expresión perpleja, pensó que algo grande había sucedido fuera de la ciudad, así que abrió la boca para preguntar.

Pero antes de que pudiera interrogarlo, el general habló primero.

"¡El General Huo no está aquí, así que tienes el valor de sentarte aquí!"

El general parecía frío y feroz. Era alto y poderoso. Ahora que era agresivo, su voz resonó como una campana resonante. Cuando abrió la boca, asustó a Jiang Suizhou e hizo temblar sus hombros.

Se enderezó y se encontró con la mirada del general.

Jiang Suizhou estaba un poco confundido.

"¿Qué?" Preguntó.

El general se burló.

"El General debe estar muy confundido en este momento", dijo. "También debes comprender tu estado. Sólo por el favor del General, te excediste en tu autoridad. ¿Qué? ¿Todavía quieres utilizar medios tan sucios para luchar por el poder y las ganancias?"

Jiang Suizhou estaba cada vez más desconcertado.

Levantó las cejas y estaba a punto de hablar cuando escuchó la voz disgustada de Meng Qianshan detrás de él. Dio un paso adelante y espetó con tristeza: "¿Quién eres? ¡Cómo te atreves a comportarte de manera atroz aquí! ¿Nadie sigue viniendo...?"

Jiang Suizhou levantó la mano, bloqueando el resto de sus palabras.

Volvió a sus sentidos y vagamente se dio cuenta de que el general había entendido mal algo.

De hecho, su identidad era un poco sensible en este momento. Sabía que la gente en el ejército tenía mucho miedo a la inestabilidad, por lo que no importaba el caos que ocurriera en medio de la corte imperial, las órdenes al ejército no debían ser ambiguas. Debe haber un líder único y definido.

Actualmente, Huo Wujiu era su líder, y Huo Yuyan del norte de Liang estaba en contra de Huo Wujiu. Incluso la posición de Huo Wujiu en el ejército no era completamente estable.

Para ellos era un inconveniente saber que Jiang Suizhou era un remanente de la dinastía anterior.

——En particular, Jiang Suizhou tenía mucho poder real en sus manos.

Por esta razón, ya le había dicho a Huo Wujiu que era mejor no dejar que todos en el ejército supieran de su existencia. Necesitaba esperar hasta que se resolviera el panorama general antes de hacer planes.

Ahora el general frente a él probablemente lo tomó como un juguete pequeño que Huo Wujiu tenía a su lado.

"Entonces dime, ¿cuál es mi identidad?" preguntó. Dejó el bolígrafo que tenía en la mano, apoyó los codos sobre el escritorio con curiosidad y se inclinó hacia adelante.

El dios de la guerra discapacitado se convirtió en mi concubinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora