Retorno a la esclavitud (Traducción finalizada)

7

"Papi, ¡Hola!"

Era adorable ver a Sergei saludando felizmente contra el fondo nevado de la ventana.

Después de ser liberado de la casa de Sidref, de alguna manera comenzó a parecer que amaba a su familia mucho más de lo que lo hacía antes. 

"Sergei, amor ¿Qué tal si vamos a la feria navideña en las vacaciones?"

"¡¡Guau!! ¿De verdad podemos ir, papá?"

"¡Por supuesto que sí!"

"¡Has estado muy animado últimamente, querido! ¿Pasó algo bueno en el trabajo?"

Preguntó Anna. Y de alguna manera sintió que había entendido perfecto lo que quería decirle. También lo que estaba pensando

"Lo mismo de siempre, creo."

Y mientras sonreía para su hijo, resultó que incluso Sidref había llegado hasta la casa. No tocó, solo abrió la puerta y bajó la cabeza a modo de saludo.

"Mayor..."

"¡Mayor, bienvenido! ¡Y muchas gracias por tanta consideración de su parte! Realmente es muy amable. Nuestro Sergei está encantado".

"No es nada. Es lo menos que puedo hacer por la familia de mi querido amigo ¿No es verdad? Después de todo, me ha ayudado mucho en el trabajo últimamente".

Sidref siempre le llevaba un recuerdo a su familia. Hoy por ejemplo, fue un pastel. 

"Siéntese como en casa, Mayor. Querido, llevaré a Sergei al colegio y luego iré a trabajar al hospital".

"¿Turno de noche? No te excedas y ten cuidado".

"Sí, gracias".

Cuando su esposa y su hijo se fueron, el mayor Sidref dijo:

"Voy a cerrar la puerta con llave..."

Lo que provocó que una ola dulce y cálida comenzara a brotar desde lo más profundo de su pecho para terminar por extenderse igual a si fuera una terrible fiebre. Ruslan sonrió, resistiéndose ligeramente a sus propios sentimientos, y luego se sentó como si estuviera de acuerdo con lo que pasaría a continuación.

Sidref estaba sacando un arnés de su maleta. Ruslan, por otra parte, sonrió un poco y finalmente se levantó el cabello para que el Mayor le pusiera el collar.

Se arrodilló en la sala de su casa, puso la mano en el cinturón de su pantalón y comenzo a bajarle la ropa para sacarle la verga.

"Abre la boca, cariño..."

"Um..."

Tal vez esto era increíblemente raro y morboso considerando el lugar y su familia, pero, para él, era justo así como se veía la verdadera felicidad. 

Y mientras pensaba en esto, Ruslan cerró los ojos, abrió bien la boca, y se permitió quedar extasiado ante el placentero tormento de su cuerpo. Siendo completamente restringido por el de él.

FIN