Capítulo 3: ' Ternura'

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Yugi

Debo dejar de seguir durmiendo en el sofá, pero no  puedo evitar esperar a Yami, me preocupa porque no sé a donde va, y regresa muy tarde, pero bueno... el problema es que siempre me tiene que cargar a la habitación, y si de por sí llega cansado, me imagino que cargarme no debe ser nada bonito, bueno, hoy es sábado, miré y Yami estaba dormido, haré el desayuno, además creo que ya tuvo suficiente con esta semana, me reí, recuerdo que cuando hacía el almuerzo, porque lo hago en la tarde para mañana, Yami me miraba cocinar como un cachorro, pero no, lo dejo picar cosas como papas.. y así, aunque a veces lo dejo picar cosas grandes, pero esta vez tenía poca verdura, y no podía permitir eso, por eso cuando me reclamó, lo castigué.

Que mejor forma de empezar el fin de semana con unos panqueques, además de que tenía el antojo desde el miércoles, que delicia ese aroma,  ¿será que hago chocolate o jugo?, mmmm, la peor decisión que me han puesto desde..."¿qué vas a estudiar cuando salgas del colegio?", uy no... jugo, y en la noche, hago chocolate... escuché pasos en la habitación y miraba disimuladamente, Yami se acercaba, como curioseando, evité reírme, y cuando terminé de servir, me hice el tonto.

Yugi: Oh, ya despertaste, a desayunar.

Yami: ¿Ya no estoy castigado?- me reí.

Yugi: No, ya pasó el castigo- me abrazó y besó mi mejilla.

Yami: Yugi, te quiero como nunca- lo abracé y me reí- ¿haremos algo el fin de semana?

Yugi: Tarea- Yami se río- no mentiras, eso haré ahorita, ¿qué tal si en la tarde salimos?, no me gusta salir en la noche por el frío.

Yami: ¿Y por qué tiemblas tanto en la noche, Yugi?, sé que hay personas friolentas, pero tú le ganas a todo, casi me das un ataque cuando no tenías tu saco y mis chaquetas no te abrigaban. 

Yugi: Es intolerancia al frío, tengo un problema en el hipotálamo, que es el que regula la temperatura corporal... y pues, no tolero el frío, he aprendido a vivir con eso, pero digamos que puede ser molesto para algunas personas, así que perdón por eso, no fue mi intención.

Yami: Descuida, ahora sé que es, y no me molesta la verdad, te puedo cuidar del frío- es lo más lindo que me han dicho en mi vida.

Después de desayunar nos pusimos a hacer tarea, hacía calor rico, me hice al lado de la ventana para recibir todo el sol, y veía a Yami y tenía el ventilador al lado, me reí de ver como asomaba la cara y me hacía muecas, después de acabar con todas las tareas nos bañamos, si, no nos habíamos bañado por la pereza, y después de eso, sacamos dinero y salimos a almorzar, admito que el pueblo es bastante lindo en estas horas, cuando el sol salía yo extendía los brazos y a ser como un girasol, a hacer fotosíntesis invertida, porque yo no absorbo dióxido de carbono, yo lo expulso.

Yami

Me reía de ver a Yugi chupando sol, es la persona más adorable que había conocido en mi vida, y ahora que sé que es lo que tiene con el frío, de verdad me voy a tomar la tarea de cuidarlo, creo que puedo comprarle abrigos, aprovechando que estamos empezando el verano, porque en invierno suben de precio... y creo que le puedo dar una cobija térmica, la cobijita que tiene está bien, pero creo que en otoño o invierno le puede ayudar mucho...  después de comer, salimos a caminar un rato, hablamos de muchas cosas, de por ejemplo las materias y como nos había ido en la semana, Yugi me hablaba de sus amigos, aunque no sé porqué... pero me incomodó cuando dijo que tiene dos amigas cercanas, pero no al punto de sentirme....travieso~, pero espero que no llegue a ese punto.

La tarde se veía hermosa, fuimos a un parque y las cosas estaban bien, y vi que Yugi se puso su saco, miré el reloj y eran las cuatro, le pregunté si quería devolverse al apartamento, pero dijo que no, quería estar más tiempo fuera, que terco, pero con un saco puesto, me calmo un poco, entramos a un centro comercial a mirar cosas, Yugi mira joyas y ropa, y yo miraba lo que estaba buscando, eso y mis materiales para la otra semana, que menos mal pude comprar, y con lo que le quería conseguir a Yugi, lo logré esconder entre mis materiales, cuando inicie el otoño, se lo voy a dar, y por descuidados... nos agarró la noche afuera.

Yami: ¿Yugi, estás bien?

Yugi: Si- vi que se abrazaba a sí mismo, y frotaba sus manos con los brazos, no dije nada y lo abracé de lado mientras caminábamos- gracias Yami.

Al llegar al apartamento ayudé a Yugi a poner el chocolate mientras él se cambiaba, yo honestamente sigo teniendo calor, la brisa fría de la noche es una bendición para mí, y cuando Yugi salió con su pijama y saco a mirar el chocolate lo abracé, es una ternurita, y está frío. Nos sentamos en el sofá y vimos películas, aunque me gustan las películas de terror la verdad, pero mientras no sea romántica todo bien.

En un momento miré a Yugi y se quedó dormido, al ver que su cobija estaba en la mesa, la alcancé, me acosté en el sofá, acosté a Yugi encima mío, me imagino que mi calor corporal le agradará, y a mí su frío corporal me refresca, nos arropé con la cobija y vi televisión una hora más, no es mala idea dormir en el sofá esta noche.

Hasta el próximo capítulo....


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