Retorno a la esclavitud (Traducción finalizada)

1

Por favor, no quiero que esto vuelva a suceder.

Si lo hago de nuevo, si hago más que esto, temo terminar convirtiéndome en una persona completamente diferente.

Porque voy a revelar mi verdadera naturaleza.

Capítulo 1.

Dentro del refugio nuclear vacío, Ruslan estaba luchando contra el miedo de que su verdadera naturaleza quedara expuesta.

Estando allí, incluso la más mínima respiración resonaba a su alrededor hasta que terminaba pareciendo muchísimo más fuerte de lo que en realidad era y, en medio de todo esto, incluso resaltaba de manera repugnante la elegancia de una silla iluminada por la luz naranja que habían colocado en el techo. El respaldo estaba envuelto en una alfombra de terciopelo rojo intenso, y los reposabrazos de madera tenían una suave forma de concha que le recordaba a la pintura del "Nacimiento de Venus". En sus contornos tenía perlas regordetas que reflejaban misteriosamente la luz y tachuelas que parecían estar sobrepuestas.

Se preguntó cuántas horas habían pasado desde que lo obligaron a sentarse en una lugar así. Completamente desnudo porque incluso le habían quitado la ropa interior. Además, todo su cuerpo terminó atado con un arnés de cuero, sus manos colocadas detrás del respaldo, sus piernas abiertas y sus rodillas sujetas al reposabrazos.

"Hmm..."

La sensación del cuero clavándose en su piel... ¿Por qué le ardía de esa manera aunque lo estaban lastimando?

La costura en el cuero se tiraba hacia atrás cada que se movía y entonces, cuando las cintas acomodadas en forma de cruz desde los hombros hasta la cintura se enterraban en su piel y se frotaban contra sus pezones, un placer entumecedor recorría su columna hasta hacer que comenzara a babear.

"¿Qué piensas, cariño? ¿Quieres divertirte un poco?"

La persona que le preguntó esto, desde atrás y en una voz bastante baja y fría, era un oficial superior del mismo lugar de trabajo que el suyo. El mayor Sidlev. ¿Cuántos días habían pasado desde que lo inmovilizó y encerró en un lugar tan increíblemente abandonado como este? La verdad es que ya había perdido la cuenta y ni siquiera quería atreverse a imaginar.

Pero estaba emocionado.

E incluso si quisiera decir eso, si deseaba abrir la boca y contestar que sí, que lo quería, era difícil responder porque se vió obligado a sostener algo parecido a una "bola" dentro de su boca que no le dejaba más remedio que escurrir de baba.

"¿Te gusta que te traten así?"

Ante esa pregunta, todo lo que pudo hacer fue negar con la cabeza.

"Hmm..."

No había manera alguna de que algo así le gustara. ¡Ninguna persona coherente estaría feliz de que le sucediera algo como esto! Pero mientras seguía sacudiendo la cabeza con todas sus fuerzas como forma de resistencia, una risa fría y burlona de repente sonó en sus oídos diciendo:

"No mientas".

Y tiró del nudo de cuero hasta que Ruslan no pudo evitar dejar escapar otro gemido.

"¡Uff!"

Su voz resonó por todo el largo del enorme refugio nuclear, haciendo que los sonidos se superpusieran y se convirtieran en puros ecos.

"Hmm... Mmmm"

"¡No es mentira!" Ruslan quiso decir eso y negó aún más fuerte con la cabeza que antes, pero la palma del hombre envuelta en guantes de cuero apretó sus genitales, haciendo que todo su cuerpo se pusiera muchísimo más rígido de lo que estaba hace apenas un segundo.