Capítulo 17: 'Navidad Juntos'

130 11 0
                                    

Yami

Yami: No mamá, no puedo visitarlos con Yugi, él sigue recuperándose- escuchaba a mis hermanos quejarse al mismo tiempo que mi mamá- además no iba a dejarlo solo con su mamá, así que voy a pasar las fiestas acá, de pronto el año entrante pueda que si podamos- y después de unas horas más tarde, por fin pude convencerla y colgué- amor, ¿qué haces?

Yugi: Hago chocolate, mamá hoy regresa tarde, así que lo haré por ella- lo que me alegra de venir a su casa, es que, primero pude conocer a su madre, siempre había querido conocerla, ahora veo que Yugi tiene mucho de ella, y pude ver algunas fotos familiares, porque a Yugi le da pena que vea esas fotos, así que me toca a escondidas... de su padre casi no he visto, aunque creo que es mejor que no pregunte sobre eso, de su abuelo habían muchas fotos, al parecer su abuelo era muy querido, y hasta viajó a Egipto- ¿qué pasa amor?

Yami: En una de las fotos de tu abuelo, hay una en la que está en Egipto, tú ya sabes que mi madre es de ahí- asintió- a veces desearía haber nacido allá y no acá.

Yugi: ¿Y por qué?

Yami: Pienso que sería más increíble, mi piel no me molesta porque mi padre es más pálido que yo, antes me salvé de tener tu tono de piel- se río- pero digamos que soportaría mejor que el calor, mis hermanos casi no sudan en el verano, y yo me derrito... y además tendría más calor corporal que darte- pero no le diré que si llega a abrazar a mis hermanos, no se despegaría.

Yugi: No digas eso, pueda que seas el único de tus hermanos que nació aquí, pero no es malo, tienes algo en común con tu padre- me tomó de las mejillas- me gustas como eres, si llegas a cambiar, juro que te voy a matar- me reí y me besó los labios, eres tan increíble conmigo.

Como tenemos planeado salir en la noche, apenas el chocolate estuvo listo, almorzamos y subimos a la habitación y al poco ratos ya nos estaba dando sueño, Yugi me consentía las mejillas y yo acariciaba su cabeza, y hasta que no sentí que se me acurrucaba más y suspiró, supe que se quedó dormido, me quedé mirándolo dormir un buen rato, creo que tuve mucha suerte en conocerlo, cambié un poco gracias a él...

Cuando le conté a mi madre sobre él, se puso super feliz, pues como no hablo con mucha gente, no pensó que fuera posible que me enamorara, y cuando le conté lo que tenía, se puso a investigar más de su condición, y me escribió ahorita, que si era mejor esperar, ya que el año entrante ellos se iban a mudar nuevamente a Egipto, pero que no me llevaban hasta que terminara con mis estudios, pero que podía llevar a Yugi allá, y a su madre, así de una vez las dos familias se conocen, si se me hizo buena idea....

En la noche

Yugi

Al abrir los ojos, vi que Yami seguía dormido, me estiré y vi que mamá me hacía señas de que saliera un momento de la habitación, le sonreí y con cuidado me salí de la cama, la ayudé hacer la cena, y había comprado un regalo para Yami, sonreí y me pidió un favor, que como nosotros dos íbamos a salir a ver los copos de nieve caer, que nos tardáramos un poquito para terminar de envolver los regalos, así sería que nosotros llegáramos, y de una vez a la sala, estuve de acuerdo y apenas escuché los pasos en las escaleras, me arreglé.

Yugi: ¡Vamos amor!, ya quiero ir- se estiró y se puso su saco, una chaqueta, junto con sus guantes y una bufanda, yo me puse tres sacos, guantes y la bufanda de Tea, que un día que la lavé dejó de tener el perfume que tenía antes, pero bueno, aún la tengo y eso es lo que cuenta.

Al salir, empezamos a caminar de la mano, había poca gente en la calle, creo que es porque en estas fechas la gente sale de viaje, casi todos se van a pasar estos días en otros lugares, y cuando llegamos al parque, había un poco más de gente, tampoco se llenaba el lugar, pero no me molesta tampoco, compramos bebidas calientes y al encontrar un lugar perfecto, saqué de mi maleta una cobija para que nos pudiéramos sentar en el piso, hablamos de muchas cosas, Joey nos llamó a desearnos feliz navidad mientras Seto se peleaba con su hermano, nunca dejaré de reírme de esos dos, y finalmente empezaron a caer los copos.

Yugi: ¡Yami, mira!- junté mis manos y pude ver como se amontonaran, pero me agradaba la sensación de los que se me alcanzaban a caer en la cara y hacer contacto con mi piel, frío pero tan agradable a la vez.

Yami: Te vez hermoso- acarició mis mejillas y nos besamos por un buen rato, creo que nunca había sido tan feliz en toda mi vida como en este momento, cuando mi mamá mandó el mensaje de que ya estábamos "autorizados de volver", regresamos y mamá nos recibió con dos tazas de chocolate.

La cara de Yami esa noche fue de puro asombro, pues mi mamá ya lo considera un hijo más.

Hasta el próximo capítulo....

Travieso~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora